¿Podrá Tom Brady con la maldición de Madden? ¿Podrá Madden seguir jugando sin un oponente?

Como cada año la salida de Madden NFL representa el inicio de la temporada fuerte de lanzamientos. Básicamente es como el kickoff de la industria, por lo que no podríamos estar más contentos de iniciar la temporada con uno de los juegos más esperados por los gamers deportistas. El público de Madden en nuestro país crece con cada nueva entrega, por lo que una versión llena de sorpresas como Madden NFL 18 nos emociona (aún más) que en ocasiones anteriores.


Longshot

Antes de entrar a la parte técnica de Madden me parece importante hacer una parada en el elemento más novedoso de esta nueva entrega: Longshot. Al igual que FIFA 17 el año pasado, Madden ha optado por presentarnos los primeros pasos en la carrera de una nueva estrella del emparrillado, buscando que lo llevemos a toda la gloria desde su entrenamiento en fuerzas básicas.

Si jugaste FIFA 17 podrás imaginarte de que va este aspecto, en caso de que no te platico de forma rápida. Nosotros tomamos el papel de Devin Wade un aspirante a ser elegido por uno de los grandes equipos de la NFL durante el Draft; evidentemente existe una carga emotiva en el jugador que ha pasado de ser el mejor de su universidad a estar inactivo por tres años. Su pasión no solo lo llevará a un equipo profesional, sino que tendrá la oportunidad de estelarizar un reality show para futuros jugadores… aunque eso podría no ser tan buena idea.

A diferencia de FIFA 17 y Alex Hunter, la vida de Wade es menos activa, teniendo que jugar solo los momentos clave de cada partido y no la temporada completa. La mayor parte de las acciones ocurren en forma de cinemáticas con Quick Time Event y la toma de decisiones estilo Mass Effect. Si bien la combinación llega a ser atractiva, luego de un rato parece repetitiva y poco dinámica en el gameplay, aunque la duración de 4 horas (aproximadamente) es suficiente para no sentir que pasas más tiempo del necesario en este modo.

Teniendo en cuenta lo que hemos visto de FIFA 17 y lo que se viene en FIFA 18, Madden podría poner más atención a este modo de juego y dar más libertad al jugador. Incluso se siente un tanto desaprovechada la participación de Mahershala Ali a lo largo de la trama. Son detalles a pulir, pero que uno pensaría no existirían después de la buena primera entrega de Alex Hunter en la Premier League. Madden 19, esperamos que lo hagas mucho mejor.


Madden Curse

Una vez que colocas Madden 18 en tu consola te das cuenta del salto gráfico que el motor Frostbite permite en Xbox One o PlayStation 4. Y es que además de la tecnología que adopta EA Sports de DICE, cada uno de los elementos extraídos de las transmisiones estilo ESPN o Fox Sports nos envuelven como ningún juego de la serie Sports de EA. A diferencia del modo historia, FIFA sigue buscando presentar ese estilo “realista” en cada partido, pero sigue lejos de la experiencia Madden.

Una vez que hayas elegido a tu equipo, estilo de juego y quieras saltar directo al emparrillado, las opciones parecen tan abrumadoras que si eres nuevo en la serie no sabrás ni por dónde empezar. Y aquí la diferencia con FIFA es más evidente (lo sé, mucho FIFA, pero es para una referencia rápida); dos opciones: sabes jugar, las reglas y conoces de la NFL o no sabes cómo es que una copia de Madden 18 llegó a tus manos.

En el caso de la primera opción no hay mucho que decir: puedes llevar a tu equipo favorito al Super Bowl, eliges ese equipo en el modo franquicia y cuidas desde el precio de venta de un jugador hasta la selección del Draft o cosas tan “simples” como la venta de comida en el estadio. ¿Quieres ser más meticuloso? Entra al modo Ultimate Team y arma tu equipo en base a tus puntos de juego, la suerte de las cartas y esa convicción que te caracteriza para llegar a la zona de anotación en una sola jugada. Las posibilidades, como dije, son ABRUMADORAS.

Para la opción dos es un poco más complicado. Puedes empezar el juego en un modo muy básico, que te permite hacer jugadas rápidas con un par de botones y tus movimientos son lo suficientemente libres para simular acciones reales con el joystick y un pase rápido para conseguir unas cuantas yardas. La inteligencia artificial te dejara avanzar sin muchos problemas y antes de los playoffs ya podrás jugar en línea o adentrarte a modos más complicados. ¿Tutoriales? Tienes el modo Skills Trainer para jugadas más elaboradas o Gauntlet para aprender con base en algunos retos de “la máquina”.

Depende del tipo de jugador y tu familiaridad con Madden el poder disfrutar de todas las opciones disponibles. Y es que el ser fanático del deporte no asegura la diversión al primer intento, por lo que debes buscar un modo de juego que te permita tener a tus amigos o familiares junto a ti en lo que inicia el siguiente juego o antes del Monday Night Football.


Touchdown!!!!!!

Ya mencionamos lo bestial que se ven los gráficos, pero lo que no dijimos es que estos solo se disfrutan (o al menos se ven mejor) en los modos tradicionales, más no en el modo historia. En Longshot nos encontramos con muchos errores en las animaciones, desde manos torcidas y movimientos poco naturales, hasta incómodos gestos faciales y un poco alentador aspecto de los personajes secundarios. Esto no afecta el gameplay, pero hace menos interesante el modo historia.

El resto de elementos no presenta ningún inconveniente y se puede disfrutar cualquier partido, actualización de las plantillas con el soundtrack de fondo o los distintos análisis de los juegos por parte de los narradores virtuales. Un punto a destacar es que Madden 18 sigue estando disponible únicamente en inglés, lo que nos hace pensar que la popularidad del juego fuera de Estados Unidos no es tan grande como imaginábamos.

Madden NFL 18 es un paso interesante en la serie, pero que se queda corto en comparación de la evolución que FIFA e incluso NBA Live han tenido en los últimos años. La falta de un competidor directo parece causar estragos en una serie que “no necesita” grandes innovaciones, pero que se está empezando a quedar rezagada en la industria. Así como esperamos que Tom Brady no sufra la maldición de Madden, esperamos que Madden no sea víctima de su propia confianza.