Después de presentarse con bombo y platillo durante el E3 2016, The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue uno de los juegos más esperados y arrasadores del evento, muchos lo ponen a la altura de anuncios como God of War, Gears of War 4, entre otros, aunque hay que aclarar que solo como el juego más esperado y no como superior en gráficos.
Sin embargo, después de echar un vistazo a su jugabilidad e historia, varios usuarios comenzaron a a cuestionar a Nintendo que el nuevo juego podría ser un remake del primer juego de la franquicia. Al escuchar esto, Shigeru Miyamoto se pronunció inmediatamente para aclarar las dudas y quejas que tenían los fans con el nuevo juego de Zelda.
La relación entre Breath of the Wild y el primer título de Zelda procede de similitudes que algunas personas que han probado el juego han establecido por sí solos, pero en ningún momento hemos intentado recrear el primer juego de la saga. Cuando comenzó la aventura del primer título, teníamos la idea de ofrecer libertad de acción y de un jardín de miniatura en la mente.
Cuando la serie comenzó a evolucionar, fuimos creando muchos juegos con el único fin de seguir una misma línea. Tras esto, decidimos volver a las raíces de la serie y comenzamos a desarrollar The Legend of Zelda: Breath of the Wild.
Pues bien, el propio Miyamoto ha tenido que dar la cara para para de tajo todas las críticas que ha recibido el juego, no porque sea malo, sino porque sigue una línea similar al primer título.