Aceptémoslo, Marvel puso la vara muy alto en 2012 con la reunión de los héroes más poderosos del mundo en la primera The Avengers. En su momento fue la reunión, no solo de los Vengadores, sino de cuatro proyectos independientes en el cine, hicieron historia y el mundo los amó. Hoy, cuatro años después de aquel evento cinematográfico, los dos personajes más populares del mundo de los cómics plasman su nombre en las marquesinas de todo el mundo, mismo que espera con ansias por conocer al gran ganador del que ha sido denominado “el combate de gladiadores más grande de la historia”. Batman v Superman es más que una respuesta a cualquier equipo de superhéroes o a la supremacía en la taquilla. Dawn of Justice es un avasallador grito que reclama por el legado de sus personajes.
A pesar de solo tener una cinta como respaldo en su universo cinematográfico, Warner Bros. y DC Comics optan por seguir la línea establecida en Man of Steel. No hay cambios en el tono serio de los acontecimientos, las consecuencias, la cinematografía o la forma en que nos presentan a héroes y villanos. Estamos ante una cinta solemne, que se toma muy en serio y no se cansa de presentar símbolos que nos ayuden a identificar lo que tenemos en frente. La idea con Batman v Superman es tener una propuesta diferente a lo que vemos en la competencia, sin embargo, dentro de dicho esquema se han implementado suficientes cambios como para sentir un lazo más emocional al proyecto y acompañar cada escena de una sensación diferente.
Antes del estreno las dudas más comunes que circulaban en mi cabeza tenían que ver con la manera en que se narraría el inicio de las acciones y la presentación de los personajes anunciados, cuestionamientos que de manera bastante simple y entendible fueron resueltos. La primera parte de la película se concentra en el origen del conflicto y su relación con la primera gran pelea del Hombre de Acero; probablemente el establecer la magnitud del encuentro futuro y la razón del mismo, eran los retos más complicados. No se trataba de ponerlos a pelear por los ideales que ya conocemos, sino de establecer esos ideales en el mundo que estaban construyendo, y es ahí donde toda la cinta tiene su fuerza más grande.
La pelea entre Batman y Superman no es el resultado de un título vació creado por el afán de conseguir la mejor taquilla del año, es una respuesta obligada al fan del noveno arte que sabe que después de una gran batalla los ideales permanecen intactos y puede surgir una alianza por el bien común. En esencia eso es Dawn of Justice, más allá de las escenas de acción y el villano en turno, Zack Snyder, logra, muy a su manera, conservar el encanto de los héroes involucrados y logra darles un desarrollo sobresaliente en un periodo de tiempo relativamente corto. DC arriesgó por enlatar presentaciones y orígenes en una sola cinta, y consiguió de manera increíble que esa hazaña funcionara.
Evidentemente lo anterior tiene consecuencias, la mayor parte del inicio se siente acelerada, con varias situaciones sucediendo a la vez y con lapsos de tiempo que avanzan de manera poco entendible. La narrativa es la que más se ve afectada por el desarrollo de las acciones, pues, aunque los protagonistas siguen creciendo y entendemos lo que están por suceder, la historia se torna un tanto confusa y los cambios entre escenarios y situaciones no dejan de ocurrir. Por suerte, una vez que pasamos la mitad de la película las acciones se dirigen al conflicto entre los héroes y a un par de acontecimientos paralelos. Incluso se agradece que la parte final de la cinta se tome su tiempo a la hora de establecer lo que vendrá a futuro.
Sin entrar en spoilers, la historia de Batman v Superman es lo suficientemente fuerte para justificar los proyectos de Warner Bros. y DC Comics hasta 2020. Si el resto de películas que veremos sobre los héroes y villanos de la editorial seguirán esta línea, no tendría por qué haber una queja. Por un lado, se agradece la marcada de diferencia con Marvel a la hora de contar historias, el uso de luces y la fotografía, así como también la implementación de un humor menos aburrido y sin gracia que el de Man of Steel, aprovechando los espacios que el mismo guion y las acciones dejaban libres. Batman v Superman no encuentra el hilo negro en las películas de superhéroes o cómics, pero sí logra encontrar una personalidad fuerte y emblemática.
Hablando de personalidad, son los personajes involucrados en la trama los que terminan por marcar una diferencia y establecer un lazo emocional con lo que vemos en pantalla. Sin entrar en detalles tenemos a un Alfred encantador con su acento inglés y su sarcasmo y a una aguerrida y fuerte Lois Lane, como principales personajes de apoyo de Batman y Superman, respectivamente. En cuanto a nuestros héroes no hay mucha novedad, los orígenes se han contado incontables veces, lo interesante es verlos tomar partido por lo que creen y como esas creencias los hacen salir a delante, para bien o para mal. Pero más importante aún, como es que su inspiración determina sus actos, de algún lado crecieron los ideales que hoy defienden o protegen, y es de ahí que logran salir abantes.
De igual manera y con menos lujo de detalles tenemos a Lex Luthor y Wonder Woman, el primero con un inicio interesante pero que poco a poco parece ir perdiendo fuerza, pasa de ser el orquestador a un ente perdido en las acciones. En lo que respecta a la amazona, tenemos el personaje femenino perfecto y una increíble representación de la heroína clásica; a pesar del poco tratamiento que la historia le da, Wonder Woman es fácilmente el personaje más interesante de la película: aguerrida, fuerte, intrigante, hermosa y hasta graciosa. Si Batman y Superman salen con honores de las interpretaciones de Ben Affleck y Henry Cavill, la Wonder Woman de Gal Gadot se gana de inmediato un lugar en el Salón de la Justicia.
Batman v Superman es más de lo que promete; una película que no es perfecta y que tiene en errores en la implementación del CGI en escenas que pudieron haberse logrado de manera tradicional o la pobre justificación de algunas decisiones importantes. Sin embargo, durante las más de dos horas y media, podemos disfrutar de una producción increíble que va de una referencia clásica a un guiño que nos puede dejar analizando la película por meses. Dawn of Justice es lo que su título promete, desde una pelea que quedará marcada en la historia del cine, hasta el amanecer del primer gran equipo de superhéroes moderno.
Así como Marvel en 2012, DC pone la vara muy en alto para las siguientes películas inspiradas en cómics. Lo que deja puesto sobre la mesa Batman v Superman: Dawn of Justice, es el primer paso a un camino que podría volar las mentes de los lectores de cómics y los cinéfilos de todo el mundo. Y si lo logran, el cielo es el límite.
Batman v Superman se estrena en los cines de todo México el próximo jueves 24 de marzo. No olvides suscribirte al podcast de @Comic_Verse para todo lo relacionado al mundo del noveno arte, así como para escuchar la reseña de Dawn of Justice y el especial de The Dark Knight Returns.
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