Aunque el resurgimiento de la realidad virtual como paradigma del software entretenimiento no ha vuelto millonario a nadie aún, diversas compañías involucradas con la iniciativa continúan invirtiendo en el desarrollo de la promesa. Ése es el caso de Oculus, la filial de Facebook (otrora independiente) detrás de Oculus Rift, que recientemente compró Pebble Interfaces, una empresa enfocada en la creación de mecanismos de detección de movimiento.
Sobre esta adquisición, un representante de la empresa declaró lo siguiente:
En Pebble Interfaces nos hemos enfocado en probar las cotas de la tecnología de detección digital para acelerar las interacciones entre humanos y computadoras. Por medio de dispositivos micro ópticos y visión computarizada, buscamos mejorar la información detectada por los sensores ópticos; eso ayudará a llevar la realidad virtual al siguiente nivel. Siempre hemos considerado que la computación visual será la siguiente gran plataforma de nuestro tiempo y estamos emocionados por unirnos al equipo de Oculus para lograr nuestra visión de ese futuro.
Con esta compra, Oculus pretende desarrollar un sensor que determine y proyecte la posición de los brazos de los jugadores cuando utilicen el software para Oculus Rift. Por supuesto, esto se traduciría en formas de interacción novedosas o más realistas.
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