Entre más no aferramos a la idea de nunca ver a Mario Bros. en iPhone, más difícil resulta tener que acostumbrarnos a ver su rostro junto a la app de Facebook o WhatsApp. Lamentablemente, la situación actual de Nintendo no le permite vivir de sus propias consolas y explorar nuevos terrenos es algo para los que nos han preparado desde hace algunos años. Super Mario Run tiene un par de semanas entre nosotros, el Mario de siempre en una plataforma que usamos más que un Wii U o 3DS.
Run Mario, Run!
Siguiendo la línea de New Super Mario Bros., título que debutara en 2006 para NDS, Super Mario Run se adapta de manera increíble a las capacidades de un iPhone. Dejemos algunas cosas claras antes de pasar a la reseña como tal, Super Mario Run es el primer juego de Nintendo para dispositivos móviles tras su alianza con DeNA en 2015. El segundo de un plan de –por lo menos- cinco títulos, tomando en cuenta que Miitomo es más una aplicación social que un juego y que Pokémon Go nada tiene que ver en dicho trato.
Super Mario Run ha sido desarrollado para disfrutarse de la mejor manera posible con los elementos disponibles en un iPhone o iPad. Teniendo en cuenta que la historia del juego nos traslada al clásico secuestro de la Princesa Peach, podemos continuar con los elementos jugables de tan peculiar obra. Básicamente tenemos un par de puntos que no podían quedar fuera del juego: adaptarse al control y adecuarse a cualquier tipo de jugador.
El primer punto sigue la estrategia de Nintendo, aunque de forma inversa. Por tradición, las consolas y controles de la “gran N” se desarrollan pensando en lo que se puede lograr en el desarrollo de títulos como Super Mario Bros. o The Legend of Zelda. En Super Mario Run fue Nintendo quien tuvo que buscar la forma de adaptar su producto a una plataforma establecida y, hasta cierto punto, limitada. La opción más fácil: adaptar lo que ya existe.
Mario Run es un runner, por más disfraces que la haya colocado Nintendo, la nueva aventura de Mario no es diferente a Minion Rush o parecidos. De igual manera que el mencionado juego de los Minions, en Run nuestro protagonista corre solo y nosotros debemos dirigir su movimiento en la dirección correcta. Usando la pantalla táctil podemos hacer que Mario salte, presionando más tiempo haremos que salte más alto y presionando durante un salto podemos hacer que gire en el aire; movimientos básicos que en momentos harán complejo el sistema de juego.
Con escenarios que van de izquierda a derecha o de abajo hacia arriba, el juego nos pondrá una serie obstáculos clásicos para llegar al final del circuito y encontrar la típica bandera de Bowser. Al descargar la app te encontrarás con solo tres niveles disponibles, el resto se consiguen por medio de un solo pago. En los primeros escenarios sentirás que el juego “se juega solo”, pues Mario puede saltar enemigos de manera automática y la dificultad es más baja que un “Fácil” cualquiera. Sin embargo, como estamos acostumbrados en consolas, el reto va en aumento conforme avancemos y sigue mejorando después de una segunda o tercera ronda.
Es un poco complicado explicar lo que ofrece Super Mario Run. Por ejemplo, el diseño de niveles se mantiene como el gran atractivo del juego, sin llegar a ser un Super Mario 3D Land, pero con un encanto que transmite emociones al nivel de dicho juego. Lo importante aquí es el factor social, más allá de acabar el nivel, el juego nos pide conexión permanente a Internet para subir nuestros tiempos y compararlos con los de nuestros amigos. Dicho factor hace de Super Mario Run un juego digno de usuarios de iOS.
Por otro lado, puedes disfrutar de Super Mario Run a la vieja escuela, ¿cómo? Recolectando todas las monedas del nivel, las monedas rosas y azules, eliminando a todos los enemigos, superando los récords propios y de amigos o dejándote llevar por el diseño de niveles. Sí, no es 3D Land o 3D World, pero es increíble cómo se adaptaron niveles clásicos en la arena, cielo o en las embarcaciones de Bowser, o los más complejos de mansiones embrujadas o en donde debemos encontrar la llave para seguir al próximo nivel, en un dispositivo como el iPhone.
Lo que conocemos del Nintendo de toda la vida está en Super Mario Run, una combinación de diseño de niveles, con gameplay que nos ayuda a crecer como jugadores y un sistema de control que nos permite aprovechar todo lo anterior. La idea de jugar a Run con una sola mano funciona, en el camión, esperando en la fila del banco o sentados en un restaurante, podemos jugar con una mano libre y solo presionando la pantalla, en momentos se siente absurdo y aburrido, pero te acostumbras como en la mayoría de juegos móviles.
Así, los niveles se adaptan al “control”, los saltos automáticos complementan a los saltos más fuertes para llegar de mejor manera a la siguiente plataforma o realizar un ataque a los enemigos. Las paredes son la única forma de regresar un poco o pasar de abajo a arriba, sentiremos la falta de un control con más libertad, pero disfrutaremos la resolución de acertijos con movimientos simples. En momentos notamos que perder una de las tres vidas puede ayudarnos a llegar a un nuevo punto, pues empezamos a retroceder hasta que reventemos la burbuja que nos salva.
A tan solo un par de semanas de que el juego está disponible, es difícil saber qué es lo que más les ha gustado a los jugadores. Los ratitos en los que me he enganchado al juego, mientras intento superar a los rivales en línea, han sido para decorar “Mi Reino” con la ayuda de los Toads que voy ganando. No comparto mis triunfos, todo me lo guardo para ese pedazo del Reino Champiñón que me regala el juego.
Además de los seis mundos que debemos recorrer para rescatar a la Princesa, tenemos un par de opciones más: Carreras y Mi Reino, ambas dependen una de la otra. En Carreras competimos por un loop de algún nivel del juego en busca de obtener más monedas que nuestro rival fantasma, quién gana más monedas podrá conseguir Toads de colores para su reino. En el Reino podremos usar las monedas para comprar objetos decorativos alusivos a Super Mario Bros. o simplemente subir de nivel el Castillo. Es divertido por momentos, y es la clave para no desinstalar el juego.
Al igual que Miitomo, la clave para no perder nuestro avance entre dispositivos es nuestra cuenta de My Nintendo, con ella podemos guardar nuestro avance en la nube y pasar de un iPhone a iPad o viceversa, además de obtener puntos para gastar en el juego con las recompensas del sistema. Super Mario Run no es un free-to-play, tienes que comprarlo en su totalidad para disfrutarlo al cien por ciento y las compras dentro de la app se hacen con dinero del juego.
Mario Time!
Para irnos rápido, Super Mario Run es una belleza de juego en elementos tradicionales como los visuales que se disfrutan en iPad o iPhone mucho más que en un Wii U o 3DS. De igual manera la música que acompaña al juego es clásica de la serie y se siente bien escucharla en cualquier lugar que andemos. Fuera de lo mencionado no hay nada que resaltar, al menos de forma positiva, pues el hecho de permanecer conectados es absurdo cuando juegas solo la aventura principal o la vinculación de cuentas siempre muestra algún error al conectarse.
Los errores mencionados son lo mínimo cuando comparamos la calidad de Super Mario Run con cualquier juego de la serie New Super o el recién lanzado Super Mario Maker. Para los que conocemos al plomero desde hace algunos años, y apreciamos su trabajo, nos sentiremos vacíos con Super Mario Run, esa sensación de “se juega solo” nunca desaparece y es evidente que no le llega a ningún juego de la serie. Es divertido tener a Mario en el celular, sí, por supuesto que sí. Pero siempre podemos regresar a cualquier consola de Nintendo y disfrutar de algo mucho mejor.
Super Mario Run es un complemento perfecto para una consola de Nintendo, un juego al que podemos llegar en cualquier momento del día, pero que como aficionados a Super Mario no disfrutaremos en su totalidad. El resto del mundo podrá conocer a Mario y disfrutar de él en su iPhone… y ójala que con ello lleguen a Switch.
