Final Fantasy XVI es un título que, nuevamente, fue un marcado contraste respecto a los juegos de antaño, pero al mismo tiempo representaba una comprensible evolución de la serie.

Producido por Naoki Yoshida, mejor conocido como Yoshi-P, junto con el Creative Business Unit III, estudio detrás del renacimiento de Final Fantasy XIV, Final Fantasy XVI fue uno de mis juegos favoritos de 2023: su inminente lanzamiento en PC me ha llevado a la presente situación, una oportunidad de reevaluar el juego y descubrir si la magia sigue permaneciendo latente.

Afortunadamente, puedo confirmar que sí, Final Fantasy XVI sigue siendo una increíble aventura, y ahora cuenta con más oportunidades para demostrar el poder de sus creadores a través de computadoras con potencia que supera considerablemente al PlayStation 5. Esta versión de PC es quizás la definitiva del juego, gracias a algunas novedades incluidas, pero vayamos poco a poco.

Un Mundo Eikónico

Final Fantasy XVI se desenvuelve en Valisthea, un reino fantástico en el cual imperan múltiples reinos, los cuales suelen ser dirigidos o reinados por Dominantes, hombres y mujeres capaces de manifestar en carne propia los poderes y forma de Eikons, seres todopoderosos que fungen el rol de dioses que pueden controlar los elementos del mundo.

El protagonista de Final Fantasy XVI, Clive, es el primogénito del duque de Rosaria, y uno de sus escudos, protectores de Joshua, hermano menor de Clive y Dominante del Fénix, Eikon de fuego.

En el año 860 del reino, una plaga está invadiendo a Valisthea y a todas sus naciones: dicha plaga drena de vida a todas las plantas, animales y seres humanos, por los que los Cristales Madre, montañas de cristal gigantes capaces de otorgar éter prácticamente infinito, son puntos focales en la tensión política y militar latente entre las naciones de Valisthea.

La historia comienza in medias res, 13 años después, pero rápidamente regresa a la juventud de Clive, Joshua y Jill, invitada política (por no llamarla rehen) de una nación aledaña a Rosaria: un trágico suceso acontece en dicho ducado, lo cual envía a Clive en una odisea en busca de venganza y redención, eventualmente uniéndose a una rebelión liderada por el correspondiente Cid de Final Fantasy XVI, todo con el objetivo de salvar a los Portadores, personas capaces de usar magia pero ubicadas en el estrato inferior de la jerarquía social por su aparente existencia destinada a terminar en muerte y exclusión.

El argumento y personajes de Final Fantasy XVI están claramente inspirados en Game of Thrones, como incluso ha declarado explícitamente el equipo de desarrollo. No obstante, esto no es malo, pues logré ver esta versión “adaptada” de Westeros como un enfoque diferente en un trasfondo similar. Sí, la historia comienza con venganza y muerte, pero Final Fantasy XVI se desenvuelve de una forma muy distinta, parecida a una obra de teatro: podrá tener luchas titánicas, pero también alberga reacciones y desarrollo mucho más emotivos de parte de sus protagonistas: el alma y corazón de los personajes de Final Fantasy XVI está en su realismo y en la forma en la que puedes creer y aceptar sus anhelos e intenciones.

Por supuesto, algo que Final Fantasy XVI y Game of Thrones definitivamente comparten es su amor por el combate para contrastar la intriga política.

Acción en mi Fantasía

En lo que respecta a la jugabilidad, Final Fantasy XVI supone un gran cambio con respecto a las primeras entregas, pero es una evolución natural de su predecesor: mientras que Final Fantasy XV era un RPG de acción con un sistema de combate sencillo, Final Fantasy XVI es un RPG de acción y combate con personajes en toda regla, al estilo de un juego de Devil May Cry: el personal de Devil May Cry 5 trabajó en Final Fantasy XVI, ¡y se nota de maravilla!.

Clive, como escudo de Rosaria y protector de Joshua, posee una fracción del poder del Fénix, lo cual le otorga magia y habilidades de fuego. Sin embargo, a medida que avanza en sus viajes, es capaz de sintonizar con y obtener los poderes de otros Eikons, pudiendo aprovechar el viento, trueno, tierra y muchos otros elementos, haciendo malabarismos con tres elementos y habilidades a la vez, como haría Dante.

El juego funciona en fases de exploración y «fases de acción»: mientras exploras, visitarás muchos países de Valisthea, conocerás a sus habitantes, cumplirás peticiones y lucharás contra muchas criaturas, incluidos temibles objetivos de caza que pueden otorgar recompensas.

Las fases de acción son algunas de las muestras más explosivas e increíbles de pericia gráfica y técnica que he visto en juegos de acción. Las peleas entre Eikons y monstruos gigantes son siempre impresionantes y emocionantes: esto se ve mejorado con muchas opciones de dificultad y accesibilidad, con tres modos de dificultad bien definidos (uno de ellos se desbloquea al terminar el juego) y anillos que cubren elementos mecánicos del juego y despejan nuestros pensamientos para que técnicamente sólo podamos machacar a nuestros oponentes sin manejar objetos ni a Torgal, el leal sabueso de Clive.

Cada fase de acción es un avance marcado de los nudos narrativos, mientras que la exploración lleva a momentos más contemplativos entre personajes. Aunque Final Fantasy XVI no cuenta con un sistema de “party” como lo harían otros juegos, esto no significa que Clive esté solo en su pelea, habiendo un elenco de deuteragonistas y personajes secundarios que llegan a robarse el show con sus historias y actuaciones.

La narrativa del juego se desarrolla a través de un prólogo que tiene lugar durante la adolescencia de Clive, un primer acto 13 años después, un segundo acto 5 años después y un acto final en el que puedes encontrar el punto de no retorno antes de la batalla final. Es en este punto en el que ambos DLC están disponibles.

Los Últimos Testigos

Echoes of the Fallen y The Rising Tide son desbloqueados al mismo tiempo, tras alcanzar la misión principal final y completar dos importantes misiones secundarias. Esto me llevó a mi única confusión con el lanzamiento de Final Fantasy XVI para PC:  su DLC no está incluido. Sin embargo, hablemos primero de lo que contienen ambos paquetes complementarios antes de preguntar por qué sucedió esto más allá del dinero.

El contenido incluido en Echoes of the Fallen se siente como un reto para los jugadores más sangrientos: peleas contra criaturas superpoderosas que pueden ponerse al tú por tú contra Clive y contra el antagonista final de Final Fantasy XVI.

The Rising Tide, por el otro lado, es contenido más enfocado en la narrativa y en incluir nuevos elementos de jugabilidad, al añadir un Eikon nuevo al repertorio de Clive, todo mientras se explora un poco más sobre la naturaleza de los Dominantes y las implicaciones de su poder.

A pesar de que sí, podríamos argumentar que colocar los dos DLCs del juego detrás de la última misión puede ser contraproducente, puedo llegar a justificarlo con una declaración que busca evitar la mayor cantidad de spoilers posible: al contar con un punto claro en la narrativa en el cual ambientar cierto contenido, se vuelve un espacio interesante para explorar, pues los personajes pueden tener un desarrollo fijo y sus acciones no se vuelven irracionales si se realizaran en un espacio o momento distinto.

Estas experiencias son interesantes, aunque quizás solo adecuadas para las personas que ya llegaron al final del juego y quieren disfrutar más acción y narrativa: al no estar incluido en el paquete base del juego en tiendas de PC, afortunadamente hay un contrapeso, el precio reducido del juego, un equivalente a 50 USD en Steam, frente a los 70 USD de la versión para PS5: sin embargo, sigue dejando qué desear como teórica versión definitiva del juego.

Este último enunciado puede ser impactante, pero sí: incluso sin su DLC esta es la versión definitiva de Final Fantasy XVI ¿Por qué? Porque es uno de los juegos más bonitos disponibles en PC.

Aceptando la Verdad

Puede que sea una hipérbole, pero Final Fantasy XVI es un juego que tiene un aspecto increíble y contiene algunos de los efectos visuales más impresionantes que he visto recientemente. Eso sí, debo añadir que requiere un elevado precio de entrada, pues digo esto tras haber jugado Final Fantasy XVI en una computadora con una GPU RTX 4080, un procesador Intel Core i7 13700F y 32 GB de RAM.

Esta configuración permitía jugar a 4K60 de forma casi constante, salvo ciertas secuencias con muchos personajes y las cinemáticas del juego, que están fijadas a 30 fotogramas por segundo. Dicha limitación me lleva a una de las dos críticas que tengo con la versión para PC de este gran juego: framerates fijos para las escenas y falta de ratios de pantalla más allá de 16:9. Ambas cosas pueden arreglarse con mods correspondientes, pero me parece raro que estos elementos no se arreglen o implementen en la víspera del lanzamiento de un port para PC. 

Aunque sé que a veces esto es habitual en los juegos originados en consolas, no deja de ser un punto negativo en lo que respecta a una conversión para PC: aun así, ya hay una solución disponible, y una actualización oficial podría mejorar el rendimiento, sobre todo teniendo en cuenta que esta versión ya ha implementado las actualizaciones de su versión demo en el juego completo, así como mejoras en la calidad de vida en las misiones secundarias, acortando el tiempo de recorrido entre el objetivo completado y el punto final de la misión.

Independientemente de estos puntos «negativos», quiero dejar firme y claro que al final del día son meras cuestiones de configuración, y no entorpecen el asombroso juego que te sorprenderá y asombrará con cada nueva misión y desarrollo.

Final Fantasy XVI es, para sorpresa de nadie, una entrada controvertida en una serie llena de entradas controvertidas: haciendo caso omiso de estas controversias, creo que es uno de los mejores RPG de acción de fantasía desarrollados en los últimos 10 años

Una conmovedora mezcla de drama, violencia, amor y corazón, la búsqueda de Clive a través de Valisthea es una aventura ineludible para cualquier fan de la serie o aficionado a los juegos de acción: si tienes una PC capaz de aguantar el precio de la entrada, Final Fantasy XVI está destinado a encender tu corazón con amor por un juego increíble.

Pros:

+Increíbles gráficos

+Excelente jugabilidad

+Entrañables y encantadores personajes

Contras:

-Falta de soporte ultrawide y escenas con límite de tasa de cuadros

-Expansiones de DLC no incluídas en juego base