Este año Ubisoft decidió darse un break de las entregas anuales de Assassin’s Creed, sin embargo, los fans no se quedarán con los ánimos vacíos, pues muy pronto llegará a la pantalla grande la que se espera sea una adaptación digna de una de las franquicias más populares de la compañía francesa, misma que esperamos no se sume a una de las tantas decepciones videojueguiles que han recibido su respectiva adaptación cinematográfica.
Si bien el filme está basado en las series de Assassins’s Creed, no lo hace en ningún juego en particular, por lo que surge una nueva oportunidad de explorar historias diferentes dentro de la hermandad de los asesinos, y aunque la mayoría de nosotros realmente no estábamos seguros de qué aspectos abordaría Justin Kurzel, director de la cinta, con respecto a la saga, ya es posible saber qué esperar de Assassin’s Creed gracias al trailer que fue liberado como preámbulo a su llegada en cines, prevista para el 21 de diciembre de 2016.
A medida que nos adentramos en el video, descubrimos que Callum Lynch (Michael Fassbender) acaba de ser juzgado y ejecutado por ser un chico malo, sin embargo, las cosas dan un giro de 360 grados cuando despierta en lo que fácilmente reconocemos como las instalaciones médicas de Abstergo Industries.
En este punto Lynch descubre que lleva en su sangre memorias genéticas de un ancestro que vivió en la España del Siglo XV, su nombre es Aguilar de Algarrobo, y él, es un asesino. Estando Abstergo al tanto de esto, lo envían a un viaje al pasado en busca de artefactos poderosos que todos conocemos como “Fragmentos del Edén”.
En este retroceso, Kurzel retoma una época que ya hemos visitado antes en Assassin’s Creed II: el renacimiento, pero esta ocasión vemos la influencia que tuvo el movimiento originado en Italia en tierras hispanas, mismas que se encuentran bajo el yugo de la inquisición española. Como es de esperarse, el objetivo de Callum será aprender de su entorno y de las habilidades vitales que debe tener un master assassin, para volver al siglo XXI donde hará frente a los vestigios de la orden templaria.
Hasta aquí, todo nos suena familiar, sin embargo, es bien sabido que hacer una película sobre un videojuego no es cosa fácil, tomando en cuenta que prácticamente, títulos como Assassin’ Creed, son historias interactivas. Las desarrolladoras ya vendieron la idea visual de lo que estás jugando, y reconceptualizar esa idea en la pantalla grande sin que termine siendo más de lo mismo o que, por el contrario, se opaque la esencia del juego y nos decepcione, es realmente un reto.
Entonces, ¿cómo retomas los aspectos característicos indispensables de Assassin’s Creed sin dejar de hacerlo interesante para los espectadores?
Kuzerl parece haber encontrado esta respuesta en la rareza inherente del Animus, la máquina virtual encargada de transportar a los sujetos de prueba a líneas temporales distantes; el concepto futurista de esta transición en la que el individuo es arrancado de la realidad y arrojado en el cuerpo de un antepasado, cobra sentido para el cineasta —y para nosotros— cuando un brazo mecánico gigante ata a Fassbender, en lugar del clásico concepto de la matriz que mantiene a los sujetos en reposo. ¿Qué impacto tendrá este aspecto durante el desarrollo de la trama?
Por otra parte, algunas apariciones que, como fans de la saga seguro agradeceremos, es la inclusión de personajes guiño como Sophia Rikkin (Marion Cotillard), quien inmediatamente nos recuerda a Lucy Stillman, la trabajadora de Industrias Abstergo, amiga de Desmond, o Alan Rikkin (Jeremy Irons) CEO de Abstergo, quien, de hecho, no hace su primera aparición aquí.
Alan Rikkin es, originalmente dentro del juego, un maestre de la orden templaria y jefe de Warren Vidic en Industrias Abstergo que se encargaba de supervisar a distancia los movimientos de Vidic y los progresos obtenidos en el Animus; de hecho durante el primer juego de Assassin’s Creed, se descubre que Rikkin es el líder supremo de la actual Orden del Temple y la persona responsable de todas las pruebas en humanos, particularmente, los sujetos 12 a 16 —de los cuales 13 y 14 son desconocidos—, ¿será Fassbender uno de dichos sujetos? Hasta el momento no sabemos si existirá alguna relación directa con esto o simplemente decidieron utilizar el nombre del personaje.
O qué tal aquella que parece ser una reinterpretación onírica que concibe Justin Kurzel en el momento en el que Callum es introducido al Animus y que sin duda alguna nos recuerda a las circunstancias del presente que vivió Desmond Miles en Assassins’s Creed: Revelations cuando se encuentra con el holograma del Sujeto 16.
Por supuesto ¿qué es Assassin’s Creed sin los planos y tomas características que resaltan la belleza arquitectónica de los escenarios? ¿o el parkour, algo que se considera esencial en la saga? ¿o incluso la aparición de una nutrida hermandad en donde cada asesino se especializa en un arma diferente?
La acción, las persecuciones, el combate cuerpo a cuerpo, las tácticas de asesinato y las conspiraciones, hacen ver a Assassins Creed —dentro del tráiler— como un legado cinematográfico legítimo y nada abrupto para la franquicia. ¿Lo logrará?
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