Hace algunos días, parte del equipo de Joystick Cloud tuvo la oportunidad de probar uno de los más esperados videojuegos que llegará el próximo año en exclusiva para PlayStation 4, hablo de la obra del equipo de desarrollo Ready at Dawn: The Order: 1886.
Tras varios videos y demostraciones que hemos podido disfrutar a lo largo del año, y más que nada, después de una breve sesión de juego con el título, puedo adelantar que la expectativa generada alrededor de ésta nueva IP está más que justificada.
Durante la prueba, nos poníamos en el papel de Sir Galahad, líder de La Orden, a la cual también pertenecen Sir Perceval, Lady Igraine y Marquis de Lafayette, y cuya misión era despejar algunas zonas de mortales enemigos mientras recorríamos la desgastada pero majestuosa Londres Victoriana.
Al tomar el control, la sensación de estar en un Gears of War es inminente. Tercera persona, tu arma, coberturas… Pero sólo bastan unos cuantos minutos para darte cuenta que es algo totalmente diferente. Controlar a los personajes requiere de precisión y habilidad, siendo necesario moverte con rapidez y coherentemente en el campo de batalla. Apuntar a los enemigos y disparar puede llegar a ser complicado en un principio debido al peso del armamento y misma excelencia que demanda el título para jugar, pero tras comprender y adaptarte al enorme realismo de la obra de Ready at Dawn, terminas sumergiéndote en una experiencia de combate auténtica y cruda.
El único punto que podría dar una opinión dividida, es la presencia de QTE (Quick Time Events) en ciertos momentos de la historia, los cuales ayudan a mostrar imágenes espectaculares pero que en exceso podría aburrir a los usuarios. Sólo una vez que tengamos el título en nuestras manos descubriremos qué tanta presencia tiene éste aspecto.
Aunque se trataba de una versión aún en desarrollo, la calidad gráfica del juego es impactante. Los cutscenes, los cuales son llevados a cabo con el propio motor del juego, ofrecen un espectáculo asombroso sin que la acción se vea interrumpida en algún punto. Es inquietante contemplar lo que sucede en pantalla sin notar algún cambio entre jugabilidad y escena predefinida.
El diseño tanto de personajes como enemigos es monumental. Los rostros están perfectamente representados, pudiendo apreciar gestos y rasgos faciales en cada uno de ellos. El vestuario y las armas han sido llevadas al título con una calidad de detalles extremo.
Sin embargo, el escenario y en sí, el mundo que rodea a nuestros personajes, es lo que se lleva las alabanzas. El suelo, las paredes, el cielo, las edificaciones… Todo luce de forma imponente. Estando todo lleno de colores oscuros y fríos que logran materializar una atmósfera sombría, tétrica y desolada. Las luces, sombras, humo y explosiones no se quedan atrás, todo está añadido al mundo de una forma magistral y que roza lo sublime. A nivel técnico y artístico, diría que The Order: 1886 es simplemente perfecto.
Sin duda la gente de Sony y Ready at Dawn preparan algo grande, muy grande para el PlayStation 4. La prueba, a pesar de lo corta que terminó siendo, me dejó con un muy agradable sabor de boca, y sobre todo, con unos deseos descomunales de probar la versión final de un juego que promete ser uno de los mayores lanzamientos del catálogo de la máquina Next-Gen de Sony para el próximo año, ¿y por qué no? Uno de los más extraordinarios títulos que reciba la industria en 2015 y durante toda ésta naciente generación.
Hasta entonces, sigamos alucinando con ésa alternativa Londres que desea ser visitada por aquellos que deseen cazar monstruos.