Hace 7 años, el mundo vio nacer a una de las sagas más increíbles de la séptima generación de consolas al traernos una historia conspiracional que quizá, en nuestros sueños más volados, habríamos imaginado; con esto, llegó un sistema de juego novedoso y un mapa ad hoc para desarrollar esta aventura y a su vez, explotar los beneficios de estas consolas. Por supuesto, hablamos de Assassin’s Creed.
Esta franquicia, dejó un legado impresionante y recabó a una gran cantidad de fans a lo largo del mundo. Ahora, tras despedirse de sus fieles (y no tan fieles) seguidores en Xbox 360 y PS3 con Assassin’s Creed: Rogue, los chicos de Ubisoft se sintieron preparados para dar el salto generacional y embarcarse a una nueva aventura tras intentar superar los estándares que ellos mismos impusieron -y heredaron- a través de los años con su saga. La pregunta es, ¿lo han logrado?, pues lo sabrán aquí, ahora, en esta reseña.
El retrato de Dorian… y no es Grey.
Sin tantos rodeos, Ubisoft planteó la historia de este personaje en dos aspectos básicos: el primero es el cliché del chico jovial que se convierte en asesino en su búsqueda de la venganza y el segundo es derrocar la monarquía que envuelve contextualmente a Paris. Assassin’s Creed Unity tiene unos zapatos grandes que llenar , ya que no han logrado impactar con un personaje en los últimos títulos de la franquicia, y el más interesante (pero no por mucho) hasta ahora, ha sido el templario Patrick Shay Cormac simplemente por abandonar el rol de asesino y terminar siendo un templario hecho y derecho.
Sin embargo, lo que hace hace destacar la vida de Arno, son los detalles y los giros que da la misma a lo largo del trayecto, podremos encontrar en él un déjà vu de similitudes con el inigualable Ezio Auditore al encontrarnos a una figura fresca, descarada y despreocupada; demuestra ser un tipo con gran sentido del humor y poseedor de una personalidad bastante segura y llena de convicciones. Pero ni con todo esto Arno logrará salir librado del futuro que le espera; mismo en el se verá influenciado de manera crucial tanto por personajes importantes del gremio parisino de los asesinos, como el de los templarios; aunque esto resulta un poco decepcionante ya que no se explotan al máximo los iconos importantes de la época como creímos que sería, la presencia de Napoleón Bonaparte o El Marqués de Sade -por mencionar algunos- se ve opacada por entes terciarios que no crean un impacto con precedentes en el juego; por su parte la aparición de Luis XVI figura de manera forzosa y Maria Antonieta, simplemente se esfuma del contexto. Mal ahí.
Esencialmente, Assassin’s Creed Unity es sobre la vida de Arno Dorian. Es un drama novelístico de amor, traición, venganza y muerte, donde su obsesión por proteger a Elise (hermanastra y amante) le trajo grandes consecuencias como ser expulsado de la orden de asesinos al no ser leal en su totalidad y ser abandonado por su amor al ser ella un impedimento para llevar a cabo su venganza. A pesar de lo negativo que esto pueda sonar, el acompañar a este personaje desde niño hasta la cima de su carrera como asesino, es sin duda uno de los argumentos de más convincentes y más fuertes que hemos visto hasta ahora.
Liberté, Égalité, Fraternité.
Si bien Assassin’s Creed Unity demuestra que el peor enemigo de la revolución es el burgués y logra transmitir esa sensación de liberación de la que este movimiento francés está dotado, no logra aterrizarse al 100% en su entorno; deja de lado muchos aspectos importantes dentro de la historia transformándolo así en barbarie y salvajismo, a pesar de que visualmente nos ofrecen una representación fiel de la París real, nos deja con ganas de profundizar un poquito más en el verdadero significado de la unidad del pueblo y de la rebelión, pues a veces tanta historia personal de Arno, puede llegar a ser monónoto.
Lo que le falta al personaje en este apartado, es involucrarse más en el movimiento que está tomando lugar en el país, ya que, aunque apenas participa en algunas revueltas icónicas como lo fue la toma de la Bastilla, el rol de Arno se centra en otro tipo de tareas que resultan un tanto ajenas; esto aplicaría obviamente en el detonante de la revolución, no en todo el juego, ya que también es muy importante situar los orígenes de Dorian con los aspectos culturales, y eso es algo en lo que Ubisoft acertó correctamente desde el inicio.
En pocas palabras, Assassin’s Creed Unity refleja esencia más no historia. Pero qué más da… no somos historiadores. Uno de los aspectos más impresionantes del juego es ver cómo vibran los tumultos en las plazas centrales por debajo de la increíble catedral de Notre Dame; el alma emocional del juego corre a través de las voces francesas de las multitudes que impactan en nuestros oídos con estruendos del paisaje conflictivo y que generan la emoción y la expectación enérgica de esta contienda civil. El mapa es el más grande y más poblado jamás visto en la franquicia; a partir de este punto, Ubisoft se deshace de los repetitivos rostros cual «copy-paste» en los escenarios.
También es el juego más sanguinario de la saga, ya que las mejoras visuales van más allá de un paraje hermoso o un ciclo día-noche bastante dinámico; a menudo nos encontramos a Arno luciendo un rostro manchado en sangre y pintando a su paso la ciudad de rojo. A estos aspectos, también les ayuda el impacto de la iluminación, misma que puede afectar el enfoque de algunas de las misiones, ya que al pasar de lugares interiores a exteriores a plena luz del día, causará problemas de visibilidad como si los ojos de Arno apenas se acostumbraran al repentino cambio.
Como siempre, a lo largo de la historia hay que estar súper atentos a los diálogos y a las cinemáticas que aportan revelaciones aparentemente distantes, ya que además de explicar aspectos clave de la trama y del futuro de la franquicia, esto, lo crean o no, puede aumentar las expectativas que tengan para futuras entregas; un ejemplo de esto, son las llamadas «distorsiones temporales» que se dan en el Helix.
Pero, ¿qué es el Helix? Es un emulador que parte del Animus y a través del cual podremos explorar más afondo la vida pasada de algún sujeto de investigación. Con esto, Ubisoft encuentra el pretexto perfecto para transportarnos a otras épocas de manera inesperada en compañía de Arno al ser indicio de que nuestros aliados están hackeando el programa, y que tras superarlos, desbloquearemos nuevas oportunidades para recopilar fragmentos de memorias que posteriormente nos darán acceso a diversas cartas y textos que desvelan algunos datos sobre el presente -mismo que no figura de manera jugable como en los últimos 2 títulos de la franquicia-. Todo esto, tendremos que realizarlo a contra reloj a la par que sobrevivimos a dinámicas explosiones y demás obstáculos frenéticos que elevarán la intensidad al límite. Sin entrar mucho en detalles, esta es una de las partes más emocionantes del juego pues es el epicentro de las revelaciones cargando consigo los mejores argumentos y que sin duda, tendrás que verlos por ti mismo.
Los beneficios de la next-gen.
El salto generacional sí se hace notable en este juego y básicamente lo hace en tres resumidos aspectos: la jugabilidad, la personalización y los gráficos. Para empezar, todas las dinámicas de movimiento y los artilugios a los que ya estamos acostumbrados -de manera repetitiva incluso- fueron modificados; si bien en cada entrega el parkour se siente más libre y fluido, es aquí cuando verdaderamente podemos dar legalidad de este aspecto; no batallarás tanto al realizar tus hazañas ya que vienen aún más controladas y esto es algo que se hace notorio en los descensos del personaje evitando así que te hagas un mayor daño al momento de errar en los movimientos; esto nos lleva a mencionar el pequeño detalle de que curarse con boticas y medicina, está de regreso.
Además, contamos con un apartado realmente novedoso e impresionante, ya que estamos ante la presencia del primer Assassin’s Creed en la historia que puede ser jugado en cooperativo con hasta cuatro jugadores, con quienes podremos contar para alcanzar tesoros secretos o facilitar la limpieza de nuestro campo de batalla para así llegar a nuestro objetivo; este modo no se torna confuso ni desesperante a pesar de lo que parece, ya que la personalización diferenciará en gran medida a cada integrante del equipo por medio del color, tipo de prenda, el arma y las habilidades en las que se especializará cada personaje. Esto ampliará los objetivos de la misión de manera que, al final, podrás tomar mil y un caminos diferentes al realizar en tus hazañas, es una experiencia realmente única. Básicamente, la fortaleza de tu hermandad radicará en cuánto se complementen el uno al otro en combate al acentuar ya sea la fuerza bruta, la agilidad o el sigilo; si actúas de manera independiente, lo más probable es que fracases, el trabajo en equipo es sumamente importante ya que podrás abrir nuevas oportunidades de juego si coordinas bien tus maniobras. Al principio se tornará algo confuso, pero conforme pase el tiempo, te convertirás en todo un maestro de la táctica; después de todo, esto es acerca de la unidad.
Nuestro combate por su parte, será más interactivo y dinámico al permitirnos el uso de botones simultáneos para elaborar una cadena de ataques con diversos artilugios que tengamos a nuestra disposición y obtener así, mortíferas estrategias. Un ejemplo de esto es hacer uso de los objetos de apoyo -distractores como bombas de humo- antes del ataque principal -disparar un arma, por ejemplo- para despistar así a tus enemigos y presenciar un combate realmente fluido y diferente a lo que ya estábamos acostumbrados. A esto, agregamos el hecho de que el espionaje ya no forma parte de los elementos básicos y forzosamente indispensables en la campaña -aunque no por esto, queda suprimido- por lo que en algunas misiones, podrás explotar tus habilidades de la manera más estruendosa posible.
Cuando de actividades extracurriculares se trata, el contenido incluido en las misiones secundarias es gigantesco y vasto, todo esto gracias a los diversos apartados con los que contamos, por ejemplo, tenemos las «Historias de París», una variada selección de 50 misiones donde mezclan la investigación, los planes de sabotaje, tus deberes como guardaespaldas y demás fragmentos de historias -muchas de ellas con datos y personajes reales- que enriquecerán nuestra experiencia de juego; por otro lado, si lo que te gusta son los misterios a resolver, podrás enfocarte en encontrar y descubrir los enigmas de Nostradamus, los cuales utilizarán la gran ciudad de París como todo un terreno críptico -es lo más parecido a los glifos que hemos visto desde Assassin’s Creed 2-.
Esto, nos lleva a tratar sobre el nivel de detalle en el juego; Ubisoft logra dejarnos impresionados con el exquisito apartado visual, mismo en el que la arquitectura es una belleza que se aprecia al contemplar desde simples edificios, hasta maravillas como Notre Dame o los Jardines de Luxemburgo, lugares que terminan por ser una verdadera joya atmosférica que refleja todo el peso de la aristocracia francesa; los dinámicos cambios en el clima y la transición día-noche, son realmente magníficos, los atardeceres, son una fiel prueba de esto ya que te crearán una sensación tal y como si estuvieras en presencia de uno real. La magnificencia cromática que aporta el juego es súper realista y detallada, esta característica va desde los rostros de los miles de personajes en pantalla – o los cientos de personajes en movimiento-, hasta los efectos de la iluminación por el sol del mediodía que reposa plácidamente en la ciudad, dando así un pequeño aire motivacional a la caótica Francia revolucionaria.
Et pour finir…
Assassin’s Creed Unity es el perfecto complemento de Assassin’s Creed: Rogue -título que sirvió para introducir la historia que vemos en el juego next-gen-; esencialmente, sí redefine por completo a la franquicia a pesar de que retoman muchos de los pilares de la saga para conformar la aventura; me queda la sensación de que es el Brotherhood que todos esperábamos ver hace tiempo atrás. Sin embargo, tanta magnificencia hizo que Unity no soportara esta gran cantidad de elementos dentro de sí, lo que originó el descontento y el declive de las expectativas con la aparición de bugs, caídas en el frame rate y demás inconvenientes generados los cuales definitivamente estropearon por mucho la experiencia de juego. Afortunadamente, no es nada que un buen parche no pueda solucionar y será entonces cuando sentirás que la compra valió la pena.
