Hay algunos juegos que sentaron las bases para el futuro, al crear nuevos géneros o cambiar paradigmas preestablecidos. Y la mayoría de esos juegos pudieron ser disfrutados en todo el mundo… aunque no todos. Uno de ellos es LIVE A LIVE (1994), que a pesar de la influencia que tuvo en el género RPG, por más de 28 años fue exclusivo de Japón. Hoy, gracias a un remake, finalmente podemos disfrutarlo en nuestra región. Y, no lo digo a la ligera, no puedo evitar enfatizar lo sorprendente que es este título, incluso casi 3 décadas después de su lanzamiento original.
Diferentes historias, diferentes épocas
El gancho principal de LIVE A LIVE es que es un RPG no lineal, cuya narrativa se lleva a cabo desde un puñado de puntos de vista diferentes, puntos de vista aparentemente paralelos. Una vez que estás en el menú principal, puedes elegir libremente qué epoca histórica quieres jugar, para tomar el papel de uno de los 7 diferentes protagonistas. Hay una gran variedad temática, pues puedes disfrutar desde la prehistoria o el Lejano Oeste hasta el Japón Feudal o el futuro lejano.
Cada una de estas aventuras es como un miniRPG contentido que dura entre 1 y 3 horas, por lo que la estructura de LIVE A LIVE es perfecta para esa gente que no tiene el tiempo o las ganas de jugar un RPG que dura y dura y dura sin que pase nada significativo. A pesar de la brevedad de estas historias, cada una está llena de encanto y sentimiento, que van desde el protagonista y su personalidad hasta su mininarrativa y el impecable doblaje de voz.
Grandes puntos a favor de esta estructura es que cada camino es claro y distinto del resto, tanto en cuanto a narrativa como a jugabilidad. Primero que nada, cada camino tiene particularidades que lo hacen entretenido y suele ser un guiño a algún paradigma establecido. Por ejemplo, en la prehistoria aún no existía el idioma, por lo que toda la comunicación se lleva a cabo de gestos y gruñidos; el presente es una recreación de los juegos de pelea arcade; y el el futuro cercano es una calca de un anime shonen tradicional. Cada historia es verdaderamente única a su modo, por lo que siempre te mandendrás entretenido. Y si una de ellas te cansando, puedes pausarla, pasarte a otra y regresar a esa más tarde. La libertad es total y no hay penalización.
Luchar contra el mal
En cuanto a jugabilidad, la mayoría de estos caminos comparten un sistema de pelea en cuadrícula por turnos. Tú y tus aliados pelean contra enemigos y al derrotarlos suben de nivel, con lo que tus personajes mejoran sus atributos y aprenden ataques. Lo interesante es que no hay puntos de magia: los ataques y su ejecución se basan en una barra de acción activa (estilo Final Fanasy), en la que los más veloces se mueven más frecuentemente. Así que no hay que preocuparse por cuidar tus puntos: ¿quieres lanzar puros ataques definitivos? ¡Hazlo! Solo aléjate para que no te maten mientras tanto. Y claro, como uno de los primeros RPGs, LIVE A LIVE también tiene fortalezas y debilidades, estados de efecto, ataques singulares y de zona… hay un sistema de peleas que en la superficie se ve sencillo, pero que si le buscas, es bastante complejo. Fácil de aprender, difícil de dominar.
A pesar de que todos los caminos comparten la misma jugabilidad de batalla, también hay diferencias notables basadas en el protagonista. Por ejemplo, el protagonista del Viejo Oeste es un pistolero, por lo que ataca siempre a distancia; y el protagonista del presente es un peleador arcade, por lo que siempre ataca cuerpo a cuerpo. Cada camino está elaborado para que cada protagonista le saque el máximo jugo a sus habilidades. Es en esta parte que se nota que la narrativa y la jugabilidad se desarrollaron pensando en la otra, porque congenian de gran manera.
Bueno y ¿de qué sirve que sean tantos protagonistas? Como recordarás, hace no mucho tiempo, Square Enix lanzó un juego llamado Octopath Traveler que también se basaba en historias paralelas, aunque decepcionó a la comunidad porque esas historias y personajes nunca convergieron de manera significativa. Bueno, pues aunque no te quiero spoilear mucho, me alegra mucho confirmar que donde Octopath Traveler falló, LIVE A LIVE brilla como un sol. El tercer acto del título aprovecha cierto hilo conductor que une a todas las narrativas y entrega una resolución final totalmente gratificante y que ata todos los cabos y pistas que se fueron sembrando a lo largo de tus aventuras aparentemente inconexas.
A pesar de que hasta ahora esta reseña ha sido puramente positiva, hay algunas ocasiones en las que LIVE A LIVE nos recuerda que, a fin de cuentas, es un juego de casi 3 décadas de antigüedad. Backtracking y grinding excesivos en algunos caminos, o pistas o secretos tan ocultos que es literalmente imposible encontrarlos sin una guía, entre otros detalles son cosas que Square Enix podía haber arreglado en este remake, pero en pos de la fidelidad dejó intactos y son un poco molestos. No obstante, a pesar de estas molestias, quiero que quede muy claro que LIVE A LIVE es un título perfectamente disfrutable hoy día.
De la vista (y los oídos) nace el amor
Y ya que estamos hablando del remake, evidentemente no podía ignorar el despampanante diseño audiovisual de LIVE A LIVE. Siempre he sido gran fanático del estilo 2D-HD de Square Enix, que combina sprites de la época de 8/16 bits con fondos y assets en alta resolución, pues crean un contraste impactante que simplemente se ve increíble. Y, en mi opinión, este juego es la mejor aplicación que este estilo ha tenido hasta la fecha, pues hay una grandísima variedad de colores y paisajes que permitieron al equipo artístico lucirse. Las montañas verdes de China, el desierto y los pueblos del Viejo Oeste, o un castillo japonés a la luz de la luna, todo en HD, destacan de grandiosa manera con los diseños chibi de los personajes cual juego de los 90. Se ve hermoso.
La música es igual de maravillosa, pues cada época también tiene sus propios temas musicales temáticos, tanto para la exploración como para la batalla, y todo se siente muy natural. La harmónica para el Viejo Oeste, la biwa para el Japón Feudal o el sintetizador para la época actual contextualiza aún más cada periodo histórico. Yoko Shimomura, la compositora original de LIVE A LIVE regresó en este remake para hacer rearreglos de los temas originales y modernizarlos, y el resultado es impecable. Y para colocar la cereza en el pastel está Megalomania, el tema oficial de batalla de jefe que sirvió como inspiración para que Toby Fox compusiera Megalovania, el tema de Sans de Undertale.
LIVE A LIVE es un juego de 1994, pero en varios aspectos es incluso superior a muchos RPG que son lanzados hoy día. Quizás es porque el género apenas estaba naciendo y todo mundo apenas estaba experimentando, pero la realidad es que este es un título que toma géneros y estereotipos… ¡y los rompe de manera fascinante! Combina eso con una narrativa holística muy bien cuidada y un diseño audiovisual perfecto que cualquier productor AAA envidiaría, y estamos ante uno de los mejores RPG del año. Si eres amante de los RPG tradicionales nuevos o antiguos, LIVE A LIVE es un título que no te puedes perder.
Pros:
+ Narrativa holística que tiene conclusión satisfactoria
+ Diseño audiovisual contrastante y atractivo
+ Sistema de batalla retador pero no complicado
Contras:
– Algunas decisiones de diseño recuerdan que el juego tiene casi 30 años