Sin duda alguna, uno de los videojuegos a cuya cita uno no puede faltar, es Dragon Age: Inqusiition, la nueva obra de los maestros del RPG occidental: BioWare. Después del épico cierre de la trilogía de Mass Effect, el estudio nos propone regresar al bestial universo de Ferelden, donde tu historia está a punto de comenzar.
Tras una larga sesión de juego con la nueva propuesta de Electronic Arts, no se puede decir más que estamos frente al que, muy probablemente es, el juego más ambicioso del equipo de desarrollo con sede en Canadá hasta la fecha. Acompáñenme a descubrir porqué.
En Dragon Age: Inquisition, tomamos el papel de Inquisidor, un personaje que deberemos moldear a nuestro gusto antes de comenzar la partida, eligiendo tanto su aspecto, vestidura y, por supuesto, habilidades. Nuestra misión será la de traer la paz al continente de Thedas. Para alcanzar nuestro objetivo, deberemos completar ciertas misiones que podremos ir encontrando a través del enorme mundo que tenemos a nuestra disposición, y así, ir influenciando la historia según las elecciones que vayamos tomando.
La mecánica jugable hereda aspectos vistos tanto en Dragon Age: Origins como en Dragon Age II, e incluso del propio Mass Effect. Para acceder a una misión, deberemos interactuar con los cientos de individuos presentes en el mundo. Al conversar con ellos, tendremos la posibilidad constantemente el rumbo de la plática, eligiendo respuestas tras escuchar el mensaje de nuestro emisor. Seleccionar estas respuestas irá definiendo el carácter de nuestro personaje y su fama.
Desplazarte con tu personaje en el escenario es muy simple. Basta con mirar el mapa que encontrarás en la esquina inferior derecha de la pantalla para dirigirte a tu destino. A pesar de la enorme longitud del mundo, llegar a los sitios señalados fue rápido y sin contratiempos. Aunque la gente de Electronic Arts nos ha asegurado que en la versión final podremos utilizar otros medios de transporte para ir de un lugar a otro.
Al entrar en combate, en la demostración, además de nuestro personaje, se nos unían otro 4 miembros a nuestro grupo. Cada uno, con sus propias habilidades y destrezas específicas. Por ejemplo, durante nuestra sesión, se unieron un mago, un arquero, un sanador y un manipulador de armas pesadas. Pudiendo controlar a quien deseemos en cualquier momento con sólo presionar un botón. Saber cómo y cuándo cambiar de personajes requiere estar siempre atento al transcurso de la batalla y habilidad para emplear cada una de las habilidades especiales de los miembros del equipo. De igual forma, para ingresar a ciertas zonas tendremos que recurrir a personajes con la clase adecuada para aprovechar sus atributos y así poder alcanzar un tesoro, una misión extra, etc.
El aspecto audiovisual del juego tiene una pinta extraordinaria, cabe mencionar que lo que probé era sólo una versión Alpha del juego. La calidad de las animaciones de los personajes es asombrosa, dejando en ridículo a lo visto en su momento en Mass Effect 3, los cuales ahora parecen rostros moldeados en plastilina. Sin embargo, el punto cumbre del título es su mundo mismo. Ferelden nunca se había visto tan bien.
El escenario, para ser un producto todavía en desarrollo, era gigantesco. Con decenas de personajes con los cuales hablar, y una gran cantidad de misiones secundarias por realizar. La variedad de paisajes y entornos es increíble, desde montañas hasta bosques, pueblos y pantanos. Todo mientras resalta la misión principal de entre todas.
La flora y fauna del juego se comporta de manera natural, el clima cambia en tiempo real, empezando en un lindo atardecer para, sólo unos minutos más tarde, librar una dura batalla bajo el cielo nocturno, en un sucio pantano, mientras cae la lluvia. Un maravilloso espectáculo que no hace más que transmitir la sensación al usuario de estar presente en un mundo completamente vivo y con identidad propia.
Por su parte, el sonido, está perfectamente implementado. Ya sea en las melodías que suenan mientras caminamos por los senderos del juego o escuchar la voz del viento chocando con la vegetación. Éste apartado ha sido cuidado hasta el extremo y seguro conservará éste nivel para la versión final del título.
En conclusión, Dragon Age: Inquisition, a pesar de no revolucionar su tradicional fórmula, ha demostrado saber introducir sabiamente los elementos necesarios, así como incrementar los ya existentes para ofrecer un producto que se siente fresco, desafiante, pero sobre todo, atrayente. De la mano de BioWare, la calidad de Inquisition podría estar más que asegurada, pero será a partir del 21 de Noviembre cuando podamos descubrir si su nueva obra logra convertirse en el mejor de la serie y uno de los máximos exponente del género.
Lleno de peligros y cientos de misterios y problemas por resolver, pero regresar al mundo de Dragon Age ya es una razón más que suficiente para estar esperando ansiosamente su definitiva llegada.