Al mismo tiempo que la conferencia de PlayStation en el pasado E3 se ponía más emocionante, la selección mexicana de fútbol se jugaba el primer lugar de su grupo en la Copa América Centenario. La importancia de dicho partido llevaría al seleccionado nacional a enfrentar o evitar a la escuadra de Argentina en los cuartos de final; resultado que no sirvió de mucho tras la derrota del pasado sábado por siete goles ante el seleccionado chileno.
En fin, durante el encuentro del pasado lunes, podía escuchar desde mi cuarto los apasionados gritos de mi familia y vecinos ante los aciertos y errores del conjunto nacional, había un motivo para ganar ese partido, pues Argentina nos tiene como “sus clientes” en enfrentamientos importantes. Debo admitir que sentía ganas de salir y unirme a esos alaridos en pro del “equipo de todos”.
Sin embargo, hubo un momento en que dentro de mi habitación se produjeron un par de gritos igual de apasionados, eufóricos y emotivos, al momento en que Shawn Layden salió al escenario. El Presidente de Sony Interactive Entertainment America, anunció, con la clásica música del primer juego de fondo, que Crash Bandicoot regresará a PlayStation 4 en forma de figura para Skylanders Imaginators y sus tres primeros juegos (Crash Bandicoot, Crash Bandicoot 2 y Crash Bandicoot 3: Warped) serán remasterizados para dicha consola.
Entiendo, definitivamente dicho anuncio fue uno de los menos espectaculares de la conferencia, pero en mi casa (su casa, por supuesto) Crash es sinónimo del momento en que empezamos a amar los videojuegos. Los gritos de mi hermano y los míos, daban cierre a un día que ya nos había hecho emocionarnos de manera bastante eufórica ante el gameplay de Gears of War 4 y la presentación de Tekken 7. Básicamente, las tres series mencionadas tienen un lugar privilegiado en mi familia.
Ahora, si un partido entre México y Venezuela puede levantar tantas pasiones, ¿por qué una conferencia de Xbox, PlayStation o un evento como E3, tiene que ser tan criticado por propios y extraños, en cuanto a las reacciones de los seguidores de las diferentes marcas involucradas?
Memes, gifs, post completos, tuits, publicaciones en redes sociales, chistes y demás contenido humorístico/crítico fue liberado por los usuarios de Internet, antes, durante y después de las conferencias de E3. No hay duda que para los usuarios de PlayStation 4 el que la compañía que desarrolló su consola haya “humillado” a su competencia con sus anuncios, es motivo de alegría. De la misma manera que los fans de Xbox buscan hacer menos fuerte el golpe y se mofan del “humo en 4K” que su rival inmediato presentó durante su conferencia.
El seguidor de Xbox o PlayStation, incluso de Nintendo u otra marca, no tiene acciones de la empresa en cuestión, su trabajo –probablemente- no depende de las presentaciones de E3 y mucho menos gana o pierde si la consola que compró es descontinuada tras el evento. Pero, al igual que con los fanáticos de la selección mexicana, los aficionados a las consolas o videojuegos buscan demostrar que eligieron al ganador, que no importa lo que pasé ellos estarán con él y que la competencia fue abatida de manera abismal.
Como fan de la industria está más que claro que no ganamos nada, a lo mucho la ya famosa frase de “ganaron los videojuegos” sea la más acertada sobre nuestra situación actual. Tras la conferencia de PlayStation uno puede esperar que el siguiente año Xbox se atreva con algo mucho más interesante a lo mostrado este año, de igual forma Nintendo o que EA se replantee la forma de presentar sus juegos. El que haya más competencia genera un crecimiento entre los desarrolladores, sus productos y formas de presentarlos.
Por otro lado, si lo anterior no llegase a pasar y todo siguiera como hasta ahora, el único gusto que nos queda es haber lanzado esos tuits defendiendo a nuestra marca favorita o burlándonos de la competencia. Para mí, eso es igual de valido que hacer un meme de Chile o Venezuela antes del partido o gritar “eeeehhhhhhh putooooooooo” en el estadio. En ninguno de los dos casos ganamos nada; podemos tomar una cerveza “a salud” del ganador o lamentarnos el haber comprado el boleto para el partido o la consola “equivocada”, pero nuestra vida seguirá siendo la misma al día siguiente.
Si gana México, si el capítulo de Game of Thrones fue increíble, si la remontada de los Cavs fue gloriosa o si PlayStation anuncio todo lo que deseábamos, nada cambia. El lunes hay que regresar a la escuela o trabajo, debemos pagar nuestros impuestos y dormir ocho horas al día. Da igual si celebramos el triunfo o la derrota de nuestra marca favorita, pero lo que no da igual es dejarlo de hacerlo. Probablemente parezca estúpido festejar con nuestra playera de Xbox o Nintendo al otro día, pero los que le van al América lo hacen cada que ganan un partido.
Mi punto es claro: es igual de valido celebrar o lamentarse por Xbox, PlayStation y/o Nintendo, que hacerlo por un equipo de fútbol, una serie en la televisión o la mejor película de superhéroes del verano. Lo mejor sería ser críticos y disfrutar del enorme momento que vivimos, pero ¿así que chiste tiene haber comprado un Xbox One o PlayStation 4 de día uno? Claro, tampoco se trata de sentirse superiores por disfrutar de un evento como E3 y no de un partido de fútbol. Al contrario, eso me parece absurdo e infantil.
Eso sí, el E3 no es solo de los fans, es más, nunca fue para ellos. La Electronic Entertainment Expo está hecha para que todos esos anuncios los compre Liverpool, Wal-Mart o Sanborns, para que en Navidad puedas llegar a la tienda y encontrar ReCore o The Last Guardian. Ahí sí hay un ganador, ahí sí hay gente que pierde su trabajo y las consecuencias van más allá de ver memes burlones en nuestro timeline. Esa competencia probablemente la gano Sony, pero es casi un hecho que nunca lo sabremos con certeza, y aunque lo sepamos, el punto de esta entrada sigue siendo válido.
No a todos los jugadores les interesa el trabajo detrás de un Porject Scorpio o un The Last Guadian, a otros les importa poco que puede pasar con un estudio como Benq si Days Gone no vende lo suficiente o por qué Nintendo presentó tan poquitos juegos. A la mayoría les gusta ver anuncio tras anuncio e imaginarse jugando el nuevo God of War, y es esa pasión la que ha llevado a la industria al lugar dentro del entretenimiento que tenemos hoy en día. Vale la pena emocionarse como si de la Copa América o la Eurocopa se tratara, porque la inversión no es poca y las satisfacciones son muchísimas.
