Gears of War aterriza en Xbox One durante uno de los puntos más cruciales en la historia de la plataforma. En estos momentos no se trata de intentar rebasar al rival en turno, sino de poner todas las cartas sobre la mesa y dejar en claro que la cuarta parte más importante del año en la consola de Microsoft puede ofrecer lo mismo que la competencia.
Intentando repetir la misma fórmula que en 2006, con todo y Rod Fergusson como principal responsable de esta entrega, Gears of War 4 se siente como un trabajo sincero por parte de Xbox y The Coalition. Sin pretensiones fuera de lugar o arriesgando de más en un estudio poco experimentado para las grandes ligas, Gears 4 es un perfeccionamiento de lo que ha sido la serie en estos 10 años.
De padre e hijo
Veinticinco años han pasado tras los acontecimientos que dieran fin a Gears 3; el mundo parece vivir una aparente tranquilidad tras las destructivas guerras entre Locust y humanos, pero aún existe una división muy marcada entre aquellos que siguieron las políticas de la Coalición y los forasteros que se niegan a seguir bajo las órdenes de un gobierno que les falló en la guerra contra las larvas.
Bajo este contexto llegamos a los acontecimientos que dan vida a Gears 4. Ya no somos más el equipo Delta, en esta ocasión tomamos el papel de J.D. Fénix, hijo del sargento Marcus Fénix, y sus amigos Delmont “Del” Walker y Kait Díaz. El cambio generacional no se dio únicamente en la consola y la cuarta parte de la serie busca ofrecer una experiencia diferente a los nuevos jugadores y un cambio bastante tradicional a aquellos que debutamos en Xbox 360 con el primer Gears.
Es más, de inicio Gears 4 se siente distinto a todo lo que ya conocíamos. Naturaleza, robots y días brillantes; la primera parte del juego parece más ubicada en un mundo similar al de Horizon: Zero Dawn que al devastado planeta Sera de Gears 2. Para los veteranos de la serie la primera parte es difícil por su notable cambio de ambiente y de enfoque a lo que ya conocíamos, incluso puede resultar molesta por su evidente sentido de tutorial.
Sin embargo, una vez que llegamos a las referencias obligadas de los títulos de 360, el juego cambia para resaltar elementos más familiares con la serie. Gears of War 4 se siente como un paralelo del primer juego que vimos en 360. Los escenarios oscuros y devastados, la intriga sobre el enemigo, los misterios alrededor de los personajes y hasta el peso de la pérdida. En The Coalition no arriesgaron y nos dieron más formula que innovación, pero su planteamiento es sincero y logra transmitir emociones fuertes en un mundo más dramático que la primera entrega y con mejores elementos narrativos.
Un punto a destacar en Gears 4 son los personajes. Al inicio puede ser extraño darle oportunidad a J.D. y compañía en vez de a Marcus, Bird, Cole y Dom. Lo que sí podemos asegurar es que entre más avancemos en la historia más empatía podremos crear con ellos y la historia tendrá una mayor importancia para nosotros. Para algunos podría tardar más la conexión, mientras que otros encontrarán la cohesión inmediata entre los protagonistas y esta será adoptada de forma más rápida.
El desarrollo de personajes es tan importante en Gears 4 como lo fue en la trilogía original. Probablemente de manera menos orgánica que con Marcus y Dom, pero es evidente que Microsoft quiere que nos encariñemos con sus nuevos protagonistas. A lo largo de la historia podemos notar una evolución de la forma en que se narra la historia en Xbox 360 y Xbox One. Incluso se entiende de mejor manera la decisión de solo remasterizar la primera parte de Gears el año pasado y no los cuatro juegos: más que un reboot, Gears 4 apuesta por presentar la misma emoción frenética que nos dio Epic Games.
En pocas palabras, y un tanto similar a The Force Awakens, recrearon el primer juego sin reiniciar la serie. Entrar en detalles de la historia sería arruinar mucho de lo que es el juego, aunque los elementos narrativos se sienten más interesantes, tampoco estamos hablando de Bioshock y la historia apenas cumple con lo básico para engancharos.
¡MIERDA!
Como lo mencioné, la historia es buena, pero no es el principal atractivo del juego. Así como los elementos de los títulos anteriores se retoman para la historia, en el apartado jugable tenemos básicamente lo mismo que hemos visto durante estos 10 años, pero con mejores gráficas y un meticuloso cuidado a los detalles.
Gears of War 4 sigue siendo un shooter en tercera persona con la cámara sobre el hombro. Nuestro escuadrón tiene un total de cuatro miembros para enfrentar los diversos peligros de Sera y todo lo que conocíamos de la serie se mantiene intacto: armas, clasificación de enemigos, coberturas, daño y hasta los modos cooperativos. Sin embargo, son los pequeños cambios los que ofrecen la mejor versión de la serie.
Sin lugar a dudas, la mejora más evidente la ofrecen los enemigos, ya sea que nos enfrentemos a los despiadados robots de la Coalición o a las enormes bestias Swarm, cada uno de ellos presenta una inteligencia artificial mejorada que no piensa esperar a que le apuntes o te descubras, ellos nos localizarán y cambiaran de posición en caso de que haya peligro, incluso cuando estén a punto de morir nos buscarán con mayor empeño para explotar justo frente a nosotros.
Con una mayor inteligencia artificial es evidente que necesitamos mejoras en las opciones de combate. Los Gears tienen algunos agregados que pueden cambiar nuestro destino en la partida. Al ocultarnos en una defensa ahora podemos arrastrar a un enemigo con nosotros y ejecutarlo, o saltar con una patada para aturdir y luego ejecutarlo. De igual manera podemos sentir un mejor movimiento de los personajes, dejamos de ser enormes y torpes a la hora de correr agachados, para ser enormes y ágiles con movimientos rápidos.
Las armas también han sido mejoradas, desde nuestro primer disparo podemos notar una mejor estabilidad al apuntar y disparar con una Lancer Retro o la potencia y locura que generan las nuevas armas como el Buzzkill. El juego sabe de su potencial y las misiones nos invitan a aprovechar el dinamismo en las frenéticas oleadas de enemigos. Agujeros de gusanos llenos del enjambre, los molestos Juvies o los poderosos Pouncer, nos harán gastar hasta la última bala y combinar el estilo clásico de la lancer y gnasher con los nuevos y potentes disparos de la Markza que posee J.D.
Cabe destacar que los escenarios de Gears 4 juegan un papel importante a la hora de enfrentar enemigos. Más allá de las coberturas u obstáculos que podemos encontrar, el juego se enriquece de una ambientación que se queda en medio de un shooter con tintes de horror como el primer Gears a un survival horror como tal. Definitivamente lo interesante aquí tiene que ver con la forma en que será utilizada esta característica en el futuro.
El arte de la recarga activa
Nuestro primer contacto con Gears of War 4 solo nos ha permitido jugar al modo horda. Horde 3.0 no cambia mucho de lo visto anteriormente en la saga, pero al igual que la historia y gameplay tiene suficientes agregados para considerarlo como el más sólido de la franquicia. Desde el frenesí de las oleadas y la dificultad abrumadora, hasta el dinamismo de los jugadores en contra de un enemigo en común.
Cada 10 oleadas hay un jefe final, debemos construir nuestras defensas con ayuda de un elemento conocido como «fabricante», los enemigos nos llegan por todos lados…sencillamente una lo locura increíble. Gears mantiene a la vanguardia su apartado más popular y nos lleva a recordar los mejores momentos de la segunda y tercera entrega.
Los modos de juego se mantienen de la misma forma que lo han hecho desde la primera entrega. Sin embargo, es bien sabido que en The Coalition y Xbox buscan hacer de este apartado un importante competidor en el ámbito de los e-sports, este punto es importante por la naturaleza que encontramos en el apartado online. Desde partidas más justas hasta una marcada diferencia entre el casual y el que busca ser un profesional o por lo menos rankear alto en las partidas.
La combinación de Horda en su versión 3.0 y el resto de opciones tradicionales como captura la bandera o asalto, hacen de Gears 4 una opción interesante en Xbox Live, pero no se siente como una parada obligada en la consola. En los últimos 10 años, las opciones en línea dentro de Xbox han cambiado radicalmente y será interesante ver como Gears of War se mantiene en el gusto de los jugadores o sucumbe ante el enorme mercado competitivo -literalmente- que existe en la actualidad.
Nada más importa…
Gears of War 4, al igual que Forza Horizon 3, es un juego ideal para estrenar un Xbox One S o sacarle todo el provecho disponible a nuestra PC con Windows 10. En apartados técnicos no hay nada que demeritar y todo se siente en su lugar, desde gráficos, hasta sonidos ambientales y el característico doblaje en español latino.
Probablemente el único punto en contra tiene que ver con la pantalla dividida, Gears es una serie que se caracteriza por permitirnos jugar lado a lado con un amigo. Lamentablemente esta entrega reduce de manera extraña el tamaño de pantalla cuando juegan dos personas al mismo tiempo, reduciendo la calidad gráfica de manera bastante significativa.
Gears of War 4 puede ser un juego que se queda corto en innovación, pero que aprovecha sus 10 años en la industria para perfeccionar elementos narrativos y jugables en beneficio de la serie. Pocos juegos llegan a ser tan importantes para una consola como lo fue el primer Gears of War en Xbox 360 y todo parece apuntar que la cuarta parte tendrá un valor similar para Xbox One.
La lancer ha cambiado de propietario, pero sigue siendo igual de letal que la primera vez que la pusimos en nuestras manos.