Algunos juegos van y vienen sin chistar, pero otros claramente llegan para quedarse, incluso antes de llegar a nuestras consolas. Uno de estos títulos es Elden Ring, el cual tomó la atención de los ojos de Internet desde su revelación en el E3 de 2019. Presentándose como la unión de dos mundos que atraparon a sus fans desde 2011 –Dark Souls y mitología escrita por George R. R. Martin-, Elden Ring pintaba ser un juego que rompería con todo aquello establecido por los títulos de FromSoftware.
Lamentablemente, pasaron dos años sin muchos anuncios sustanciales hasta que FromSoftware rompió el silencio con un poderoso tráiler que plasmaba el lanzamiento de Elden Ring en 2022. Actualmente, la espera se acorta, y Bandai Namco y FromSoftware están empezando los preparativos para traer a consolas y PC un título que requerirá una carga considerable de servidores, esto a través de una prueba de red. He podido probar una pequeña parte de este nuevo título y puedo decir que este juego promete ser un salto impresionante para el género Soulsborne, potencialmente colocándose en el punto más alto de los ránkings.
El Breath of the Wild de los Dark Souls
Quienes probaron el demo de The Legend of Zelda: Breath of the Wild que Nintendo mostró en el E3 de 2016, en el que se podía explorar la Gran Meseta durante 15 minutos, intuyeron que el título cambiaría la forma en la que las entregas de esta serie se podrían disfrutar. Esto debido a que ofrecía un mundo inmenso con sistemas interesantes y cautivadores. Y aunque puede sonar un poco exagerado, esta prueba de red me mostró a Elden Ring como un juego que será el Breath of the Wild de los Soulsborne: rompe con fórmulas establecidas a través de los títulos de FromSoftware, las cuales fueron perfeccionadas en Bloodborne y Dark Souls 3; y también agrega la flexibilidad de movimiento de Sekiro: Shadows Die Twice.
La prueba de red tuvo lugar durante tres días el pasado fin de semana, en cinco sesiones de tres horas cada una: pude jugar más de 10 horas de Elden Ring a través de cuatro sesiones, y a pesar de que solo pude explorar una fracción de este mundo miológico mundo, el tiempo que tuve no fue suficiente.
Iniciando la aventura
Al salir de la pequeña cueva que funciona como tutorial para las mecánicas del juego, las cuales podrían describirse como Dark Souls 3 pero con un botón de salto, mi personaje salió a través de un elevador, saliendo a la luz y mostrándome un enorme paisaje con impresionantes vistas.
A unos pasos de esta cueva, me encontré con un jinete y, asumiendo que por ser el primer enemigo que me encontré sería sencillo, me acerqué para luchar. Como podrás imaginarte si conoces estos juegos, asumí incorrectamente, y procedió a matarme con dos estocadas, cinco veces seguidas.
Afortunadamente, Elden Ring no solo toma la capacidad de saltar de Sekiro, pues eventualmente pude agacharme y evadir a este caballero sigilosamente para continuar conociendo este nuevo mundo. Fue a partir de este punto que pude sentir la apertura y libertad de movimiento a través del mundo abierto, explorando cuevas que funcionan como retos de menor intensidad que proporcionan recompensas como nuevo equipo o cenizas que pueden cambiar las cualidades y habilidades de casi cualquier arma.
Poco después, me topé con un sitio de gracia (el equivalente de las fogatas en los títulos de Dark Souls) y desbloqueé dos cosas extremadamente importantes: puedes subir de nivel con runas (el equivalente de las almas, principal moneda de los títulos Souls), así como un anillo para invocar a Torrent, un corcel que nos permitirá explorar y luchar de una forma extremadamente veloz y diferente.
El corcel indomable con doble salto
Además de poder movernos velozmente con Torrent, es posible saltar a espacios que normalmente no podríamos llegar, lo cual recuerda a ese dicho de Todd Howard respecto a Skyrim: «si lo puedes ver, puedes llegar ahí«. Aunque no es totalmente cierto debido a muros invisibles establecidos por las limitaciones de la prueba de red, sí fue posible llegar a todos los espacios que llamaron mi interés de una forma u otra.
Torrent podría parecer innecesario, algo que a veces puede sentirse mientras cabalgamos a caballo en Breath of the Wild, pero Elden Ring presenta esta forma de movimiento como una herramienta más con la cual podemos explorar el mundo, de forma similar al gancho utilizado por Wolf en Sekiro.
Por otra parte, el combate a caballo presenta un cambio refrescante que no termina reemplazando las peleas a pie, ya que, como todo título reciente de este estilo, los enemigos se comportan de forma inteligente y logran amontonarse para bajarte de Torrent por las buenas o por las malas.
Combate retador y accesible
Retomando este último punto, los enemigos y jefes en Elden Ring tienen patrones extremadamente avanzados, especialmente en los adversarios “mayores” como el temible Margit, jefe que me mató cerca de 10 veces pero que pude derrotar después de una pelea extremadamente emocionante. Sin embargo, este reto llegó después de por lo menos cuatro jefes que enfrenté en cuevas, los cuales fueron de dificultad considerablemente menor y presentaron retos mucho más manejables: en un momento que nunca pensé me sucedería en un título de FromSoftware, pude derrotar a un jefe en el primer intento.
Sí, es cierto que esta clase de títulos presentan un reto que a veces podría ser considerado injusto, pero es a través del mundo abierto de Elden Ring que siento que esta será la primera ocasión en que la experiencia podrá ser vista de una forma diferente: un un espacio amplio en el cual poder decidir nuestras batallas y tomar más tiempo para prepararnos.
Una prueba reafirmante
Otro de los elementos que presentarán un apoyo considerable es el elemento multijugador de Elden Ring, el cual fue puesto a prueba durante estas sesiones por Bandai Namco. Aunque la primera sesión presentó errores constantes al intentar invocar o ser invocado, los días siguientes me permitieron probar esta mecánica importante del juego de manera satisfactoria. Y la buena noticia es que ésta ofrece la posibilidad de disfrutar de sesiones de exploración cooperativas y competitivas, las cuales se complementan con el abierto sistema de combate a través de la variedad de armamentos y magia a nuestra disposición.
Aunque pasé suficiente tiempo como para confirmar el potencial de Elden Ring, la sensación de que apenas rasqué en la superficie de este mundo prevalece intensamente. Al terminar la última sesión de juego, mientras el servidor lanzaba un anuncio de desconexión, me quedé viendo la pantalla de inicio pensando en cómo no podría vengarme de ese caballero en la salida de la cueva hasta febrero. No obstante, la espera es sin duda emocionante.
Crear un título de este estilo en un mundo abierto no es poca cosa, y de hecho hay quien diría que el único juego similar es precisamente The Legend of Zelda: Breath of the Wild, una aventura que inicialmente es difícil de entender pero que eventualmente se convierte en un juego retador pero justo a través de sus sistemas de juego que premian el pensamiento creativo y adaptativo. Hasta ahora, puedo decir que Elden Ring se presenta como un título que será precisamente eso, y su lanzamiento no podría llegar antes.