Nintendo siempre se ha caracterizado por presentar títulos que, con una jugabilidad fácil de aprender pero difícil de dominar, atrapan a la gente y la convencen de probar aún los géneros más particulares. Así se hizo famoso Advance Wars en 2001 y ahora, tras varios retrasos, finalmente tenemos el remake Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp en nuestras manos. ¡Y cumple con creces!

El arte de la guerra

Como su nombre lo indica, Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp es una compilación reimaginada de las primeras 2 entregas de esta popular franquicia de estrategia táctica. La jugabilidad, en su mínima expresión, implica derrotar al o a los enemigos en mapas variados, al aprovechar nuestras unidades de guerra para acabar con las de ellos, o en su defecto capturar su cuartel central.

Las campañas nos irán poniendo en diferentes escenarios que cuentan la historia de varios países ficticios que se encuentran en guerra geográfica. Estos escenarios poco a poco van subiendo de dificultad y nos van soltando a medida que vamos aprendiendo todas las mecánicas y unidades disponibles. Esta suave curva de aprendizaje es necesaria para los principiantes, aunque lamentablemente afecta un poco el ritmo de progresión del primer juego. Debido a que cada misión está atada a la narrativa y a que muchas misiones son tutoriales glorificados, las primeras horas de la primera campaña pueden sentirse innecesarias si ya estás familiarizado con el género. La buena noticia es que aunque la segunda campaña, que es mucho más dinámica, aparece bloqueada por defecto, puedes acceder a ella con solo presionar un botón.

Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp es un juego clásico de estrategia táctica, con mapas y movimiento de cuadrícula. Así pues, el objetivo es analizar el mapa, tus unidades y sus capacidades de movimiento y ofensivas para poco a poco ir acabando con tu adversario y sus recursos. La estética de juguete puede hacer pensar que estos son títulos fáciles, pero la realidad es que hay muchos elementos en juego.

Primero, cada unidad tiene ventajas y desventajas. La infantería se puede mover pocas casillas, pero es necesaria para capturar edificaciones y adjudicarte más recursos cada turno; los tanques son fuertes en combate cuerpo a cuerpo, pero son débiles a la artillería o los cohetes, que atacan de lejos; los vehículos de reconocimiento y de transporte tienen un gran rango de movimiento y sirven para explorar y llevar unidades, pero son frágiles; etc.

También está el terreno. Los vehículos terrestres se pueden mover bien en campo traviesa, pero no pueden cruzar montañas y se mueven lento en los bosques. Por otra parte, la infantería se mueve más rápido en los bosques y ubicarse en las montañas les sirve para tener mayor campo de visión en los mapas donde hay niebla de guerra, algo fundamental para tratar de averiguar qué está haciendo el enemigo en las sombras. También están cuerpos de agua de diferente profundidad que solo pueden ser navegador por vehículos aéreos o marítimos, nieve que ralentiza a todas las unidades y más.

Por otra parte están los oficiales al mando. En cada partida dada, cada jugador tiene un oficial, que es quien da las órdenes y que al paso de los turnos va cargando una barra de poder que puede darle la vuelta a la partida si se usa en el momento oportuno. Algunos de estos poderes incluyen la capacidad de reparar todas la vida de tus unidades, otorgarles poder ofensivo, permitirles atacar desde lejos o incluso lograr que realicen 2 acciones en el mismo turno. Siempre debes estar al pendiente de la barra del oficial enemigo, para estar preparado cuando utilice su poder. Por cierto, el uso de los poderes presenta una animación corta pero llamativa, lo que incrementa su dramatismo.

En las 2 campañas serás colocado en varios escenarios, algunos con condiciones de victorias básicas, mientras que en otros hay condiciones alternativas, como sobrevivir cierta cantidad de días, controlar cierta cantidad de ciudades antes que tu enemigo y más. Algunos escenarios solo te ofrecen una cantidad limitada de unidades, en donde realmente tienes que planificar minuciosamente dónde moverás cada pieza para que no se pierda innecesariamente. Por otra parte, hay otros escenarios donde tú y tu enemigo tienen fábricas que les permiten crear unidades cada turno, en los cuales el enfrentamiento se convierte más en un tema de aguante y desgaste. Aquí es particularmente útil la nueva característica de pasar los turnos en velocidad rápida, para acelerar las cosas en partidas largas.

A pesar de que Advance Wars tiene más de 20 años, la fórmula de jugabilidad sigue vigente y es tan estimulante como siempre. Lograr vencer al oponente gracias a tus habilidades tácticas, para poberle fin a una guerra que duró más de un mes, es francamente satisfactorio. Y si te sientes un poco abrumado al principio, no te preocupes: hay bastantes tutoriales, una dificultad fácil y hasta una nueva opción para reiniciar tu turno si te equivocaste en algo; todas características que ayudan a los principiantes a aclimatarse a este género.

Todo lo que brilla es metal

Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp llega con una capa de pintura fresca que pone a este juego a la altura de las circunstancias, como una entrega de consola de sobremesa y no de portátil. En primer lugar, hay una que otra cinemática hermosamente animada, además del ya mencionado uso de los poderes durante las partidas. Una buena adición es la del doblaje de voz. En las secciones de novela visual de las campañas, así como en algunos momentos de los combates los personajes hablan, lo que complementa a la perfección sus coloridas personalidades que antes solo conocíamos a través de texto.

En cuanto al aspecto visual de la jugabilidad de combate, se optó por un diseño visual de juguete. Los mapas parecen de cartón y las unidades parecen figuras de acción. Los juegos originales se veían poco realistas debido a las limitaciones del GameBoy, pero aquí la decisión fue totalmente intencional. El tono de la franquicia Advance Wars siempre ha intentado ser jovial y relajado: a fin de cuentas, estamos hablando de guerra, pero Nintendo siempre ha intentado quitarle esa connotación netamente destructiva y negativa. Así pues, el nuevo diseño visual complementa y apoya esta idea.

La banda sonora original fue regrabada y ofrece una gran variedad de géneros musicales, que van desde el rock hasta el jazz, dependiendo de con quién estemos hablando o luchando. Es genial ver (o más bien oír) cómo esas sencillas tonadas comprimidas que salían de un GameBoy ahora finalmente fueron compuestas en alta fidelidad y con decenas de instrumentos.

Recompensas de guerra

Si bien las campañas de Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp tienen una narrativa extremadamente sencilla, te ofrecerán más de 30 horas de juego. Pero eso no será todo, ya que este paquete ofrece varios modos extra que aumentan su rejugabilidad exponencialmente. Primero está el Cuarto de Guerra, donde puedes seleccionar cualquier oficial que poseas para enfrentarte contra la máquina en una muy, muy extensa variedad de mapas, con modificadores y diferentes condiciones de victoria. Este es el modo donde seguramente pasarás más tiempo y donde definitivamente pondrás tus habilidades a prueba. Además, también hay un modo diseño muy intuitivo, que te permite crear tus propios mapas desde cero y y personalizarlos a tu gusto para que sean tan sencillos o complejos como quieras. Después puedes compartir estos mapas en línea, aunque lamentablemente solo con tus amigos.

Hablando del juego en línea y el multijuador, este es quizá el punto más decepcionante de Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp. En primer lugar, el juego en línea también está limitado a enfrentar a tus amigos, pues no hay emparejado con desconocidos. Por otra parte, aunque el multijugador se puede usar en línea o en modo local con uno o varios Nintendo Switch, no hay juego asincrónico. Eso quiere decir que si planeas jugar un mapa muy complejo o con varias personas a la vez, más vale que todos tengan un par de horas libres o van a tener que dejar la partida sin terminar.

Finalmente, hay una última recompensa por todas tus honrosas victorias en el campo de batalla. Cada que ganes una partida, el juego te otorga una puntuación y una cantidad de monedas dependiendo de tu desempeño, habilidad y velocidad al ganar. Luego, puedes usar esas monedas en la tienda para adquirir aún más mapas para usar en los diferentes modos, oficiales con habilidades nuevas, o incluso pistas musicales y arte clave para escuchar y admirar en tus ratos libres.

La miel de la victoria

Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp es una gran máquina de guerra, con solo uno que otro desperfecto. Nintendo tomó las primeras 2 entregas de esta querida franquicia y las modernizó en todos sus aspectos: visual, con el nuevo diseño de arte; auditivo, con la música regrabada y el doblaje de voz; y hasta mecánico, con algunas adiciones de calidad de vida. La jugabilidad también sigue vigente, así que realmente el único gran problema es lo decepcionante de los aspectos en línea, algo a lo que lamentablemente Nintendo ya nos tiene acostumbrados. Si estás interesado en los juegos de estrategia tácticos, esta colección es un excelente lugar para empezar.

Pros:

+ Jugabilidad vigente; fácil de aprender pero difícil de dominar

+ Realce audiovisual notable

+ Gran factor rejugabilidad; con muchos mapas extra y creador de mapas

Contras:

– Los mapas creados solo se puede compartir con amigos

– No hay emparejamiento contra desconocidos en línea