Life is Strange es una franquicia que maravilló a millones de gamers en todo el mundo gracias a su interesante premisa: cómo es la vida y las experiencias de un joven en un pequeño poblado, lleno de gente amigable y conocida, y cómo enfrenta las dificultades de tener un súper poder. Lamentablemente, la segunda entrega se alejó un poco de esta premisa, lo que causó cierta decepción en los fanáticos. La buena noticia es que Square Enix corrigió curso con Life is Strange: True Colors, una nueva entrega que regresa a los orígenes pero que también tiene las ventajas de las nuevas tecnologías y un aumento de presupuesto.

El (súper) poder de la empatía

En Life is Strange: True Colors, la protagonista es una joven asiático-americana llamada Alex Chen que, después de pasar años moviéndose de refugio en refugio, de asilo en asilo, y de familia en familia, finalmente es contactada por su hermano mayor, quien la invita a vivir con él. Al inicio del juego vemos a Alex hablar con una psicóloga y ahí nos enteramos que ella tiene mucha dificultad para lidiar con sus emociones, las cuales le arrebatan el autocontrol de vez en cuando. No obstante, este rasgo de Alex no solo tiene una implicación narrativa, sino que también tiene que ver con su súper poder. Si Max Caulfield podía regresar el tiempo y Daniel Díaz podía mover cosas con la mente, Alex tiene el poder de sentir en carne propia las emociones de las personas.

Alex llega a un pueblo llamado Haven Springs, el cual se dedica en gran parte a la minería y que cuenta con una comunidad pequeña pero muy amigable. Después de buscar por años, Gabe Chen finalmente encontró a su hermana perdida, así que le ofrece un nuevo comienzo, una nueva vida. Ella acepta gustosa, pues quiere dejar sus conflictos emocionales detrás. No obstante, muy pronto en la aventura ocurre una trágica y misteriosa muerte, por lo que Alex debe enfocarse completamente en resolver el misterio de ese ¿asesinato? y de Haven Springs en general.

En primer lugar, debo decir que el equipo desarrollador hizo un excelente trabajo con la protagonista Alex. A pesar de que Life is Strange es una gran franquicia, la verdad es que ninguno de los personajes principales ha sido particularmente agradables. Max, Chloe, Daniel y Sean tienen bastantes defectos y pueden llegar a ser molestos o irritantes, lo cual es verdad que los hace más humanos, pero que también puede crear una desconexión con el jugador. Alex no es perfecta de ningún modo; es socialmente torpe, pero es genuinamente simpática y amable. Así, a pesar de todas las dificultades por las que pasa, siempre quieres apoyarla.

Si bien es cierto que Life is Strange siempre ha tocado temas fuertes y delicados como la depresión, la exclusión y la muerte, True Colors se mete de lleno en ellos, pues son el hilo conductor de la historia. Alex no puede regresar al tiempo, por lo que su «arma» para resolver ese gran misterio es su poder de comprender a la gente, viviendo en carne propia lo que sienten.

A lo largo de los 5 capítulos, podrás activar tu poder a placer, el cual te mostrará el aura de las personas a tu alrededor, e incluso de algunos objetos que guardan memorias particularmente sensibles. A partir de ahí, podrás escuchar lo que piensan esas personas y así podrás ayudarlas diciéndoles lo que necesitan escuchar o ayudándoles en resolver un problema particular. En algunas ocasiones, esos sentimientos son tan poderosos que la misma Alex los interioriza de tal forma que incluso el mundo alrededor cambia para demostrarlo. Un día soleado se convierte en un día con lluvia torrencial si alguien está triste, o un campo abierto se puede reducir a un simple metro cuadrado de tierra rodeado de oscuridad cuando alguien está cegado por la ira.

The Music

Por supuesto, fuera de los poderes, la otra gran mecánica de Life is Strange consiste en la toma de decisiones que pueden causar ramificaciones narrativas. En este sentido, True Colors se mantiene en la línea de lo que nos ha ofrecido la franquicia: tus elecciones son siempre dignas de pensarse, no hay una respuesta correcta y sí te quedarás pensando si no habría sido mejor tomar la otra opción. Dicho esto, el título tampoco se acerca a los niveles de complejidad narrativa de Detroit: Become Human. El modo zen también regresa: en ocasiones Alex encuentra lugares particularmente calmados, en los que se puede sentar a reflexionar sobre lo que está pasando en ese momento y las elecciones que ha tomado recientemente, al ritmo de una canción.

Hablando de la música, Life is Strange siempre ha tenido una banda sonora destacada, con temazos de música indie, alternativa y rock. En True Colors, la banda sonora también es soberbia, con canciones geniales que se presentan y evocan sentimientos en momentos importantes de la trama. Por otra parte, también se lleva esta relación con la música un paso más allá: Alex es melómana y en las entradas de su diario describe sus encuentros recientes con sentimientos fuertes y las acompaña de letras y notas musicales. De hecho, Alex hasta sabe tocar la guitarra, aunque esto que me decepcionó un poco del juego: la música es un tema central, pero no vemos a nuestra protagonista utilizar mucho su instrumento.

A un pueblo lo hace su gente

Siempre he pensado que el gran éxito de Life is Strange 1 se debió a su poderoso elenco de personajes secundarios, a quienes conocimos a profundidad y vimos desarrollarse gracias a que interactuamos con ellos una y otra vez en las pocas ubicaciones de Arcadia Bay. Life is Strange 2 quiso cambiar la dinámica al hacer que Daniel y Sean anduvieran en un viaje constante. Y si bien esto nos permitió conocer más personas y lugares, realmente fue difícil preocuparse por alguien a sabiendas de que nunca lo volveríamos a ver. Life is Strange: True Colors corrigió esto y volvió a sus orígenes, pues prácticamente la totalidad de la historia se lleva a cabo en un par de cuadras de Haven Springs. Ahí, conoces a un montón de agradables habitantes con historias trasfondos y personalidades interesantes, como el cantinero y héroe local Jed Lucan, la florerista Eleanor Leathe y su estudiosa hija Riley, el excéntrico veterano Reginald McAllister III, la artista y vendedora de cannabis Charlotte Harmon o la enérgica y muy divertida Steph Gigrinch.

Una razón muy importante por la que todos los personajes de Life is Strange: True Colors son memorables es por el excelso trabajo de doblaje. Sí, Alex se lleva las palmas, le da mucho más con qué trabajar, pero en general todos los habitantes de Haven Springs muestran verdadera personalidad al hablar y expresarse. El guion también es muy bueno, pues hay diálogos genuinamente graciosos y pocas veces se siente que alguien diga algo forzado, cosa que sí pasaba en las entradas anteriores. Por otra parte, este juego también es el más gráficamente impresionante de la franquicia: assets de gran calidad, expresiones faciales muy convincentes, una iluminación muy hermosa y geniales tomas hacen de esta una experiencia satisfactoria desde un punto de vista cinematográfico.

Lamentablemente, el aspecto técnico es un poco más problemático. Por ejemplo, si mueves rápido la cámara se llegan a apreciar caídas de cuadros por segundo. Por otra parte, de manera inexplicable, hay pantallas de carga bastante largas (como de 10 segundos) cada que pasas de interiores a exteriores. En general, son detalles que no afectan tanto la jugabilidad, pues el ritmo es más bien lento, pero de todos modos era necesario que fueran mencionadas.

Crecimiento personal

Otro de los grandes aspectos de Life is Strange es el de la exploración, y en ese sentido True Colors también hace un muy buen trabajo. A pesar de que el territorio en el que te puedes mover realmente no es tan grande, la capacidad de moverte libremente entre las cuadras y el parque o entrar a varios locales hace que Haven Springs se sienta mucho más grande de lo que realmente es. Por otra parte, si escuchas frecuentemente el pensamiento de los habitantes, aunque sean extras, poco a poco irás viendo cómo cada uno tiene sagas argumentales y los verás crecer. Desde la pareja que pasa de una buena idea hasta que pone un exitosa heladería, hasta una joven que le apena su cuerpo y que termina siendo una gran deportista, el pueblo se siente vivo más allá del elenco central. Escuchar los comentarios de Alex respecto a las personas y los objetos es también muy divertido.

Life is Strange: True Colors no es ninguna revolución de la franquicia. Más bien, retomó lo mejor que hicieron entregas anteriores y además impulsó la IP hacia adelante gracias a mejores notables en cuanto a su presentación. ¿Mencioné que no es episódico? Así es, si quieres puedes jugarlo en una sentada. Si eres fanático de la saga, este es un título que no te puedes perder.

Pros:

+ Alex es una gran protagonista

+ La banda sonora es soberbia

+ Regreso a un escenario pequeño y con personajes memorables

+ El poder de la empatía es muy interesante narrativamente hablando

Contras:

– No se explota la melomanía de Alex

– Caída de cuadros por segundo

– Pantallas de carga largas