En 2013 The Last of Us y Bioshock Infinite cambiaron la forma en que los videojuegos nos cuentan una historia; profundizando en una narrativa compleja y personajes arriesgados, mientras que se adueñaron de la fórmula de “rescatar a la princesa” que Nintendo tenía años explotando con Super Mario Bros. Ese mismo año Grand Theft Auto V explotaba al máximo las capacidades técnicas y online de los hoy extintos Xbox 360 y PlayStation 3, con un título que sobrepasó cualquier expectativa generada por los gamers.

Los 12 meses de aquel año se convirtieron en la despedida perfecta para una generación que se alargó más de lo que muchos pensaban y que terminó por definir la experiencia en consolas (portátiles y caseras) como algo mucho más grande que un juguete electrónico. Un mercado que hoy no puede imaginar su smartphone sin un videojuego disponible.

Para llegar a ese punto los juegos evolucionaron su narrativa, extendieron la búsqueda de usuarios y aprovecharon su situación mediática para consolidarse ante la audiencia… y la mejor prueba de esta evolución es Croft… Lara Croft.

De Playboy…

Una de las series más reconocidas del primer PlayStation es, sin lugar a duda, Tomb Raider. El juego de Eidos debutó en 1996 en la mencionada consola de Sony, además del Sega Saturn y la PC. En realidad, un título más que aceptable, con gráficos que sacaban provecho a los primeros kits de desarrollo de PlayStation y con una historia inusual… protagonizada por una chica como nunca habíamos visto en consolas.

Lara Croft no era una joven con poderes, alienígena o que tuviera que usar un arma especial para llegar al final de la historia. Lara es una arqueóloga en una búsqueda del tesoro, sin embargo, la razón por la que se recuerda al personaje hasta nuestros días es por su figura. Lara Croft tenía atributos muy interesantes para una consola de videojuegos a finales de los noventa; desde sus piernas largas y torneadas a un busto de copa más que generosa… y puntiaguda. Y eso solo era lo que nuestro PlayStation podía despegar.

En el mundo real la promoción de Tomb Raider incluyó a modelos como Nathalie Cook, la actriz Rhona Mitra y más recientemente a Karima Adebibe y Alison Carroll. De esa primera etapa quizá la más conocida es Nell McAndrew, quien después de trabajar promoviendo Tomb Raider III, fue la portada de Playboy en agosto de 1999; claro que sin la autorización de Eidos y aprovechando su fama como Lara Croft para promocionar la publicación desde el primer balazo.

No había duda del monstruo mediático en que se había convertido Lara. Y aún faltaban las dos películas protagonizadas por Angelina Jolie: Lara Croft: Tomb Raider (2001) y Lara Croft: Tomb Raider – The Cradle of Life (2003). Un nuevo icóno de los videojuegos se preparaba para enfrentar su cruel realidad: sus videojuegos no eran tan buenos.

La industria siguió creciendo y aunque Eidos hacia el intento por mantener vigente a Lara Croft fuera de las consolas, una vez que llegabas a un nuevo videojuego estabas muy lejos de encontrar la experiencia de un Prince of Persia. Tiempo después Lara había perdido su lugar ante la fanfarronería de Nathan Drake y el increíble trabajo de Naughty Dog. Claro, los personajes sexys siguieron llegando en juegos como Metroid Prime, Soul Calibur o Bayonetta, pero todos incluían, además de un gran diseño, un gameplay extraordinario. Videojuegos para una generación de jugadores que buscaba algo más allá de la historia y el juego en línea: experiencias únicas.

… al GOTY

En 2004 Crystal Dynamics, actuales supervisores de la serie, se convirtieron en los desarrolladores de la nueva trilogía de Tomb Raider en Xbox 360, PlayStation 3 y Wii. El estudio se concentró en la nostalgia con el reboot de la serie en 2006 bajo el nombre Legend; una suerte de remake del primer juego llamado Tomb Raider: Anniversary; y por último una nueva entrega titulada Underworld que pasó desapercibida a pesar de su poderosa campaña publicitaria y una serie de buenas ideas en un mundo más peligroso que antes.

Lara Croft cambió pero era igual de lista, curiosa y arriesgada, solo había dejado los shortcitos sexys en el closet para explorar el mundo con pantalones y herramientas adecuadas.

Un par de años después Lara Croft regresó de forma poco convencional. La popularidad de los juegos descargables le dio a Crystal Dynamics la oportunidad de explorar el lado arqueológico de Lara como ningún otro juego lo había hecho. ¿Cómo? Dejando fuera la figura de Lara Croft y concentrándose en la jugabilidad, sus habilidades y el misticismo de las reliquias que buscaba. Lara Croft and the Guardian of Light se convirtió en un éxito sin precedentes para una serie que pasó a ser reducida a un juego descargable.

Y con ese último momento de grandeza es como llegamos a un nuevo reboot de Tomb Raider a cargo de Crystl Dynamics y con Square Enix como un publisher interesado en hacerse notar en el mercado de occidente. Aquí sí regresó la figura de Lara Croft… pero no con las curvas imposibles con las que crecimos, sino con un cuerpo normal para una arqueóloga saludable. Nada más que eso. Lara era igual de lista, curiosa y arriesgada, pero había dejado los shortcitos sexys en el closet para explorar el mundo con pantalones y herramientas adecuadas.

El reboot de la serie fue más crudo de lo que pensábamos. Lara era una persona real y tenía que sufrir como cualquier otra persona. Su expedición por la isla de Yamatai, en el Triángulo del Dragón muy cerca de Japón, lleva a una chica sin experiencia a enfrentarse a los oscuros secretos de mercenarios, salvajes y entidades místicas que buscan defender al culto de la Reina del Sol y de paso poner a prueba la valentía de Croft.

Lara adoptó la espectacularidad de Uncharted e incluso la personalidad de Nathan Drake para adaptar su estilo a una aventura de mundo abierto en el que podíamos abrumarnos con la exploración, desatar nuestra curiosidad con las distintas y brutales muertes que enfrentamos en cada error o incluso pasar un rato en el multijugador… bueno, eso último no tanto, pero igual estaba la opción. Una aventura refrescante que tomó por sorpresa a la industria en marzo de 2013.

El mundo seguía hablando e idolatrando a las modelos y cosplayers de Lara Croft en convenciones, pero los jugadores se habían reencontrado con mecánicas que se extrañaban fuera de PlayStation y que incluso nos hacían creer que los reboots o remakes no eran una mala idea. Y así, Lara Croft compitió contra Bioshock Infinite, The Last of Us, Grand Theft Auto V y Super Mario 3D World por el premio a “Juego del Año”.

Croft, Lara Croft

Un año después Rise of the Tomb Raider apareció en la conferencia de Xbox durante el E3 2014 como parte de los próximos juegos que Xbox One tendría disponibles en los siguientes meses. La segunda parte fue prácticamente financiada por Microsoft para dar un empujón a las ventas de su consola y tener una competencia directa con la cuarta entrega de Uncharted. Lamentablemente no todo les salió bien a los desarrolladores, y aunque la secuela no es mala, si resultó menos sorprendente que el reboot.

Sin embargo, el cambio ya estaba sobre la mesa. Lara Croft había dejado atrás el estereotipo de chica sexy para ponerse a la par de héroes como Marcus Fenix y Master Chief en la publicidad de Microsoft o como un rival directo de Nathan Drake. Su 20 aniversario, por ejemplo, lo celebró en PlayStation 4 con todo y una edición súper especial que emulaba su lanzamiento original en PSOne. Lara brillaba por todo lo que habían opacado sus sensuales polígonos hace unos años.

Y ahí fue donde entró Warner Bros. Pictures para sacar provecho a la popularidad de la arqueóloga con una nueva película inspirada en los juegos más recientes de Lara Croft: Tomb Raider y Rise of the Tomb Raider. La nueva elegida para interpretar a Lara fue la ganadora del Oscar: Alicia Vikander, quien desde el primer avance nos dejó ver que la nueva misión de Croft es muy similar a su aventura por Japón, con todos los riesgos letales y muchísimo daño en las extremidades.

Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft (como se le conoció en México) fue la oportunidad perfecta para que el mundo entero se pudiera reencontrar con la serie de Tomb Raider. Lamentablemente la versión cinematográfica perdió uno de los elementos más importantes de la Lara: su personalidad. Mientras que en los últimos juegos nos encontramos ante una señorita Croft que busca desentrañar cualquier misterio, en la película solo vemos a una chica caprichosa que de una secuencia a otra es tan letal como la del videojuego.

Básicamente se escapó la evolución de un personaje que se ajustó a una nueva generación de videojugadores que demostraron estar más interesados en la trama que en los polígonos que forman los senos de protagonista. No todo está perdido -al menos hasta que cancelen la posible secuela- pero sí se desperdició tiempo valioso cuando Lara Croft ya figuraba en la cultura por lo extraordinario de sus nuevos videojuegos.

Sombras

A unos días del cierre de la trilogía de Tomb Raider, Lara Croft podría volver a tomar las riendas del género de aventuras en una industria llena de sandbox y juegos de battle royale. Croft visitará México para su próxima aventura y estamos seguros de que se encontrará con un importante misterio que resolver. Sin embargo, esperamos que la aventurera pueda recomponer el rumbo de cara a próximas a sus próximas aventuras.

La industria de los videojuegos -al igual que muchas otras- busca en las mujeres una figura que pueda adaptarse a los tiempos que vivimos, pero Lara estaba lista para este desafío desde hace muchos años. Desperdiciar el potencial de Lara Croft en una trilogía que solo se componga de una buena primera entrega sería imperdonable. De entrada la salida de Crystal Dynamics de Shadow of the Tomb Raider nos hace pensar en lo peor… pero definitivamente confiamos en el proyecto que supervisa Square Enix pueda sorprendernos en los próximos días.

Shadow of the Tomb Raider se pondrá a la venta el próximo 14 de septiembre para Xbox One, PlayStation 4 y PC.