Este 23 de junio la legendaria Nintendo 64 cumple 20 años estar entre nosotros. La consola que nos transportó a los mundos en tercera dimensión podrá no ser la que mejores ventas le dio a la “gran N”, pero, sin lugar a dudas, es la máquina que ayudó a definir al gigante japonés como la compañía más representativa de nuestro pasatiempo favorito.
El Nintendo 64 no solo dio origen a un sinfín de mundos nuevos con increíbles propuestas e historias, también dio un vuelco completo a una industria que estaba por despegar a niveles más altos de los que alguna vez pudimos haber imaginado. Como dicen por ahí: “20 años se dicen fácil”, pero es evidente que nuestra pasión por los videojuegos no sería la misma sin el increíble arriesgue por parte de Nintendo en aquel 1996.
Golden Eye 007
Inspirado en la película del mismo nombre de 1995, la aparición de James Bond en la consola de Nintendo es uno de los hitos modernos más emblemáticos de la industria. Si bien el juego busca ser un homónimo de la cinta protagonizada por Pierce Brosnan, el principal atractivo llegó con su variante multijugador.
Hasta ese momento los juegos de disparos en primera persona parecían imposibles en una consola, al menos hasta que Rare implemento de manera excelsa los movimientos del 007 en el control del Nintendo 64 para el modo campaña, lo que termino por trasladarse a un adictivo modo multijugador en pantalla dividida para hasta cuatro personas.
Rare consiguió que el dinamismo de los FPS en PC se trasladara a una consola casera y que aprovechara cada uno de los elementos que ésta podría brindar para el desarrollo y jugabilidad. El legado de Golden Eye continuó hasta su secuela espiritual: Perfect Dark, e incluso dio bases a juegos del mismo género en consolas como Halo en el primer Xbox.
Super Smash Bros.
Es muy probable que la obra de Hal Laboratory sea la que menos sacudida dejó a la industria tras su estreno. Sin embargo, Super Smash Bros. tiene un lugar de ensueño en el corazón de los jugadores, convirtiéndose rápidamente en una de las series favoritas de los seguidores de la “gran N”. Si bien no es la primera serie en mezclar personajes de varias franquicias diferentes, estamos seguros que se volvió una de las más populares.
Super Smash Bros. tiene como principal atractivo la reunión de los personajes más importantes de Nintendo en un escenario de pelea para hasta cuatro jugadores. El atractivo de ver pelear a Mario contra Link en un estadio de Pokémon, nunca va a pasar de moda, y es ahí donde entra la importancia del juego. Simple, Nintendo se atrevió a juntar sus series para vendernos un paquete que parecía gritar “DIVERSIÓN” desde dentro de la caja.
Su legado nos ha dejado ver enfrentamientos entre personajes de Nintendo contra otros emblemáticos de la industria como: Snake, Mega Man, Sonic, Ryu y Cloud. Su éxito se ha intentado emular con propuestas al estilo de PlayStation All Star Battle Royale en PS3 o Killer Instinct en Xbox One.
Pokémon Stadium
Al igual que el Nintendo 64, Pokémon cumplió 20 años durante 2016. Pareciera que el destino hubiera querido que ambos productos de Nintendo se conocieran y dieran paso a una de las combinaciones más gloriosas que hemos podido ver en nuestras vidas. Pokémon Stadium transportó nuestro ambicioso legado como maestros Pokémon a las salas de nuestra casa de manera increíble.
Stadium se presentaba como la plataforma perfecta para glorificar la serie de Game Freak, la idea de llevar a nuestros monstruos de bolsillo del Game Boy al Nintendo 64 era adictiva, fácil de utilizar y llena de posibilidades. Solo teníamos que poner nuestro cartucho en la consola por medio del Transfer Pack y visualizar a las criaturas de 8 bits en un ambiente en 3D, con todo el poder que la consola –y nuestra imaginación- podían brindar.
Si hoy en día crees que compartir una partida entre PS Vita y PlayStation 4 es algo grandioso, imagina lo que se podía sentir al colocar tu Pokémon Red y darte cuenta de lo poderoso que es el Charizard que llevas meses entrenando. Pokémon Stadium hizo que las posibilidades entre consola portátil y casera fueran infinitas y nadie ha podido replicar esa sensación de grandeza.
The Legend of Zelda: Ocarina of Time
¿Qué más podríamos decir del juego que para muchos es el mejor videojuego de la historia? 1998 fue el año que consagro al Nintendo 64, a la propia Nintendo y a la industria de los videojuegos. La entrañable historia de Link y Zelda eran motivo suficiente para no solo querer la consola de los japoneses, sino para buscar la forma de hacerse con ella lo más pronto posible.
Por un lado, la espectacularidad de los gráficos en 3D que cambiaban por completo lo visto en A Link to the Past. Aunado a una historia de cuento de hadas simple y llena de emociones. Combinado con la increíble música de Koji Kondo en el fondo. Una jugabilidad que parecía única y llena de posibilidades. En uno de los mundos más grandiosos que jamás habíamos visto.
Ocarina of Time cambio a la industria por completo: las secuencias animadas, la narrativa, los personajes, la historia, los secretos, la exploración, el legado… todo el mundo quería imitar el éxito de Shigeru Miyamoto y compañía, todos los juegos querían ser elogiados por la crítica y los jugadores, todos querían ser el próximo Ocarina of Time.
¿El mejor juego de la historia? Es difícil decirlo a casi 20 años de su lanzamiento, lo único que podemos decir es que debes jugarlo, por lo menos una vez en la vida.
Super Mario 64
Como lo ha dejado en claro el pasado E3, ninguna consola puede vivir sin un buen catálogo de juegos. Si bien el Nintendo 64 no puede presumir la enorme librería de Wii o DS, si puede presumir que cada uno de sus juegos tenía una peculiaridad única, y todo empezó con Super Mario 64. Si Ocarina of Time es el máximo referente de la industria, fue Super Mario 64 el que colocó los cimientos para que Zelda ostente ese título.
La aventura de Mario en la Nintendo 64 repetía el amado cliché del secuestro de la Princesa Peach y el recorrido del plomero por diversos mundos. El gran diferenciador de esta entrega es que, por primera vez en la historia de la industria, nos encontrábamos en un mundo en tres dimensiones, con personajes llenos de vida y color y un mundo que parecía interminable cuando atravesábamos cada uno de los cuadros en el castillo de la princesa.
Un servidor no tuvo ese gusto, pero, debió haber sido una explosión en la cabeza el haber pasado de Super Mario World a Super Mario 64. Si hay una razón por la que el Nintendo 64 es una consola tan importante es por dar el salto a los polígonos y mostrarnos nuevas maneras de vivir aventuras con un control en la mano. Tenemos la suerte de que el primer guía en esta nueva forma de ver la vida haya sido Mario Bros.
El legado del Nintendo 64 y todos sus juegos es único. Podríamos decir mil y un cosas de la consola, pero la realidad es que sus juegos hablan mejor que nadie. Seguimos jugando en entornos 3D, los juegos de disparos y los multijugadores de éstos tienen una popularidad enorme desde hace varios años, las historias se hicieron más entrañables y así podría seguirme todo el día.
¿La recomendación? Ve a desempolvar tu Nintendo 64 y disfruta de la vida como si fuera 1996.