Dentro del inmenso proyecto que Marvel ha creado en el cine, es posible encontrarnos con elementos sueltos que se escapen del habitual humor y manejo de personajes que la editorial le ha puesto a sus héroes y villanos. Siguiendo la tradición del universo creado por la propia Marvel en los cómics, es relativamente sencillo pasar de un chiste de Spider-Man a la masacre de una organización criminal por parte del Punisher. En pocas palabras, Marvel nos está ofreciendo en el cine y la televisión, lo mismo que lleva promoviendo por más de 60 años en las tiendas de cómics.
Con lo anterior en mente podemos dejar de lado el estigma de tener un Marvel infantil y colorido en sus producciones live-action y disfrutar de una serie de televisión con el suficiente poder para mantenernos al filo del asiento por 13 episodios… claro, siempre y cuando éste sea tu primer acercamiento con la combinación de Marvel y Netflix, pues el año pasado el propio Daredevil y Jessica Jones, ya habían establecido una clara diferencia entre lo que ocurría en una cinta como Age of Ultron o Ant-Man, pero manteniendo elementos clave para la convivencia de un universo que sigue en crecimiento.
Ahora, es momento de pasar a la segunda temporada de Daredevil. Los 13 nuevos capítulos de la serie ocurren casi de manera inmediata a los acontecimientos de la primera temporada; han pasado pocos meses desde que Nelson & Murdock lograron encerrar a Wilson Fisk y de los rincones más oscuros de Hell’s Kitchen empiezan a salir los candidatos a ocupar el puesto del Rey del Crimen. Si bien el silencio parece haber reinado en esta parte de New York, el trabajo para el justiciero no termino del todo, pues regresa completamente en forma para detener a aquellos que buscan atentar contra su ciudad.
Lo primero que debemos aclarar en este punto es que es vital haber visto la primera parte antes de comenzar con la segunda. Ya no estamos en los orígenes, al menos de Daredevil, por lo que si quieres saber cómo es qué llegamos aquí, tienes que ponerte al corriente. Por otro lado, no es necesario conocer algo más allá, ni Jessica Jones o las películas del Marvel Cinematic Uuniverse, pero podrás involucrarte de mejor manera con algunos hechos si conoces el contexto completo de este universo.
Ya entrados en la trama podemos dividir en dos elementos principales la temporada. La primera parte, más no la mitad, está dedicada a Punisher; el antihéroe es la pieza clave de casi todo lo que vemos y no solo por sus acciones como un justiciero radical, sino por todo lo que nos hace pensar y lo que ocasiona. Al igual que Batman v Superman y la futura Civil War, la segunda temporada de Daredevil es una lucha de ideales en la que no se trata de quién ganará, sino de cómo podrán convivir dos formas de pensar tan diferentes: la justicia y la venganza. Frank Castle es una recreación tan bien lograda del personaje de Marvel que incluso en los momentos donde no es el protagonista o siquiera está involucrado de manera directa en las acciones, logra acaparar parte de la trama y la situación del momento.
La otra incorporación dentro de la segunda temporada es Elektra. El famoso interés amoroso de Matt Murdock se incorpora a las acciones de Hell’s Kitchen como una nueva justiciera, en busca de un antiguo mito que podría acabar con el mundo como lo conocemos. Con ella la situación nos lleva a una trama de origen, con flashbacks a lo que fue y lo que la llevó a convertirse en la letal asesina que encontramos en New York. Elektra no es un aporte individual al universo Marvel, trae consigo a una organización importante para el mundo de los cómics y hace un interesante triángulo amoroso con Murdock y Karen Page. La participación de la llamada “chica griega” ocasiona conflictos más dramáticos a la vida del abogado, que a pesar de venir acompañados de escenas acción y varios recuerdos, logran concebir el camino para un nuevo lado emocional del justiciero y un punto de partidas para otras historias emblemáticas del personaje.
Sobra decir que las dos incorporaciones hacen de la segunda temporada algo completamente más encantador que lo que vimos el año pasado. Pasamos de sufrir solo con Matt Murdock y acompañarlo en su lucha por la justicia, a comprender el pasado de Frank Castle y estar atentos a las consecuencias que le llevaran sus actos, de la misma manera en que vemos a Elektra enfrentarse a los demonios de su pasado mientras busca en su antigua pareja un refugio para lo que se ha convertido. Marvel y Netflix logran evitar la saturación de personajes y le dan un espacio a cada una de sus incorporaciones, con lógica y sentido para los acontecimientos que ocurrieron el año pasado y lo que sigue para el personaje principal.
Así como los nuevos, los viejos conocidos también consiguen un papel de mayor peso. Foggy es mucho menos irritante a la hora de reclamar a Matt por su trabajo como justiciero, evoluciono como amigo y como personaje individual en momentos clave donde los héroes no pueden intervenir. Karen Page no solo es un interés romántico, es ágil e inteligente, domina el oficio de sus jefes y ayuda a que todo salga bien, incluso deja de ser la damisela en peligro para ir en busca de ese peligro de manera directa. Quizá el que menos sale librado en este sentido es el propio Murdock, su evolución como justiciero es innegable, es más fuerte y hace temer a sus enemigos, pero como abogado ha dejado de ser tenaz, ha perdido el interés y se distrae fácilmente con su labor de vigilante. Matt llega a ser tedioso y torpe, incluso desesperante por las decisiones que toma.
La culminación de los 13 capítulos es un logro increíble. No solo por la presentación de los héroes y la evolución de los habitantes de Hell’s Kitchen. Al igual que en el cine, Marvel empieza a armar un universo, independiente del que ya controlan Iron Man o Thor, estamos en las calles, con peligro real y personajes atormentados. La relación entre las series se hace evidente y un conflicto en común parece empezar a hilar las ideas de los creadores. Por si lo anterior fuera poco hay capítulos que nos hacen temblar con lo que ocurre, la confrontación entre Punisher y Daredevil o el encuentro de éste último con Elektra, y todo lo que se desencadena de sus interacciones.
Sin sonar exagerados hay piezas clave que Marvel podría implementar para la futura Civil War, así como personajes que deberían tener ya anunciada su propia serie. Poco hay que decir de la manera en que Marvel y Netflix han manejado a los justicieros de New York, probablemente la vertiente más cruda de la editorial en papel y con un tratamiento que le hace (mucha) justicia. Es poco probable que Daredevil se detenga en su segunda temporada y quizá en una año estén leyendo una reseña similar de la tercera parte, las piezas clave están sobre la mesa y no creo que los encargados del personaje las desaprovechen.
Complementa la reseña con el podcast dedicado a la segunda temporada de Daredevil con spoilers y teorías sobre lo que esperamos sea la tercera temporada y el podcast dedicado a Born Again para conocer más de El Hombre sin Miedo.
