Después de un año de descanso Electronic Arts regresa con su aclamada serie de carreras en forma de reboot, evidentemente no apelando a la historia de la serie, sino más bien al sistema de juego. El nuevo Need For Speed no lleva un subtítulo a cuestas, puesto que Ghost Games parece apostar a encontrar que es lo que quieren los jugadores de la octava generación, teniendo en esta nueva entrega una mezcla interesante de casi todos los títulos anteriores, lo que podría dejar sin personalidad al reinicio de la serie pero con un paso firme a entregas futuras.
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Necesidad de Velocidad
El nuevo NFS es algo complicado, no solo es una amalgama de viejas opciones clásicas de otros títulos como Most Wanted, Carbon o Underground, sino que además introduce un nuevo motor de juego, una extraña forma de vivir la historia y una serie de experiencias online obligatorias que llegan a ser poco atractivas y hasta molestas.
La historia es probablemente el punto más flojo de todo el juego; por un lado tenemos el uso de actores reales representando cada uno de los momentos de la campaña, con cambios bien llevados entre la acción en nuestro mundo y el gameplay del juego, un cambio que es casi imperceptible y termina brindando una buena experiencia narrativa. Probablemente el único defecto de los cambios sea la capacidad gráfica en Xbox One, donde se hace más notable la transición que en PS4.
Lo anterior aunque interesante no le da un apoyo emocional a la trama y queda como una copia aburrida y fresa de Fast & Furious, no hay esos momentos clave de los primeros juegos de la serie para PlayStation 2 que precisamente imitaban lo visto en las películas de Vin Diesel. Otro punto que puede hartar en la campaña es el doblaje, extrañamente EA decidió dejar el trabajo de España en nuestra región, sin opción de un subtítulo o cambio de idioma, lo cual termina siendo muy molesto, pues está lleno de modismos españoles y llega a cansar muy rápido.
Por último, parte de la publicidad de Need For Speed fue la presencia en la historia de figuras como Magnus Walker, Ken Block o los Risky Devils, quienes además de engalanar la portada -se suponía- serían parte de la campaña y sus apariciones son apenas significativas para el desarrollo de la historia. Por lo menos las misiones durante la campaña nos sirven como tutorial para el nuevo sistema de juego que usa el título.
Bienvenido a Ventura Bay
Si bien la historia del nuevo Need For Speed no es lo mejor de la serie, si podemos encontrar en su sistema de juego una especie de evolución. Como ya lo mencione el reboot busca implementar lo mejor de cada entrega anterior y encontrar que es lo que el jugador más disfruta. En Ventura Bay tenemos un mundo abierto que está conectado a Internet en cada momento del juego y que busca hacernos amigos de alguien para disfrutar sus apartados en línea.
La gran ventaja de esta Ciudad de Los Angeles ficticia es que todo ocurre en la oscuridad, por lo que el juego es una gran fiesta callejera donde las carreras son el punto más interesante de la noche. Need For Speed implementa un nuevo motor de juego que ayude a tener los dos elementos principales del gameplay mejor representados: el derrape y la velocidad.
A lo largo y ancho de todo el mapa nos encontraremos con diversos eventos que requerirán de nuestras mejores habilidades para ser superados; lo clásico: ser el más veloz, acabar en el menor tiempo posible o hacer el mayor y mejor número de derrapes. Enfrentar cada reto dependerá de nuestro avance en la campaña y superarlo de manera más sencilla será un lujo que aquellos que superen la historia podrán obtener.
Básicamente una parte del juego depende de la otra, los personajes principales de la historia nos ayudarán a ir creciendo en el mundo de las carreras clandestinas, mientras más tiempo pasemos con ellos mejor serán nuestras habilidades a la hora de correr por las calles de Ventura Bay. Así tendremos mejoras en los autos, desde la carrocería, motor, frenos, escape, diseño, pintura y, por supuesto, nuestra forma de conducir.
La curva de aprendizaje del juego es otra de sus grandes características, por un lado tenemos un inicio casi perfecto, donde parece que el control está hecho a la medida de nuestros conocimientos… al menos hasta que vamos avanzando y las posibilidades al volante son más grandes, nuestros rivales más fuertes y los retos más difíciles. Definitivamente acabar la campaña es un punto primordial, pues nos ayudará a mejor en todos los sentidos y nos hará más llevadera la experiencia de juego.
Todo Need For Speed requiere de una conexión a Internet permanente, por lo que todo se vuelve una gran partida en línea, incluso cuando estés -literalmente- tú solo. No podemos poner pausa y los únicos menús disponibles son para entablar conversaciones con amigos dentro de la campaña, visualizar el mapa o acceder a «Mi NFS» que nos muestra estadísticas, retos por cumplir, las fotos nuestras y de la comunidad y hasta nos invita a ser parte de EA Access. La ventaja de éste apartado es la comunidad, pues podemos compartir todo lo que hagamos, saber en qué son mejores nuestros amigos y unirnos a sus partidas dentro del mundo abierto del título.
Otro de los añadidos minuciosos es la parte de tuneo, desde el inicio de la historia conocemos a Amy, nuestra mecánica, que además de engalanar las cinemáticas nos acompañara a conocer nuestro auto por todos lados, nos guiará a la hora de hacer modificaciones, nos entrenara para saber que mejorar y nos dará un amplio repertorio de posibilidades para hacer de nuestro bólido el más veloz de la zona. El tuneo, aunque bueno para la serie, queda a deber un poco en comparación de Forza 6 e incluso Horizon 2, pero es un gran añadido que seguramente veremos con más frecuencia y más detallado.
En general Need For Speed viene a complacer a todos por igual, aunque pierde mucho de lo que podría ser un juego atractivo. Tenemos la historiar de The Run, las modificaciones de Underground, la contante noche de Carbon, el mundo abierto de Most Wanted, la sensación de velocidad de Rivals y las funciones en línea de Hot Pursuit... parecería la mezcla perfecta, pero me parece que no concreta ninguna de las anteriores y queda como un intento, hasta cierto punto burdo, de lo que pudo haber sido una buena oportunidad para la serie.
Ghost Games apostó por cambiar casi toda la buena racha que tuvo Criterion. Una jugada peligrosa que seguramente dará resultados hasta el siguiente año.
¡Qué GUAY!
Probablemente la mejor opción para quienes busquen adquirir Need For Speed sea la de PlayStation 4. La reseña está hecha con base en la versión de Xbox One, donde desde el inicio se notan gráficos mediocres y poco estéticos, mientras que en la consola de Sony los cambios reales a gameplay de la campaña casi no se notan, en Xbox se llegan a sentir hasta molestos. Por suerte no hay otro tipo de detalles, los 30 cuadros por segundo responden bien y no encontré ralentizaciones. El uso de la noche podría ocultar algunos detalles técnicos, pero nada fuera de lo común, al menos hasta que te cansas de ver casi el mismo paisaje.
Dentro del apartado sonoro la única queja es el doblaje, mismo que llega a ser insoportable. El soundtrack del juego por otro lado se siente acorde completamente a toda la aventura, con una mezcla entre electrónica, hip-hop y rock. Seguramente la mejor parte de los apartados técnicos se da en el mundo abierto, escuchar nuestro motor, en una tranquila noche por Ventura Bay con las luces de las calles iluminando a nuestro rival es algo glorioso.
Need For Speed queda, hasta el momento, como un buen intento de la serie por evolucionar. Si los resultados de este experimento dan una buena entrega el siguiente año deberíamos agradecer de antemano el trabajo de Ghost Games y Electronic Arts. Si eres fan de la serie es muy probable que encuentres el estilo de juego o las mecánicas que extrañabas desde el PS2 o Xbox 360, si no, tendrías que intentar hacer tuyo el juego y buscar la mejor opción posible sobre tu forma de correr.
