Algunas de las fortalezas de los videojuegos son la inmersión y en imaginación que logran expresar a través de distintos títulos y géneros. Uno de los precursores de los videojuegos que más ha inspirado al medio son los juegos de rol de mesa, siendo Calabozos y Dragones siendo la franquicia con mayor reconocimiento en la cultura actual. Uno de los aspectos más interesantes de los juegos de rol de mesa es la forma en la que premia la imaginación de sus participantes a través de la participación de jugadores como aventureros y de un jugador que funge como maestro de calabozo. Este último se encarga de que los aventureros puedan entender el mundo en el que se encuentran, guiando a los participantes poco a poco a través de la campaña propuesta.

Bueno, ¿y a dónde voy con esto? Pues a que la serie Voice of Cards de Square Enix ha fusionado estas dos entidades que, en retrospectiva, resultaron ser una pareja hecha a la perfección: los juegos de rol de mesa y el ADN de las series Drakengard y NieR, del extravagente director creativo Yoko Taro. Ahora, con la tercera entrega de la serie, The Beasts of Burden, el equipo de Alim demuestra que no necesitas un gran presupuesto para crear una aventura divertida, capaz de conmover y apoderarse de tu tiempo sin que te des cuenta.

Un mundo nuevo

Así como The Isle Dragon Roars, primer título de la serie, no se encontraba relacionado a su secuela The Forsaken Maiden, Voice of Cards: The Beasts of Burden nos presenta una historia completamente nueva, la cual puede disfrutarse sin preocuparse por la cantidad de entregas relacionadas o el universo previamente establecido de algunas franquicias que acaparan la cultura popular de la actualidad.

Al iniciar la aventura, nos recibirá la narradora, quien nos acompañará durante el transcurso de la historia. Es a través de ella, elemento primordial del juego, que podremos percatarnos de la emoción en cada uno de los personajes. Aunque es posible escuchar la voz de la narradora en japonés, quien hace un buen trabajo para demostrar emociones conforme avanza la trama, personalmente creo que la narración en inglés, activada por defecto cuando iniciamos la aventura, logra transmitir estas emociones y también le aporta un timbre sutil a los personajes. Esto permite que la aventura que se desenvuelva muy bien y se sienta como una campaña cautivadora.

Tomando el control de Al’e, una chica que protege a su familia y amigos en una aldea subterránea, nos vemos obligados a huir al mundo exterior junto con L’gol, un guerrero que nos guiará para descubrir el poder oculto que la protagonista es capaz de aprovechar, mostrando la mecánica principal del juego: la captura de monstruos.

¡Barájalos todos!

Poco después de que llegues al mundo exterior, recibirás armamento y una baraja de cartas en blanco, las cuales pueden utilizarse para absorber la esencia de los monstruos para que sean utilizadas en batalla.  

Cuando entramos en combate, es posible realizar ataques regulares, defendernos o utilizar objetos, pero también es posible activar habilidades con gemas generadas como en los títulos anteriores de la serie: en este caso, la habilidades disponibles están dictadas por los monstruos que hayamos logrado capturar en combates anteriores.

Aunque el sistema toma un poco de tiempo para entrar en calor, éste hace que cada pelea se sienta como una oportunidad de obtener algo más que solo oro y puntos de experiencia. Y aunque dependemos de una ruleta al final de las peleas, normalmente 2 de cada 3 veces podremos obtener una tarjeta para ampliar nuestro arsenal. Para que obtener tarjetas similares no sea inútil, cada tarjeta tiene un nivel de poder, el cual puede variar desde una hasta cinco estrellas: con cada nivel, el daño que genera o la probabilidad de que su efecto adicional se active aumentan y el costo de gemas disminuye, lo que causa que buscar una tarjeta específica sea una labor que vale la pena.

Afortunadamente, y en pos de la diversión del título, todos los personajes de nuestro grupo son capaces de utilizar estas tarjetas: Al’e y L’gol, así como Pulche y Tralis, personajes que se unen a la aventura en el transcurso de los primeros capítulos, son capaces de tener hasta cuatro habilidades monstruosas a su disposición. Esto, en conjunto con habilidades inherentes que obtenemos conforme subimos de nivel, las cuales otorgan resistencias o efectos adicionales a nuestros ataques, permite que cada personaje sea suficientemente diferente tanto narrativa como mecánicamente.

Misterios monstruosos

Si el primer pilar del juego es la narración, y el segundo el combate, ciertamente el tercer pilar de Voice of Cards: The Beasts of Burden es la narrativa que maneja. Y es que, aunque el título no tiene una historia muy compleja o extensa, logró mantenerme interesado durante los 7 capítulos que abarcan la aventura completa.

Con una duración aproximada de una hora por capítulo, exceptuando el último, cada segmento de la narrativa se siente como un arco pequeño en un anime, con sus propios personajes y eventos. Sin embargo, y como habría de esperarse de todo aquello que tiene el sello distintivo de Yoko Taro, las historias mostradas logran presentar aspectos de la naturaleza humana que en muchas ocasiones suelen ser obviadas en la ficción

Principalmente, la narrativa de Voice of Cards: The Beasts of Burden y su mundo están enfocados en la relación que existe entre los humanos y el mundo, el cual es extremadamente peligroso por sí solo y además está habitado por mortíferos monstruos. Sin embargo, como bien ha sucedido con la narrativa de los juegos de la serie, no todo es lo que parece, y poco a poco se va armando una historia sencilla que se conecta con todos los elementos gracias a esta misma sencillez.

Combinando estos tres pilares con el arte de Kimihiko Fujisaka , diseñador de personajes de Drakengard 3; y el excelente soundtrack desarrollado por Keiichi Okabe y su estudio, Monaca, reconocidos por su labor en la musicalización de la serie Nier; la simplicidad de Voice of Cards: The Beasts of Burden no es un detrimento, si no una fortaleza que permite que todos sus elementos resalten adecuadamente. Este juego es una prueba de la fortaleza de la calidad sobre la cantidad del contenido desarrollado.

Además de la aventura principal, el título tiene, en parte celebrando la temática de usar cartas para todo, un juego de cartas en el cual podemos enfrentarnos con la máquina o con otros jugadores en la misma consola de manera local. Aunque es un detalle pequeño y sencillo, le da un giro inesperado a un juego que, a todas luces, parece ser expresamente para un solo jugador.

Buscando imposibles

Voice of Cards: The Beasts of Burden es, como mencioné anteriormente, una propuesta sencilla, lo cual lleva a que sea también una aventura de duración reducida a comparación de otros juegos del género. Mi travesía con Al’e y sus compañeros me tomó poco más de 12 horas, habiendo explorado la gran mayoría del mundo y experimentado la historia principal en su totalidad.

Ya que fue desarrollado en un ciclo extremadamente rápido, considerando que ni siquiera ha pasado un año desde el lanzamiento del primer juego de la serie, puede notarse un poco de prisa en el proceso de creación. Por ejemplo, algunas de las líneas de la narración tienen un desequilibrio en la mezcla de volumen, llevando a que pasemos de una frase narrada a volumen muy bajo a otra con una entonación considerablemente mayor. Sin embargo, este es un pequeño detalle que no se encuentra presente en demasiadas ocasiones, y no es un detrimento a la experiencia general. Sobre todas las cosas, me queda claro que Voice of Cards: The Beasts of Burden es un título que fue creado con mucho cariño, ya que es denso e incluso cuenta con modos de juego adicionales.

Debido a la naturaleza del juego, la cual se asemeja mucho a historias para dormir y a juegos de rol de mesa, Voice of Cards: The Beasts of Burden es una experiencia divertida y cautivadora. Es una aventura que puede atraparte a ti o a un grupo de amigos que busquen disfrutar de una historia sencilla que se complementa con música y arte excelentes para pasar un muy buen rato, gracias a sus intuitivas mecánicas de juego y accesible duración. Definitivamente, esta tercera entrega de la saga creada por Yoko Taro es tan interesante como las anteriores; y ya sea que este sea el primer, segundo o tercer título de la serie que juegas, The Beasts of Burden vale la pena en todos los sentidos.

Pros:

+ Relativamente corta duración

+ Interesante mecánica de captura de monstruos

+ Excelente narrativa, dirección artística y banda sonora

Contras:

– Problemas en la mezcla de audio de narración