Hay una frase que dice que las segundas partes nunca fueron buenas. Contar una historia de origen es accesible y cautivador, ¿pero cómo le haces para mejorar algo que tiene personajes (y en el caso de los juegos, también mecánicas) ya establecidos? Me alegra mucho decirte que Respawn Entertainment le atinó a la fórmula, pues Star Wars Jedi: Survivor es una excelente secuela a Fallen Order, título del cual no sabíamos qué esperar pero que se convirtió en un clásico instantáneo. Sí, hay problemas aquí, pero también mucha satisfacción.
La pandilla está de regreso
Star Wars Jedi: Survivor comienza unos 5 años después de los eventos ocurridos en Fallen Order. Aunque en ese momento todo parecía amor, felicidad y compañerismo, evidentemente no podía durar para siempre. El tiempo pasó, como una estrella fugaz, y ahora vemos a un Cal Kestis que sigue en su lucha contra el imperio, pero con un equipo nuevo y un dejo de soledad en los ojos. Durante algún punto de ese lustro, poco a poco todos los integrantes del equipo que conocimos en el primer juego, fueron abandonado a Cal, por lo que él se fue quedando solo en su pelea y empezó a guardar cierto resentimiento hacia sus excompañeros.
Después de viajar a incontables planetas, en esta nueva aventura, el maestro Jedi encuentra una manera de terminar su lucha contra el Imperio. No obstante, también se pregunta, ¿vale la pena perseguir esa idea? A fin de cuentas, prácticamente lo único que sabe hacer Cal es pelear, y debido a que es uno de los últimos guerreros de su orden, siente una obligación moral a hacerlo. Si Fallen Order fue la historia de origen de este entrañable personaje, Survivor es donde verdaderamente vemos su desarrollo, y conocemos sus ideales, sus sueños y sus inseguridades, lo que lo convierten en un protagonista mucho más fuerte y memorable que en la primera entrega.
Afortunadamente para los amantes de Greez, Merrin y Cere, Cal debe recurrir a ellos una vez más para que lo ayuden a encontrar ese algo que podría cambiar las cosas. Todos estos personajes siguen siendo tan memorables y graciosos en la secuela y por supuesto que hay varios momentos extremadamente sentimentales y llenos de acción a lo largo de esta aventura, que te puede tomar entre 20 y 30 horas dependiendo de qué tanto te gusta explorar.
Por si fuera poco, el elenco ahora es acompañado de un buen número de personajes secundarios que conoces y reclutas a lo largo de tus viajes. Y aunque no están tan desarrollados, agregan mucha variedad y demuestran qué tan diferente puede ser la vida a lo largo y ancho del universo. Bode, un mercenario que acompaña a Cal en varias de sus misiones, merece una mención especial, pues tiene una excelente química con el protagonista y a medida que se va desarrollando su historia comienza a caer mejor y mejor.
No hay hogar como el hogar
Para ponerlo en términos sencillos, Star Wars Jedi: Survivor es a Fallen Order lo que God of War: Ragnarok es a God of War (2018): la misma idea principal y las mismas mecánicas, pero ahora todo es más grande y más desarrollado.
Para empezar, ahora los mundos son mucho más amplios. Si Fallen Order parecía una serie de corredores interconectados en donde solo había un camino hacia adelante, ahora hay grandes espacios enteramente explorables, con muchos secretos que encontrar y caminos secundarios que seguir. Además, también hay una gran variedad de biomas entre los diferentes planetas y aún dentro de ellos, pues podemos encontrar desde parajes desérticos gigantescos hasta edificios tecnológicos subterráneos nuevos y antiguos, cuevas iluminadas por insectos bioluminiscentes, selvas verdes y llenas de fauna; ciudades metropolitanas y más.
Esta libertad de decidir cuándo perderte en los planetas o cuándo seguir las misiones principales dotan a este juego de ciertos elementos de mundo abierto, como la posibilidad de montar criaturas para avanzar más rápido por el terreno o incluso (y gracias al cielo) usar viaje rápido. Los elementos metroidvania se mantuvieron, así que siempre será emocionante regresar a una región anterior ya que tienes alguna nueva habilidad, pues eso significa que tendrás acceso a nuevas areas antes inexplorables. De igual manera, el hecho de que nuestro objetivo principal no sea tan apremiante, evita que haya disonancia ludonarrativa cuando nos damos el tiempo de tontear por un rato.
Ahora bien, un apunte importante: la exploración es genial, pues siempre encontrarás algún secreto detrás de un camino secreto o un puzzle ambiental. Pero, ¿y qué tal son las recompensas? La realidad es que casi siempre son cosméticas. En la mayoría de los casos, tus ganas de descubrir serán recompensadas con artículos para personalizar a Cal, la apariencia de Cal, la vestimenta de Cal, el sable de Cal y sus componentes, o la apariencia de BD-1. En algunos casos contados encontrarás ventajas para mejorar tu combate y en caos aún más raros encontrarás fragmentos que aumentan tu vida o tu barra de la Fuerza. Cabe recalcar que la tasa cosmético-utilidad es más balanceada que en Fallen Order, pero aún así se inclina notoriamente hacia un lado. Si eres un fanático de Star Wars, seguro será un sueño poder personalizar hasta el más mínimo de tu sable de luz o los componentes de tu robot, pero si eres un jugador más práctico, es posible que sientas que las recompensas son algo decepcionantes.
Una gran adición a Star Wars Jedi: Survivor es Koboh. Este es uno de los primeros planetas que visitaremos, sí, pero lo interesante es que en el centro hay una especie de pueblo del viejo Oeste que servirá como nuestro centro de operaciones o base. En Fallen Order viajamos por toda la galaxia y realmente nuestro hogar era la nave Mantis, pero después de mucho sufrir y de mucha soledad, Cal finalmente empieza a encontrar un hogar aquí. El pueblo, y especialmente la cantina en su centro empiezan a ser poblados por los personajes que salvemos y reclutemos a lo largo de nuestra aventura, los cuales otorgan actividades extra o misiones secundarias. Hay un marinero que limpia cuerpos de agua del planeta y para quien debemos cazar peces para añadir a su acuario; un par de locos con quienes podemos jugar una especie de ajedrez en el que las fichas son enemigos que BD-1 haya explorado; y una excazarrecompensas que nos otorgará ventajas únicas al derrotar a otros cazarrecompensas que intenten matarnos. También hay unos establos que guardan los animales que domemos y que podemos montar, un jardín botánico en el que podemos sembrar y cultivar las semillas que nos encontremos y mucho más.
Se siente genial ver cómo nuestras aventuras tienen un impacto real en el mundo, al notar cómo el pueblo comienza a crecer y la gente nos muestra afecto. Si bien es cierto que muchas de las actividades disponibles en Koboh son intrascendentes, este planeta sirve como un merecido lugar de descanso de vez en cuando para cortar el ritmo de estar peleando contra tropas del Imperio constantemente en otros planetas.
Que la Fuerza te acompañe
En cuanto a movimiento, la buena noticia es que Cal retiene algunas de sus habilidades del juego anterior, como el salto doble o el caminado en paredes, así que no sentirás que estás empezando a gatear de nuevo. Por otra parte, no es ningún secreto que el combate de Fallen Order estaba inspirado en los juegos estilo Souls y, de hecho, la fórmula se mantiene aquí, con algunas adiciones, pero no necesariamente buenas.
En primer lugar, en Star Wars Jedi: Survivor hay muchas más posturas de ataque que en Fallen Order. Sí, tienes la postura de un sable regular ofensiva y la del sable doble defensiva, pero ahora también hay una postura para usar un sable en cada mano, una de un sable en una mano y una pistola de rayos en la otra, y hasta una postura pesada basada en el sable de Kylo Ren de las películas. Cada una de estas posturas tiene su propio árbol de habilidades y estadísticas ofensivas y defensivas, por lo que en teoría sirven para diferentes escenarios y grupos de enemigos. No obstante, el sistema no funciona nada bien.
Por alguna razón inexplicable, solamente puedes tener equipadas y usar e intercambiar 2 posturas en cualquier momento dado. Si por alguna razón quieres probar otras, debes ir a un punto de meditación y cambiarlas manualmente por otras, que serán las únicas que podrás usar. Si Ghost of Tsushima y Yakuza/Judgement ya demostraron lo divertido que puede ser cambiar de posturas de ataque sobre la marcha y al calor del combate, realmente no me explico cuál era la necesidad de limitarnos de esa manera. Además, considerando que cada postura tiene su propio árbol y que los puntos de habilidad son limitados, realmente el juego te impulsa a elegir un par de posturas favoritas, enfocarte en ellas, desarrollarlas y olvidar el resto.
Por otra parte, quizá con la honrosa diferencia de la postura de Kylo Ren que es extremadamente lenta y poderosa, las demás posturas se ven diferentes, pero no se sienten diferentes. Es posible que la postura del sable doble sea un poco mejor para manejar grupos de enemigos y la postura con la pistola funcione mejor para lidiar con androides, pero en general nunca sentí que debía cambiar de postura por alguna otra específica en algún momento dado. Todas funcionan bien a secas.
El combate es vistoso, pero no necesariamente se siente satisfactorio. Primero, por supuesto que siempre será entretenido chocar sable contra sable o partir robots a la mitad, en un combate acompañado de efectos de sonido icónicos, animaciones de asesinato variadas y (a diferencia de Fallen Order, que fue reservado en este aspecto) hasta desmembramientos de extremidades de humanos. Sin embargo, la realidad es que no hay muchos combos interesantes, ni maneras de combinar tus posturas o utilizar el ambiente a tu favor. El problema es que estas heramientas sí están ahí, pero solo a un nivel básico. Y debido a los sencillos patrones de ataques del enemigo y las hitboxes imprecisas, el combate tampoco es tan metódico como un Souls.
Habrá ocasiones en los que tendrás un acompañante que te puede ayudar a pelear o explorar. Afortunadamente no pueden morir, así que no tienes que cuidarlos, pero tu injerencia sobre su actuar se reduce a seleccionar un enemigo para que se enfoquen en él o a decirles que te abran caminos para avanzar. Al menos, siempre es entretenido escuchar las conversaciones entre ellos y Cal.
La otra adición al combate son las ventajas (perks), habilidades y mejoras que se pueden equipar estilo amuletos de Hollow Knight o materia de Final Fantasy, y que encontrarás explorando el mundo, resolviendo puzzles ambientales o pasando misiones. Hay un máximo de ranuras que pueden usarse y, para aumentar ese número, debes buscar un bien bastante escaso en el mundo e intercambiarlo en una tienda. Lo peor de todo es que las ventajas tampoco son nada especial, pues ofrecen mejoras bastante aburridas, como aumentar tu barra de defensa o la cantidad de tiempo que puedes controlar a un enemigo con tus habilidades mentales. En ningún momento sentí que realmente importara qué ventajas tenía equipadas.
Así, Star Wars Jedi: Survivor se queda a la mitad entre combate metódico y combate de acción y nunca deja un sabor de boca totalmente bueno, solamente aceptable. De hecho, hay hasta veces que es injusto, pues hay algunos enemigos (especialmente bestias), que te pueden matar de un solo golpe. El combate fue probablemente lo peor de Fallen Order y aquí, aunque se añadieron cosas, la historia se repite.
Luz y oscuridad
Visualmente, Star Wars Jedi: Survivor da una de Cal por una de arena (jeje), aunque esto parece tener que ver con problemas de optimización más que con otra cosa. Como ya mencioné, el diseño artístico es excepcional, pues los planetas y los diferentes biomas se ven espectaculares, con diseños de buena resolución y gran paleta de colores. No obstante, todo se ve borroso al menos en el modo desempeño, pues la resolución baja dramáticamente en combate o áreas abiertas.
En cuanto a rendimiento, la cosa se pone peor. El modo fidelidad evidentemente llega hasta 30 cuadros por segundo (aunque no siempre los alcanza), y aunque la mejora en la calidad visual es notable, realmente no es muy útil para un juego en el que el combate es relativamente exigente. Por otra parte, el modo fidelidad, a pesar del bajón visual, tampoco alcanza los 60 cuadros fijos, pues hay caídas, brincos y saltos que entorpecen la jugabilidad. Por si esto fuera poco también hay crasheos de vez en cuando, aunque afortunadamente el autoguardado es constante así que nunca pierdes tanto tiempo.
Cabe resaltar que al momento de la publicación de esta reseña ya salieron un par de parches. Sí, antes las cosas eran peores, pero hoy aún están lejos de ser aceptables para un juego AAA. Esto es particularmente triste porque Fallen Order salió en un estado parecido y parece que Respawn Entertainment o EA no aprendieron al respecto. Es evidente que Star Wars Jedi: Survivor necesitaba un par de meses más en el horno para corregir y afinar, pero se sacó antes de tiempo para que ya estuviera a la venta durante el día de Star Wars.
La buena noticia es que la banda sonora orquestral es excelente y se adecua perfectamente a cada momento que sucede en pantalla, tal como en cualquiera de las películas. Por otra parte, el DualSense se utiliza de gran manera, particularmente la retroalimentación háptica para demostrar vibraciones o la bocina para añadirle personalidad a los sonidos electrónicos.
El camino así es
Como habrás notado, Star Wars Jedi: Survivor tiene bastantes problemas, como el rendimiento ahora mismo y el hecho de que el combate no es nada especial. Pero aún así, te puedo asegurar que es una grandiosa secuela de Fallen Order. La historia es intrigante aunque de manera diferente a la primera entrega; Cal Kestis es un personaje más fuerte y mejor desarrollado; y está acompañado por un divertido elenco de apoyo. Por otra parte, la exploración es mucho más basta y la adición de una base que va a creciendo poco a poco contigo es un grandísimo acierto.
Star Wars es una franquicia legendaria que en los últimos años había estado sufriendo con la aceptación de sus producciones. Pues desde 2019, Respawn Entertainment, sin prácticamente ninguna ayuda, la está salvando. Definitivamente no podemos esperar para ver a Cal Kestis en la pantalla grande o la pantalla chica.
Pros:
+ Historia intrigante y buen desarrollo de personajes
+ Planetas más grandes y bastos que ofrecen mucha exploración
+ Es agradable ver cómo tu base va creciendo contigo
Contras:
– El rendimiento es fatal durante sus semanas de lanzamiento
– El combate es vistoso, pero no satisfactorio