Los juegos independientes en la última consola de Sony son parte vital del desarrollo de la plataforma y en más de una ocasión han dejado una huella importante en los jugadores. Toren, lamentablemente, queda entre una apuesta interesante y un desempeño poco atinado para el producto final; para que las cosas te queden más claras te invitamos a leer nuestra reseña.
¿Un bebé?
Para salvar a la humanidad de su extinción tendremos que tomar el papel de Moonchild, una pequeña niña, increíblemente pequeña, que deberá inmiscuirse en la torre Toren y experimentar diversas etapas de su vida en una serie de escenarios extravagantes que nos dejarán volar nuestra imaginación de maneras interesantes… al menos de principio.
Un punto importante dentro de la historia es la narrativa que es muy parecida a Child of Light, usando rimas y poemas, para mantenernos interesados en la trama así como para hacer más amena la travesía que en ciertos momentos se complica por las mecánicas que encontramos en los puzzles.
Es interesante como en un principio el gameplay del juego nos hace sentir que estamos ante una nueva versión de ICO, lamentablemente esa sensación se va al olvido conforme avanzamos. Si bien el juego no es una aventura complicada, hay elementos que la hacen poco interactiva con el jugador.
¿Cómo lo confundí con ICO?
La cámara es poco amigable en su manejo llegándose a colocar en lugar poco apropiados para las acciones que enfrentamos, el sistema de combate en diversos puntos se vuelve un poco lento y los enfrentamientos se complican por razones ajenas a la dificultad y a nuestra habilidad.
Además de lo anterior es la repetición de los acertijos lo que nos deja en claro el pobre desempeño que tiene el estudio tanto para las mecánicas de juego como para la creación de niveles, es triste que el aspecto de gameplay se contradiga con el estilo visual de algunos escenarios que llegan a lucir bastante bien.
El título llega a incorporar batallas con jefes, representados por Dragones, que se tornan interesantes en un principio y resultan ser de los mejores momentos del juego… claro que después nos topamos con el pésimo control del juego y las batallas se vuelven complicadas sin razón.
Al final ni bonito es
Un punto que podría dejarte un tanto satisfecho es el arte que hay alrededor del título. Algunas zonas y niveles, permiten ver escenarios coloridos y bien detallados que en ocasiones pueden parecer bien hechos, tristemente conforme avances en el juego verás poca innovación, un personaje sin expresiones, y viendo a detalle los escenarios reconocerás sus fallas en texturas e iluminación. Por otro lado la música sobresale en ciertos momentos pero queda fuera de la jugada por todo lo anterior.
Al final del día el estudio brasileño Swordstales no logra concretar un buen proyecto al dejar de lado la calidad del juego por buscar incorporar elementos narrativos y artísticos que tampoco logran concebir de buena manera en el producto final. Al principio mencione que los juegos indie dejan huella en PS4, sin embargo, no siempre lo hacen de la mejor manera.
Evidentemente el apoyo a juegos de nuestra región es importante para aumentar el desarrollo de nuevas ideas que salgan de mentes latinas. Por otro lado es igual de valido exigir que los títulos desarrollados en América Latina tengan la calidad que se espera en una consola como PlayStation 4. Toren es prueba de que se puede llegar a las grandes ligas y que se puede fracasar de maneras igualmente grandes.
