Sin lugar a dudas, los sistemas de puntuación en línea, particularmente los logros y trofeos, son un estandarte del mundo de los videojuegos. Pero, ¿cuál es la razón por la que han adquirido tal relevancia?
Los perfiles en Internet que soportan algún tipo de reconocimiento basado en el puntaje y desempeño de un usuario no son algo nuevo. Por ejemplo, cualquiera que haya navegado por la red, seguramente ha tenido la oportunidad de acceder a algún foro especializado, donde los contribuidores son distinguidos en función de sus publicaciones y comentarios.
Trasladar esa idea al software de entretenimiento fue un movimiento de la industria para aumentar significativamente el valor de rejuego de sus obras, al tiempo que apela a la habilidad, empeño y dedicación de los jugadores, aunque los objetivos particulares en realidad datan de los albores del fenómeno mismo.
De esa forma, obtener un logro o un trofeo, las más de las veces, se traduce en batir algún tiempo, reunir coleccionables, conseguir cierta cantidad de bajas enemigas, completar el título al 100% estadístico o simplemente terminarlo. Hoy en día, los jugadores que no han experimentado el sentimiento de satisfacción derivado de conseguir un logro o trofeo son escasos o nulos.
Sin embargo, también son pocos los jugadores que están dispuestos a esforzarse lo suficiente como para obtener un trofeo de platino o desbloquear todo el Gamerscore que un juego ofrece. Se trata de situaciones que exigen al jugador dar lo mejor de sí mismo, y es ahí cuando la línea entre ser casual, promedio, core o hardcore se torna visible.
Se dice que el reconocimiento es uno de los motivadores mayores de todo ser humano, y más allá de identificar y etiquetar a los usuarios a través de sus capacidades, los sistemas de puntuación en línea buscan que los jugadores obtengan el mayor provecho posible de un producto de software que, por sí mimo (esto es, sin considerar la labor de obtener logros o trofeos), difícilmente brinda más de 15 o 20 horas en una amplia fracción de los casos. En otras palabras, los cazadores de logros y trofeos tienen experiencias de juego más completas que quienes sencillamente llegan al final de un título.
Al mismo tiempo, fomentan la idea del progreso por objetivos y nos alejan del cuadrante de los acaba juegos, de manera que nos colocan en el camino del videojugador auténtico. Siempre debemos estar dispuestos a intentar lo imposible y a no conformarnos con lo más básico, a pesar de que esto no implica que debemos sentirnos obligados a obtener todos los logros y los trofeos de cada juego que probamos.
La decisión de explotar el puntaje en línea de un juego de video en su expresión máxima depende de cada uno de nosotros; nunca debe perderse de vista que el nivel de compromiso e inmersión que le dediquemos a un título tiene que ponderarse con nuestro interés particular hacia él, la experiencia que deseamos adquirir y con el sentido de utilidad que encontremos en él.