WWE está viviendo uno de sus mejores momentos. Una nueva superestrella ha tomado la batuta como la cara de la compañía, Netflix transmite los shows semanales completamente en vivo en gran parte del mundo y leyendas como John Cena y The Rock han tomado un papel clave en la programación. Fuera del ring, los videojuegos se han sabido adaptar a los nuevos tiempos, superando el terrible lanzamiento de 2019, y volviendo a conectar con los fanáticos de todo el mundo. WWE 2K25 mantiene la racha, y aunque no es una mejora sustancial, sí que consigue salir bien librado del combate. 

ACKNOWLEDGE ME

Comencemos por la superestrella de la portada: Roman Reigns. Siguiendo con la idea de los últimos cuatro años, 2K apuesta por adaptar al juego una serie de combates estelares del luchador en portada, solo que con un giro particular. En el Showcase de WWE 2K25 no encontramos un recorrido por la vida y obra de El Jefe Tribal, sino por todo su linaje o, mejor dicho: The Bloodline. Este cambio implica que Roman no es el presentador de las historias, sino su hombre sabio, Paul Heyman, quien aprovecha para contar los puntos clave en la historia de la familia samoana dentro de WWE. 

Es así como pasamos de la recreación de los últimos cinco minutos del main event de Wrestlemania XL a una serie de luchas que van de la década de los ochenta, hasta el War Games de 2024. La selección de combates y la narrativa, seguramente dejarán encantado al fan de WWE de la vieja, pero muy vieja escuela, aunque puede llegar a ser menos emocionante para los más jóvenes. Cuando John Cena protagonizó el Showcase en 2023, la idea era muy simple: revivir los combates que Cena perdió y, por lo tanto, aprender una lección clave en el personaje: nunca te rindas. En WWE 2K25 no hay una narrativa deportiva, sino una, literalmente, vitrina para explorar el legado samoano

Teniendo en cuenta lo anterior, hay luchas que tienen resultados alterados, pues el objetivo es, según palabras de Paul Heyman, “hacer lo correcto”. Si en los shows semanales hay quejas sobre la atención especial que reciben los samoanos, en el juego parece mucho más evidente. Perdimos la oportunidad de seguir a Roman Reigns por su problemático camino en busca de ser la cara de la compañía, y nos entregaron una recopilación de peleas inventadas, con nuevos resultados y con un ritmo muy poco emocionante. Incluso se perdió la combinación de metraje real con el motor del juego, lo que le resta nostalgia.

Sea como sea, las peleas siguen siendo divertidas, y hay retos interesantes, como ganar el Money in the Bank o seguir la dinámica en luchas de mesas… pero había material más interesante para Roman. Como detalle al margen, la aparición de Paul Heyman le da un inesperado plus a la presentación del Showcase, pues tiene un talento nato para narrar la historia del professional wrestling… hasta que el guion se extiende de forma innecesaria, cortando el ritmo entre los combates.

MY TIME IS NOW… OR NOT

Partiendo de la aparición de Roman Reigns en la portada, 2K aprovechó para incluir un nuevo modo de juego conocido como la Isla de la Relevancia, un espacio en que los jugadores pueden crear a la próxima gran superestrella de WWE con el apadrinamiento de El Jefe Tribal. En la saga de WWE esta isla es una novedad, pero, al mismo tiempo, es una traducción de las ciudades y barrios que ya hemos visto en los juegos de NBA 2K.

A nivel narrativo nos encontramos con la típica historia de una luchador que viene a demostrar todo su potencial en el wrestling. Así que debemos probar nuestras habilidades en una serie de misiones asignadas por el mismo Roman, donde, además de subir de nivel, pasaremos de pelear contra cualquier “hijo del vecino”, hasta acariciar el punto más alto de wrestling con las mejores superestrellas de la actualidad. Lamentablemente, el ritmo de juego no es nada emocionante, y salvo algunas presentaciones especiales, casi todas las conversaciones son estáticas, sin mucho valor en las decisiones y con caminatas por el mapa bastante aburridas. 

A diferencia de My Rise, que propone una storyline más similar a lo que vemos en la programación de WWE, en la Isla tenemos una campaña que se aleja del “mundo real”, apostando por escenarios especiales y referencias al Linaje. Pero la construcción es demasiado artificial y está llena de product placement que parece más una exhibición de mercancía virtual, que un genuino modo de juego. De nueva cuenta, tanto My Rise como el modo de Gerente General permiten una experiencia de simulador más entretenida y menos forzada. A pesar de que este modo es exclusivo de PS5 y Xbox Series X/S, es el que peor se ve y se mueve horrible en el mapa. 

YOU ARE THE MAIN EVENT

Sea como sea, WWE 2K25 recupera todos los modos de juegos a los que hemos estados acostumbrados en los últimos años. Los ya mencionados My Rise y GM permiten adentrarnos a las entrañas de WWE desde la perspectiva de una superestrella en ascenso, con segmentos prefabricados y una divertida interacción de factores sociales con la audiencia, y hasta problemas en vestidores. Mientras que GM nos invita a construir la cartelera perfecta, aprovechando la popularidad de los luchadores, y sus habilidades fuera del ring. Si eres fanático de WWE el modo GM es un paso obligatorio, pues construyes la programación con la que siempre soñaste y dejas de pensar que el trabajo de Triple H es un bookeo aburrido. 

También tenemos el regreso de My Faction, modo que va ganando cada vez más popularidad a través de una propuesta muy agresiva de microtransacciones. La idea, aunque similar al Ultimate Team de EA Sports FC, tiene algunas variantes importantes. Por ejemplo, hay cartas de personaje que nos permiten desbloquear versiones clásicas de algunos luchadores, cumpliendo retos específicos con una carta en particular. Y es justo ahí donde entra el dinero virtual, pues necesitas conseguir una carta para cumplir el reto.

Jugar My Faction te coloca en un punto interesante de WWE: la creación de un equipo. Entre el roster principal y varios personajes invitados, My Faction nos invita a configurar las habilidades de luchadores, luchadoras y managers, con cartas de apoyo y otras habilidades. Una vez que establecemos la facción inicial, con las cartas de regalo, pasamos a jugar contra la máquina para ganar puntos… comprar más cartas… y así hasta que salga WWE 2K26. Una vez que concluyas las historias de los otros modos de juego, My Faction será el refugio perfecto para mantener el interes en el juego, sobre todo cuando logran combinar los eventos reales con los retos del juego. Eso sí, tienes que jugar MUCHO para conseguir buenas cartas.

THE STORY CONTINUES… 

Después de un brillante WWE 2K24, 2K realizó varios ajustes importantes para la nueva entrega. De hecho, los cambios son perceptibles casi de inmediato. Por ejemplo, el uso de Y o Triángulo para esquivar ataques, sin esperar al QTE que aparece en la parte superior de los luchadores. Un ajuste en las velocidades de los peleadores, lo que hace más real los movimientos. La posibilidad de luchas entre hombres y mujeres, que viene a ser más un regreso que algo nuevo, pero que le suma puntos de diversión. Y sobre todo, la incorporación de los gatillos adaptativos en la versión de PS5.

Jugar WWE 2K25 sigue siendo igual de divertido que en los últimos años, pero no te culpamos si no sientes una enorme urgencia por entrar a esta nueva era. Nos encontramos ante una entrega bastante continuista, con su respectiva actualización de roster y las novedades muy contadas. En 2024 se agregaron varios modos de juego como referee invitado o el regreso de la lucha de ambulancia o ataúd… y aquí solo se mejoraron elementos como las arenas disponibles o las animaciones. No es queja, pero tampoco se siente la misma emoción que en 2024. Puede que, una vez que 2K dejé ir al Xbox One y PS4, podremos dar el gran paso en la saga. Por ahora, puedes esperar al descuento de Wrestlemania.