Microsoft ha hecho oficial el aumento de rendimiento que tendrá Xbox One tras librarse de Kinect, y es que gracias a esto, los desarrolladores podrán acceder a un mayor ancho de banda de la GPU, lo cual puede tomarse como un indicador de que obtendremos juegos mejores en esta consola.
«Sí, los recursos adicionales permiten un acceso a un 10% más de rendimiento adicional de la GPU. Estamos comprometidos a dar a los desarrolladores nuevas herramientas y la flexibilidad necesaria para hacer de los juegos de Xbox One aún mejores, dándoles la opción de usar la GPU reservada de la manera que crean más apropiada para ellos y sus juegos.»
Ante esta nueva libertad se le cuestionó a Microsoft acerca de la posibilidad de ver títulos a 1080p y 60fps en Xbox One, a lo cual contestaron: «Los juegos de Xbox One lucen preciosos y otorgan buenas experiencias de juego. La forma en la que los desarrolladores decidan emplear la GPU extra dependerá de ellos. Hemos comenzado a trabajar con un grupo de desarrolladores para aprovechar de la mejor manera posible estos cambios. Veremos más en el futuro».
Gracias a este aumento de rendimiento, es muy probable que en un futuro veamos juegos para Xbox One optimizados de una mejor manera, lo cual sólo puede significar una mejora para la experiencia de nosotros, los jugadores.