Reseña - Ratchet & Clank: Rift Apart

Si bien las consolas de nueva generación tienen ya más de 6 meses en el mercado, la realidad es que hasta ahora prácticamente no hemos juegos que se sientan… de nueva generación. No obstante, PlayStation está haciendo la lucha: Returnal demostró con creces la ventajas de los gatillos adaptativos y ahora Ratchet & Clank: Rift Apart no solo demuestra el poder del velocísimo SSD, sino que también lleva a un nivel completamente superior la fidelidad gráfica que puede ofrecer un PlayStation 5.

Codo a codo con Pixar y Nintendo

Fuera de sus bonitas historias que te dejan una gran enseñanza, las películas animadas de Disney/Pixar siempre son llamativas simplemente porque se ven increíble: lejos quedaron aquellos días de Toy Story en los 90 en el que la animación por computadora se podía ver mal. Cintas como Soul demuestran que la animación en 3D también te puede quitar el aliento y en este sentido Ratchet & Clank: Rift Apart eleva la vara a niveles insospechados: realmente es uno de los juegos animados que más bonitos se ven, si no es que es el número 1 de al historia. Basta con poner pausa en cualquier momento y hacer zoom a prácticamente cualquier lugar para ver una calidad de texturas en cualquier asset que, francamente, no se encuentra en ningún otro lugar. Además, la paleta de colores es vibrante y llamativa prácticamente en todo momento. No importa qué edad tengas, la calidad gráfica de este juego es de reconocerse y, tal como película de Pixar te pone de buenas de antemano.

El tono de Ratchet & Clank: Rift Apart sin duda le ayuda a evocar ese sentimiento de película animada: PlayStation tiene sus UNCHARTED, sus Ghost of Tsushima y sus Days Gone, juegos que se toman con completa seriedad para contar historias épicas. No te confundas, Ratchet & Clank: Rift Apart también cuenta una grandiosa historia sobre salvar el universo, pero lo hace con un guion mucho más ligero, divertido y digerible que permite que cualquiera lo disfrute: está tan bien escrito como para mantenerte entretenido incluso si eres un adulto, pero es lo suficientemente juguetón como para que un niño pueda pasarla bien. Al jugar este título me sentí como si estuviera jugando algo de Nintendo, aunque con una historia que sí vale la pena.

Salvemos el multiverso

Ratchet & Clank: Rift Apart es una secuela de Ratchet & Clank 2016. Nuestro lómbax y robot favorito salvaron el universo, y ahora solo deben preocuparse por ser homenajeados. Clank, de hecho, tiene un regalo para Ratchet, para ayudarle a cumplir una de las últimas cosas que le podrían faltar: encontrar a otros lómbaxes, quizá en otros universos. Para ello, Clank construyó un dimensionador, una máquina que permite viajar entre diferentes dimensiones. Sin embargo, como era de esperarse todo sale muy mal, y una fortuita aparición del Dr. Nefarious desemboca en la explosión de una peligrosa herramienta que empieza a causar que portales dimensionales aparezcan por todos lados en todas las dimensiones y hasta se ponga en peligro el mismísimo tejido del espacio-tiempo. Ratchet y Clank se separan… y ahí empieza la verdadera aventura. Los héroes deben encontrarse y salvar al multiverso.

Como mencioné anteriormente, el guión de Ratchet & Clank: Rift Apart es excelso, sin meterse en muchas complicaciones pero contando una historia que vale la pena escuchar y que tiene una conclusión extremadamente satisfactoria. A lo largo de tu aventura (que puede durarte de 15 a 25 horas según qué tan completista seas) visitarás un puñado de planetas y conocerás a versiones alternativas de viejos conocidos, algo muy divertido si es que eres seguidor de la serie. No obstante, sí debes saber que la mayoría de estos personajes no tienen realmente mucho tiempo en pantalla, más allá de las contrapartes de Ratchet y Clank, naturalmente.

Muy pronto, Ratchet y Clank se separan en una ciudad del otro universo en la que el Dr. Nefarious es venerado como emperador, pero la buena noticia es que cada uno encuentra a una compañera excepcional, 2 chicas que son quizá el más grande acierto de Ratchet & Clank: Rift Apart. Por un lado, Rivet es la contraparte de Ratchet, la última lómbax de su universo, y una guerrillera que lucha por la liberación de los mundos en esa realidad que sí es dominada por un Nefarious. Por otra parte, Kit, la contraparte de Clank, es una pequeña robot que ayuda a defender el mapa dimensional para evitar que caiga en manos equivocadas. Durante gran parte de la aventura, Kit acompaña a Ratchet y Clank a Rivet, lo que efectúa un cambio fundamental en la fórmula pero que fue ejecutado a la perfección. A pesar de ser las contrapartes de los héroes, tanto Rivet como Kit tienen sus propias personalidades divertidas, por lo que sus interacciones siempre se sienten frescas y diferentes, pero llenas de verdadera química. Y cuando eventualmente los 4 personajes principales se juntan, el resultado de sus interacciones está tan bien logrado que ya es difícil pensar que la franquicia pueda continuar sin ellas.

Al igual que en el título de 2016, Ratchet & Clank: Rift Apart te lleva a visitar distintos mundos, algunos de los cuales también son versiones alternativas de otros que ya conoces. Aquí, la filosofía de diseño se enfocó en ofrecer un modo de exploración semiabierto. Al estilo de Super Mario Odyssey, en este juego tienes la posibilidad de explorar a tus anchas, recolectar coleccionables y hasta llevar a cabo algunas misiones secundarias, siempre y cuando cumplas tu objetivo principal en cada lugar. Por otra parte, cada planeta es distintivo temáticamente, pues visitarás desde una metrópoli distópica hasta un pantano exótico pero peligroso, un área volcánica que funciona como sitio de excavación, un bar espacial o el lugar de descanso de los piratas del universo.

Portal… gun

Ratchet & Clank no sería Ratchet & Clank sin un combate caótico y constante basado en una divertidísima variedad de armas, y Rift Apart no es la excepción. De nuevo, a cada paso que des te encontrarás con las tropas del Dr. Nefarious, que de nuevo son una variedad aceptable de enemigos. Por otra parte, las armas de nuevo son bastante imaginativas y variadas, pues van desde un rayo láser que atraviesa todo tipo de sólidos hasta un aspersor que llena de plantas a los enemigos, un pixelizador que los convierte en 2D o un guante que permite abrumarlos con una legión de pequeños agentes Zurkon. Si eres un jugador más serio, también hay armas más tradicionales, pero el chiste es que siempre puedes pausar la acción y elegir tu mejor estrategia de ataque según la situación sin ningún tipo de penalización. Eres libre de planear y experimentar. Como detalle, este título te permite elegir entre 3 modos de desempeño: fidelidad (4K, ray-tracing y 30 cuadros), rendimiento (excelente resolución aunque no 4K, 60 cuadros, sin ray-tracing y menos densidad de assets) y rendimiento ray-tracing (buena resolución, 60 cuadros y ray-tracing). Sin importar cuál sea tu preferencia, hay un modo que encaja con tus necesidades.

El gran aliciente de Ratchet & Clank: Rift Apart para demostrar el poder del PlayStation 5 es precisamente el de estos portales que, gracias al ultraveloz SSD, puede cambiar niveles enteros en fracciones de segundo, teóricamente. Básicamente, hay 3 tipos de portales: el primero es el portal básico que se encuentra prácticamente en todos lados y gracias a un gancho en tu guante te permite transportarte rápidamente en distancias cercanas, algo increíblemente para alcanzar lugares altos o huir de un grupo de enemigos que te esté abrumando. Por otra parte están las dimensiones de bolsillo, pequeños desafíos que se encuentran en cada nivel y que prueban tu habilidad de plataformeo y que te ayudan a conseguir piezas de armadura. Aquí el cambio es más drástico, pues pasas de un nivel por un portal a un mininivel completamente diferente gráficamente. No obstante, donde verdaderamente ocurre la magia es en un planeta en particular, en el que puedes golpear cristales para cambiar entre 2 versiones completamente distintas del nivel a placer en solo un par de segundos segundo. Debo confesar que en este último tipo de portal sí me desconcerté por un momento las primeras ocasiones, pues mi cerebro nunca había visto un cambio de escenario tan drástico en tan poco tiempo. Para que te des una idea, sentí lo mismo que cuando vi un título que corre a 120 cuadros por segundo por primera vez. El poder cambiar un nivel entero en 2 segundos en Ratchet & Clank: Rift Apart permite echar un vistazo al futuro del desarrollo de juegos, pues la mecánica sí es tan impresionante como suena; aunque lamentablemente no se utiliza tanto como hubiera querido.

Por último, debo mencionar 2 tipos de minijuegos que están entrelazados con la historia. En primer lugar, de vez en cuando debes deshacerte de virus en ciertas terminales electrónicas. Para lograrlo, Ratchet utiliza un dispositivo antivirus femenino llamada Glitch, quien se enfrenta a los virus en una especie de shoot-em-up 3D. Por otra parte, a veces encuentras portales inestables, que solo Ratchet puede arreglar al entrar en un minijuego de puzzle estilo Lemmings en el que debe ayudar a copias de sí mismo a evitar obstáculos y llegar a una meta utilizando la lógica. Si bien a mí me gustaron bastante estos juegos para darme un respiro, algunos otros podrían considerar que rompen un poco el ritmo. Al menos, no son tan frecuentes.

Poco a poco, Sony va demostrando por qué vale la pena tener un PlayStation 5. Aunque comprensible, es un poco decepcionante que Horizon: Zero Dawn y God of War: Ragnarok no vayan a usar el poder completo de la nueva consola al ser títulos de generación cruzada. Por eso, es de aplaudir Ratchet & Clank: Rift Apart, que triunfa en prácticamente todo lo que hace, desde el guion y la jugabilidad hasta el diseño de los mundos, la calidad gráfica y la mecánica de los portales. Si así se ve y se juega un título de inicio de generación, no puedo esperar a ver qué nos depara el futuro.