El creador de Oculus Rift ha manifestado su opinión ante su propio producto, en el que él mismo considera que la realidad virtual «todavía es muy cara y relativamente primitiva» pero que tendrá éxito y con el tiempo llamará a mucha más cantidad de gente y presentará una mayor jugabilidad y sobre todo con un precio más asequible.

 

Eventualmente, los costes se reducirán y la calidad aumentará, y la variedad de contenidos será tan amplia que es casi imposible imaginarse a alguien más allá de los detractores más acérrimos diciendo: ‘No voy a usar la realidad virtual’.

 

Aclara que la realidad virtual no solo nos servirá para jugar a videojuegos, en un futuro podría disponer de muchas otras funciones como ver películas, estar con los amigos, pasar unas «vacaciones virtuales», etc.

 

A largo plazo es imposible detener la realidad virtual. En algún momento, la tecnología avanzará hasta un punto donde la tecnología podría llegar a ser gratuita.