Dios (suponiendo que exista) sabe bien que no quiero tener que decir lo que voy a decir, pero también sabe que prefiero de largo encarar la dura realidad a vendarme los ojos. Nintendo esta mal para nadie es un secreto, perdidas millonarias, recortes escandalosos, acaudalados inversores junto a sus cuentas bancarias suizas molestos e irritables, el puesto de Iwata tiembla, se oyen todo tipo de rumores, Mario en smartphone, Mario en Third Parties, típicos chismes de pasillos colegiales, universitarios o laborales. Lo cierto es que un cambio se aproxima a velocidad vertiginosa, un cambio importante.

 

La apuesta de Wii U fue, desde su concepción muy temeraria. El único argumento que lo sostenía era el apabullante (e inesperado) éxito de Wii que arraso cualquier previsión, competidores o gráficos HD posibles. Pero Wii surgió en un momento muy distinto al actual, la Era de la Tecnología se mueve a velocidad del sonido, demuestra un avance implacable e incesante que exige capacidades adaptativas muy altas y no siente clemencia contra parsimoniosos. Cuando Wii salio (2006) los smartphones no eran más que un lujo elitesco, un prototipo, un proyecto a futuro exclusivo de grandes compañías. Acertados estudios ejecutados por Nintendo demostró la existencia de un enorme mercado casual que no dudaría en caer rendido ante un producto que satisficiera sus impredecibles necesidades lúcidas, urgidos de ingresos tras la debacle de Gamecube decidieron apuntar a ese complicado target. El numerito de sacrificar potencia en pos de innovación no pudo salir mejor, Wii y su revolucionario control triunfó por ahí donde pasó, el impacto visual era sustancial, no había nada siquiera similar al Wiimote, seducía al público casual con la posibilidad de eliminar esas barrigas plácidas desde la comodidad de sus casa y encima jugando (vamos, el Santo Grial del ciudadano común: lograr una figura de infarto ejercitándose desde el sofá), todo esto sumado a la inexistencia de competidores directos dio como resultado al fenómeno Wii.

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Si tenemos esto en cuenta, no entiendo cómo dieron visto bueno al lanzamiento de Wii U. No había manera posible de emular siquiera un éxito similar al de Wii en los tiempos actuales. Sí, Nintendo logró introducir una buena parte de jugadores casuales a la industria mediante sus consolas, pero la explosión de smartphones, proliferación de la Appstore/tiendas online con ingente cantidad de aplicaciones (juegos) gratuitos descargables, el iPhone y finalmente el iPad dieron un golpe sobre la mesa tan contundente que no había nada que nuestra industria pudiese hacer para contrarrestarlo. Apple atrajo a toda la comunidad casual como moscas hacia la luz. Los padres prefirieron comprar iPads a sus hijos porque a la postre salen más baratos y resultan mucho más versátiles que cualquier consola de videojuegos. Por lo cual me pregunto ¿Cómo es posible que no se dieran cuenta de algo tan obvio? ¿Demasiado confiados de su marca quizá? Sea como fuese, aún ante este panorama tan desalentador decidieron lanzar Wii U apuntando al mercado casual claramente, porque el hardcore ya lo habían perdido hace tiempo y Wii U no era el paso para recuperaros.

 

Una vez más Nintendo podría llevar sus franquicias a otras plataformas

 

La apuesta de Wii U resulta verdaderamente innovadora dentro de nuestro ámbito, pero el simple hecho de parecerse al iPad le restaba interés dentro de los devotos a Apple (media población mundial). Por lo cual actualmente el pan que cena Iwata esta noche lo compra con ganancias del 3Ds (que también comenzó mal por cierto, solo que supo reponerse), pero Wii U no levanta cabeza y no lo va a hacer ni con Smash Bros, Zelda HD, Bayonetta 2, o lo que venga. Es momento de flexibilizar un poco las políticas de la compañía, es momento de cambiar de presidente, momento de lanzarse al mercado online: Free to Play y smartphone (pero medido, manteniendo siempre la calidad que los caracteriza), momento de actualizarse tecnológicamente, trabajar nuevamente en función de recuperar el favor del jugador hardcore o lo que quieran, pero cambiar. Wii U durará un poco más porque tiene juegos importantes ya en desarrollo, pero su fracaso está ya (lamentablemente) anunciado. Fue una gran idea con muchas posibilidades de renovar nuestras vetustas tradiciones videojueguiles, pero desgraciadamente mal ejecutada y condenada al escarnio en un mundo donde prima la visión sobre la función.

 

Firma: Un apasionado de Nintendo.