Año con año vemos desfilar por las tiendas las entregas anuales de nuestras series deportivas favoritas, con cambios modestos o importantes, la industria no parece asimilar al cien por ciento los lanzamientos anuales y las opiniones se dividen de la misma manera que los fanáticos de los equipos participantes.
Juegos como Madden o FIFA se ven obligados a maximizar sus cambios, mientras hacen de cada agregado un punto de partida para los nuevos jugadores y un elemento único que no pueden dejar pasar los jugadores más veteranos. Sin embargo, hay momentos claves en estas series, momentos que no se pueden dejar pasar y que llenan de felicidad a propios y extraños.
FIFA 17 es la muestra más clara de lo anterior, pues, aunque sutil y con vísperas a mejorar en muchos sentidos, logra presentar una entrega diferente, renovada y que a simple vista se siente fresca. Luego de un inicio conflictivo en la octava generación, EA Sports logra anotar el gol del empate en una contienda que parecía perdida ante su rival de toda la vida.
The Journey
O el Trayecto, como se le conoce en América Latina, es el cambio más importante en FIFA 17. Eso sí, gran parte de dicha importancia radica en el papel que juega el modo historia dentro del paquete completo que es FIFA 17, por lo que el resto de cambios presentes en esta entrega podrían tener una importancia similar, pero con una menor campaña publicitaria.
The Journey nos muestra el duro camino que los futbolistas deben recorrer para formar parte del máximo circuito inglés. No se trata solo de jugar al futbol, sino de vivir cada decisión que tomamos en los entrenamientos, con nuestros compañeros y familiares y las acciones que desempeñamos en el campo de juego. Así será nuestra aventura con el joven Alex Hunter, el protagonista de FIFA 17 y el principal responsable de hacer llamativa la nueva entrega de la serie.
El modo historia de FIFA, por llamarlo de alguna manera, no es un paseo por el parque o un elemento agregado para cumplir con una cuota de contenido. Se trata de un modo de juego que nos exigirá las mismas capacidades que cualquier partido que hayamos jugado contra la máquina o con un amigo. Podríamos dividir a The Journey en tres apartados distintos: decisiones, entrenamiento y partidos.
La primera división nos lleva a una especie de Mass Effect en donde tomaremos el control de las respuestas de Alex Hunter durante sus diversos encuentros con familiares, amigos o rivales. Dichas opciones se engloban en tres apartados distintos: respuesta egocéntrica, modesta y equilibrada; lamentablemente dichas respuestas no figuran del todo en la historia, por lo que no hay un cambio significativo si tomamos cierta actitud durante el juego y solo se ven diferenciados algunos factores externos como la relación con la prensa.
El segundo apartado tiene que ver más con opciones que si afectan el desempeño de Hunter, las sesiones de entrenamiento entre partidos permiten a Alex ser elegido para el siguiente juego o ser relegado a la banca e incluso ni siquiera figurar en la lista de convocados. Los entrenamientos replican los ejercicios que podíamos encontrar en las pantallas de carga de anteriores entregas, pero su importancia ha sido elevada para buscar el mejor desarrollo de un modo historia y su coherencia con la realidad.
Por último, tenemos el apartado jugable tradicional. Según nuestras actitudes el técnico en turno decidirá si jugamos de inicio o esperamos en la banca. En el primer caso podremos jugar al partido en equipo (controlando a los 11 jugadores) o en modo solitario (controlando solo a Hunter). En caso de iniciar en la banca, solo podremos jugar cuando el entrenador nos convoque al campo con la ventaja o desventaja que el CPU nos haya dejado y con una serie de objetivos más importantes como anotar un gol con menor cantidad de tiempo en el reloj o remontar el encuentro a nuestro favor.
Básicamente, el juego nos lleva por sesiones de decisiones, entrenamiento y partido, con la opción de ver algunos elementos extra entre cada una de ellas como: nuestras bonificaciones por acciones en el partido, valor de transferencia, opiniones en redes sociales y de la prensa, así como una serie de estadísticas que mejoran en los entrenamientos o con la ayuda de los puntos de experiencia que vamos obteniendo. En general parece un juego bastante completo, pero hay una buena cantidad de elementos por mejorar.
Como ya mencioné las decisiones no tienen mucha importancia a lo largo del juego, lo que nos hace sentir que perdemos el tiempo con lo que podríamos ver en puras a cinemáticas. De igual manera el aspecto realista se queda corto, al principio se nos advierte que dependiendo del tamaño del club serán las opciones de juego para un novato. Sin embargo, ya sea que elijas al Manchester United o al Leicester, si haces un desempeño excelso en los entrenamientos no tendrás problema de alguno para jugar y la historia seguirá su curso.
El último aspecto a mejorar es la historia como tal del juego; se agradecen varios momentos emotivos y las referencias alrededor de Alex o los diálogos de los comentaristas dedicados al protagonista, pero definitivamente puede hacerse un esfuerzo para desarrollar una mejor historia y una narrativa más apegada a los estándares que han demostrado juegos como NBA 2K o las decenas de historias que conocemos de futbolistas alrededor del mundo.
A balón parado
Es evidente que los más veteranos en la serie podrían dejar pasar el modo historia para adentrarse a las nuevas posibilidades a la hora de jugar con el CPU o contra otros jugadores en línea. A éstos les gustará saber que FIFA no se ha quedado fuera de la jugada y se han incorporado detalles técnicos importantes en la nueva entrega.
Desde un balón más inteligente y equilibrado a la hora de hacer pases, hasta una inteligencia artificial que podría frustrarnos en cualquier momento. FIFA 17 tiene una serie de mejoras que podrían tardar en aparecer o entenderse al cine por ciento. La primera que podemos detallar es el balón inteligente, éste se puede apreciar en comparación de la velocidad de los jugadores y el movimiento del esférico en las jugadas, menos movimientos rápidos y absurdos y más jugadas de pizarrón efectivas.
Nuevas formas de llevar el balón a la zona rival y un renovado sistema de jugadas a balón parado forman parte de las mejoras. Por ejemplo, los tiros de esquina ya no se apoyan de una dirección predefinida, sino de una suerte de posicionamiento en el área chica que hace más precisos los centros en combinación con los movimientos sin balón de nuestro receptor. El mismo sistema aplica en los penales, los cuales son ahora definidos por la potencia de disparo y la dirección del control, más preciso y menos tedioso a la hora de un momento decisivo.
De igual manera la variedad de modos de juego se ve aumentada con nuevas opciones en puntos específicos. Probablemente la mejora más importante se encuentre en el modo carrera para los entrenadores; los directores técnicos de la Premiere League forman parte de FIFA 17 y es nuestro deber consagrarlos como leyendas del campeonato o salvadores de un club que apunta al descenso. Lo anterior toma mayor importancia con la recreación virtual de los técnicos y las distintas metas asignadas en dicho modo de juego. Aun así, el resto de modalidades cumple de manera excelsa, ya sea en una clásica reta en juego rápido o en Utimate Team y el recién añadido FUT Champions con torneos clasificatorios para todos los amantes de las cartas virtuales.
Frostbite
Probablemente la mejora que más podría comparecerse con The Journey es la incorporación del motor gráfico de DICE en FIFA. Frostbite, que diera vida a Star Wars Battlefront y próximamente a Battlefield 1, complementa todos los puntos mencionados anteriormente. Mientras que al modo historia lo provee de increíbles gráficos que nos sumergen en la vida de Alex Hunter, en el resto del juego tenemos mejores modelos de los jugadores, movimientos y expresiones más variadas y una serie de complementos visuales que van de los estadios a los cambios climáticos.
El cambio de Ignite a Frostbite es evidente –casi- desde el primer momento y se hace sumamente detallado con equipos como Manchester United o Juventus, donde sus jugadores han sido finamente recreados en FIFA 17 con un trabajo que seguramente sacará a relucir tu Xbox One S o PlayStation 4 Pro. En The Journey, por ejemplo, la aparición de Marcos Reus o James Rodríguez es más espectacular por culpa de Frostbite, al igual que las facciones y movimientos de Alex y compañía.
Árbitros, entrenadores, jugadores, estadios, todos los elementos del campo de juego son muestra clara del potencial que el estudio sueco ha logrado con su motor gráfico; justo lo que ha Konami le faltó a la hora de integrar por primera vez el Fox Engine es PES. Además, todo se complementa con un apartado sonoro de ensueño y las ya tradicionales voces de Fernando Palomo y Mario Alberto Kempes en las transmisiones.
A FIFA 17 se le puede recriminar poco a la hora de ver sus apartados técnicos. Pocos juegos tienen un desempeño tan bien logrado en la generación actual y muchos menos logran sacar provecho del potencial que las máquinas de Xbox y PlayStation pueden ofrecer. FIFA 17 es la consolidación de la serie en las consolas que hoy en día nos acompañan y hasta los cimientos de lo que será el juego en una máquina como Porject Scorpio seguramente empezamos a visualizar.
De la misma manera en que FIFA 09 se despegó del rival histórico y siguiendo los pasos que consolidaran a FIFA 11, FIFA 17 se vuelve la elección obligada para los amantes del futbol virtual. Los que exigían cambios los tienen frente a ellos y los que gozaban con el ritmo de la serie podrán adaptarse con facilidad a las nuevas opciones. EA Sports va por buen camino y solo esperamos que no descuiden las implementaciones y mejoren los puntos débiles de su principal producto.