Introducción
Corría el año de 1994 cuando, debido al contenido de violencia o de índole sexual encontrado en juegos como Mortal Kombat, Night Trap, Lethal Enforcers y Doom, el senador estadounidense Joseph Liberman se pronunció en contra de la distribución de este tipo de artículos entre la población infantil.
Como resultado de dicha polémica, la Interactive Digital Software Association (hoy en día Entertainmet Software Association, ESA) fundó en ese mismo año la Entertainment Software Rating Board (ESRB), organismo no lucrativo y autorregulado que se encarga de categorizar videojuegos de acuerdo con su contenido.
Responsabilidades de la ESRB
La ESRB asigna las clasificaciones a todo el software de entretenimiento que se distribuye a los largo de Norteamérica. Además, impone las pautas que debe seguir el contenido publicitario de la industria de los videojuegos y ayuda a asegurar que las políticas de privacidad asociadas con la industria sean responsables.
La clasificación de la ESRB consta de dos partes. La primera de ellas son los símbolos de clasificación, que sugieren las edades apropiadas para un juego determinado. La segunda son los descriptores del contenido, que detallan los elementos que un juego integra para conferirle una clasificación en particular. Los símbolos de clasificación se encuentran en el anverso de la caja del videojuego, mientras que la descripción del contenido se halla en el reverso.
.
.
Clasificaciones de la ESRB
Early Childhood
Los juegos que incluyen este símbolo es su empaque, presentan un contenido apropiado para niños de tres años en adelante. En general, son títulos didácticos que no requieren una destreza excesiva con el control. No existe ningún tipo de violencia representada o lenguaje que pudiese resultar ofensivo. La mayoría de estos títulos son para computadoras personales.
Everyone
Estos juegos tienen un contenido apto para personas de seis años en adelante. Los títulos con esta categoría denotan signos de violencia y lenguaje ligeros, pero sin llegar a ser ofensivo.
Everyone 10+
Los juegos con esta clasificación, como su nombre lo indica, contienen material apropiado para personas de 10 años o mayores, tal como fantasía y violencia ligera, lenguaje rudo (pero no agraviante) o temas sugestivos.
Teen
Estos títulos tienen un contenido adecuado para personas de trece años en adelante. Esta categoría puede contener violencia, temas sugestivos, humor vulgar, sangre mínima o uso infrecuente de lenguaje ofensivo.
Mature
En el caso de los videojuegos clasificados como “M”, se tiene un contenido propio para personas mayores de 17 años. Los productos con este sello tienen un grado de violencia intensa y gore. También se pueden tratar temas sexuales o situaciones adultas como el empleo de alcohol, tabaco o drogas. El lenguaje es altamente agraviante.
Adults Only
Esta clasificación es exclusiva para adultos. Los títulos catalogados dentro de esta categoría, incluyen descripciones explícitas y prolongadas de desnudes, sexo o violencia, tanto gráfica como verbalmente. Hasta el momento, no existe algún título para sistemas caseros o portátiles que tenga esta clasificación; sin embargo se ha usado ya en juegos para computadora.
Rating Pending
Este sello se usa en todos los juegos que aún no han sido clasificados por la ESRB, pero que se han enviado a este organismo con el fin de obtener una evaluación. Naturalmente, es imposible encontrarlo en juegos que se encuentren a la venta, pero puede verse en anuncios, cajas de exhibición, demostraciones jugables, videos o análisis previos.
Conclusión
Pese a los esfuerzos de la ESRB, es bien sabido que la mayoría de los comerciantes no respetan en lo más mínimo las clasificaciones. Es muy común observar cómo cínicamente se venden juegos “M” tanto a niños como a jóvenes menores de 17 años.
No sólo la ESRB tiene la obligación de categorizar qué juegos son adecuados para determinadas edades. Dado que esto es en gran medida una cuestión de educación, también los padres comparten la tarea. Existe mucha negligencia por parte de la autoridad familiar cuando permiten que sus hijos adquieran y jueguen títulos con contenido no apropiado para ellos así como al tiempo que les autorizan interactuar con ellos.
