Muchos ex empleados de Rare han expresado su sentir después de que Rare pasara a formar parte de Microsoft. La mayoría de estas opiniones son negativas y con muestras de arrepentimiento, como las más recientes declaraciones de Chris Seavor, ex empleado del estudio que en su momento trabajó con juegos como Killet Instinct y Conker. El personaje señala que Microsoft había prometido no hacer cambios al funcionamiento del estudio, sin embargo, esto no ocurrió así, pues los cambios comenzaron casi de forma inmediata, por lo que considera fue un error cambiar a Nintendo por Microsoft.
Tardaron poco en empezar a hacer pequeños cambios, retoques… y aparecieron administradores de producción haciendo todo tipo de preguntas banales.
El desarrollador también añade que con el paso del tiempo los empleados eran reemplazados por otros, y que tras las salidas de Tim Stamper y su hermano Chris Seavor, todo comenzó a perder sentido para él.
Se produjeron todavía más cambios hasta que todo dejó de importarme; y así fue todo, creo. No estoy seguro si Nintendo sabía lo que íbamos a hacer. Tim y Chris lo sabían y dijeron que querían hacerlo, y como no había problema de confianza entre compañías siguió adelante. Confianza, un concepto bonito que no existe por culpa de ciertos editores.
La Rare de hoy y la de su máximo esplendor sólo comparten el nombre. Nada más.