Batman and Harley Quinn es un curioso añadido al DC Universe Animated Original Movies que, sin buscar altos estándares, logra entretener
Desde sus inicios, el Universo Animado de DC nos ha acostumbrado a ofrecernos largometrajes cargados de tramas complejas, personajes decadentes, ambientes siniestros y de una labor audiovisual sobresaliente. Sin embargo, ello no ha impedido a la gente de Warner Bros realizar proyectos menos ambiciosos y centrados más en ser productos entretenidos, llenos de fanservice y caracterizados por ofrecer una perspectiva diferente de sus protagonistas.
Éste es el caso de Batman and Harley Quinn, una entrega que, a pesar de ser considerada parte de la continuidad de cintas como Mask of the Phantasm y Return of the Joker, bien podría ser considerada una producción independiente debido a sus claramente diferencias estéticas y narrativas. Y, aunque definitivamente se percibe como una propuesta menos ambiciosa que alguna de sus hermanas, consigue ser bastante entretenida y dejarnos ver de forma distinta a sus héroes, teniendo a la fiel y loca compañera del Joker como eje central de la trama.
Durante los primeros minutos de la película se nos presenta a Poison Ivy y Jason Woodrue (Floronic Man) robando información clasificada en relación a cierto personaje. Ambos villanos logran escapar y al poco tiempo se presentan en pantalla Batman y Nightwing, quienes, tras emplear sus capacidades deductivas entienden que el dúo villano tiene en marcha un peligroso plan que, de fallar, podría exterminar a la humanidad y a todo ser vivo del planeta. Por esta razón, nuestros héroes deberán hallar a Poison Ivy a cualquier precio, llevándolos a unir fuerzas con una vieja aliada y amiga de esta: Harley Quinn, con los peligros y dificultades que ello significa.
Como mencionaba anteriormente, Batman and Harley Quinn es una película que centra sus esfuerzos no por plasmar un argumento memorable, sino de hacer bastante disfrutable y entretenido el viaje que emprende el peculiar trío. El guion carece de complejidad y de esa esencia fascinante que ha acompañado en gran parte a la mitología de Batman, obteniendo en su lugar protagonistas divertidos, personajes secundarios torpes y bastante humor apto exclusivamente para los más familiarizados a las historias del Hombre Murciélago y compañía.
Dejando ello de lado, tenemos una propuesta medianamente interesante donde el mayor atractivo es Harley Quinn, a quien vemos en una especia de “La vida después del Guasón” donde constantemente busca llevar una vida normal aun cuando la sociedad la ha marcado por sus acabados días como criminal. Una propuesta con dicha cuestión habría resultado, desde mi punto de vista, en un ejercicio mucho más significativo para el personaje, pero los creativos se limitan a mostrarnos a una Harley deseosa de “volver al juego” y… haciendo cosas de Harley, con nula evolución con respecto a lo que ya conocíamos de ella.
Sin embargo, la película sabe cómo hacernos olvidar de las deficiencias argumentales, gracias a las correctas coreografías de batallas, los chistes y situaciones subidos de tono, las referencias a la serie de los 60s y, desde luego, a las propias ocurrencias de la señorita Frances Quinzel.
Visualmente pasa algo bastante curioso con el largometraje, aunque estéticamente se podría decir que hereda completamente los elementos que hicieron legendaria a Batman: The Animated Series (1992), lo cierto es que dicha esencia solamente se siente en ciertos escenarios, sobre todo en aquellos en los que no presenciamos a cualquier otro personaje, ya que cuando uno de estos interviene en pantalla, la paleta de colores desentona y la dirección artística termina pareciéndose más a la de The Batman (2004), una mucho más infantil por no decir caricaturesca.
Sin tomar ello en cuenta, la animación es bastante buena, fluida en el movimiento de los personaje y bien concebida como para permitirnos entender el sentir de sus protagonistas y transmitirnos desde su miedo hasta su diversión a través de los acontecimientos que se desarrollan en la película.
Caso contrario tiene el apartado sonoro de la obra, el cual presenta un nivel alto y más que seguro como todas las películas animadas de DC. La actuación vocal de Kevin Conroy (Batman), Melissa Rauch (Harley Quinn) y Loren Lester (Nightwing), principalmente, dotan de gran personalidad y carisma a sus personajes, sintiéndose muy bien conseguidos. Ello no estaría completo sin una banda sonora magnífica a cargo de Michael McCuistion, Lolita Ritmanis y Kristopher Carter, viejos conocidos en DC, la cual logra reflejar a la perfección el tono acido de la película y en donde como mayor aportación nos regalan una canción interpretada por la propia Melissa Rauch.
Al final, Batman and Harley Quinn no será recordada como una de las más notables películas animadas del Caballero de la Noche. Sin embargo, hace bien su trabajo al conseguir ser una cinta que complacerá a los más fervientes seguidores del personaje y, sobre todo, de Harley Quinn, gracias a sus abundantes referencias a capítulos anteriores de la saga como serían la serie protagonizada por Adam West y el estilo visual que tanto amamos de The Animated Series.
Con todo y sus carencias, la nueva apuesta de Warner Bros nos deja ver una nueva faceta tal vez rara, quizá anormal, pero definitivamente interesante y que añade frescura a sus protagonistas como al propio universo y que a la larga seguramente hará que esta producción termine desmarcándose del resto, brillando por sí misma.