Definitivamente no podemos exigirle mucho a Dragon Ball. A estas alturas se trata de uno de los animes más legendarios e importantes que han existido, independientemente de lo buenas o malas que sean sus versiones actuales.
La fórmula de los Guerreros Z está más que probada y solo queda disfrutar lo que venga de parte del equipo encabezado por Akira Toriyama. Sin embargo, no podemos negar que en las últimas aventuras de Goku y compañía nos hemos sentido un poco decepcionados por el argumento y las acciones que tienen lugar en el cine y la televisión. Y es quizá por este motivo que el regreso de Broly bajó nuestras expectativas y la sorpresa en el cine volvió a llenar nuestra alma de pura felicidad y nostalgia.
A diferencia de Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses y la Resurrección de Freezer, la primera película que se desprende de Super trae de regreso muchos de los elementos más importantes en todo Dragon Ball: batallas espectaculares, enemigos poderosos y sin un pasado pretencioso y un Goku noble que está dispuesto a todo por salvar a la Tierra, pero que no se olvida de admirar al guerrero que tiene frente a él.
Gran parte de la experiencia es ver en su máximo poder a tres de los personajes más poderosos en la historia del anime en una pantalla de cine
Dragon Ball Super: Broly retoma elementos de la película Dragon Ball Z: El poder invencible, cinta de 1993 que muestra el origen y debut del super saiyajin legendario que se esparcía justamente como una leyenda del planeta Vegeta. Ojo, la nueva entrega de Dragon Ball no es un remake, solo busca colocar algunas piezas claves en el nuevo canon del anime de cara a una nueva serie protagonizada por Goku.
Básicamente la gran diferencia en el nuevo origen de Broly -además del tiempo- es la presencia del malvado Freezer, quien en su búsqueda por ampliar las filas de su ejército encuentra con el saiyajin y su padre Paragus en un inhóspito planeta en el espacio exterior. Cabe destacar que los primeros minutos de esta nueva cinta cambian dramáticamente algunos elementos clave en la historia de Dragon Ball como la personalidad de Bardock e incluso parte del pasado de Broly y Vegeta.
Sin entrar en detalles los cambios son fundamentales para el futuro del anime, en especial cuando las últimas dos cintas fueron la base de las primeras dos sagas que vimos en Super. De lleno en la película, la cinta muestra principalmente una poderosa y despiadada lucha contra el super saiyajin legendario por parte de Goku y Vegeta. Gran parte de la experiencia es ver en su máximo poder a tres de los personajes más poderosos en la historia del anime en una pantalla de cine.
Como mencionamos, la fórmula no cambia y el espectáculo en una pantalla IMAX de una épica pelea entre saiyajins hace que el boleto valga por completo. Lamentablemente no toda la animación está lista para desplegarse en una pantalla tan imponente y en momentos da un poco de tristeza ver lo estiradas y poco nítidos que lucen algunos planos o lo mal animadas que están ciertas partes del cuerpo de los personajes.
Lo que ayuda a pasar el rato son los momentos en CGI que parecen inspirados en el trabajo de Arc System Works en Dragon Ball FighterZ. Unos cuantos segundos de acción en donde los cuadros bajan su velocidad para mostrar personajes animados en cel-shading que nos dejan ver el potencial de Dragon Ball en una pantalla de cine. Esperemos que haya más de este estilo en próximas entregas de la serie.
Tenía mucho tiempo que Dragon Ball no nos sorprendía de buena manera y esta película nos hace tener esperanza en el futuro del anime.
Obviamente en nuestro país gran parte del éxito de la película se debe al enorme trabajo del doblaje. Una vez más regresan las voces que dieron vida a Goku, Vegeta, Freezer, Piccolo y Broly en nuestra infancia… o adolescencia o en el momento que viste Dragon Ball. Y no solo eso, también se nota un mayor esfuerzo en cada diálogo, grito y entonación que en la desangelada y poco cuidada versión de Super que vemos en Cartoon Network.
Dragon Ball Super: Broly es una película llena de momentos increíbles para cualquier fanático del trabajo de Akira Toriyama. Siempre y cuando estés consciente de qué es lo que vas a encontrar en el cine. Tenía mucho tiempo que Dragon Ball no nos sorprendía de buena manera y esta película nos hace tener esperanza en el futuro del anime.