¿Por qué estoy disfrutando tanto este juego de entregar paquetes con un bebé a cuestas? Al menos una vez durante todas mis noches con Death Stranding me preguntaba lo mismo… sin encontrar una respuesta precisa a mi incógnita, pero sin ganas de ponerle fin a ese pequeño maratón nocturno.
Death Stranding nos coloca en un mundo que se ha ido a la mierda por culpa de un evento conocido como Death Stranding (ajá, igual que el juego). Sin que exista una respuesta sobre las causas de este evento, las consecuencias han traído una serie de desgracias para Estados Unidos: la primera, y más obvia de todas, es que las ciudades quedaron devastadas y los sobrevivientes se han asentado en pequeñas ciudades o bunkers intentando resguardar sus vidas de los peligros que los rodean; la segunda es que todo el país ha quedado desconectado, las telecomunicaciones no existen más y desde las emociones hasta el conocimiento se han vuelto imposibles de compartir.
Nosotros tomamos el control de Sam Porter Bridges, uno de los mejores repartidores de la historia y que ahora deberá convertirse en el encargado de unir a los Estados Unidos para continuar el legado de su madre. Pero Sam no es un héroe (al menos no al inicio de la historia), Sam es solo un repartidor, pero en los tiempos más oscuros lo único que puede ayudar al mundo es la esperanza y Sam… Sam reparte esperanza.
La premisa, aunque simple, es compleja de cabo a rabo; desde el nombre del juego hasta las armas disponibles y la profesión de Sam, todo tiene un sentido minucioso y bien trabajado. Death Stranding es un complejo rompecabezas que nos lleva por un camino de descubrimiento tan lento como los pasos de Sam, pero emocionante como las mejores secuencias de acción en Metal Gear. Probablemente es el juego más Hideo Kojima desde hace años, pero hay que pagar un gran precio para disfrutarlo: tiempo.
Pedido a nombre de…
En Death Stranding tenemos la misión de unir a los Estados Unidos a través de una red global que podríamos definir como Internet en su máxima potencia, pues prácticamente podemos crear, compartir y construir a partir de ondas de datos. Claro que esto solo es posible cuando la señal es capaz de llegar a todos los puntos de un país destruido y es ahí donde Sam comienza su labor de unir a Estados Unidos conectando de forma presencial cada nudo de esta gigantesca red.
Al final, toda la misión es un contrato de repartición, la entrega de un paquete que tiene la misión de unir a un país. Sam pacta un contrato con Bridges y la United Cities of America (UCA) y de la misma forma en que puede entregar una pizza o medicinas, también ayuda a consolidar la red más grande de la historia, pero ¿cómo llegamos a este punto?
Resulta que el Death Stranding fue un fenómeno que rompió la barrera del mundo de los muertos y éstos invadieron a todo el país. Seres conocidos como CV desean llevar a los vivos a su mundo y cuando lo logran ocasionan una explosión gigantesca que llena de cráteres sin vida a la superficie. El Death Stranding acabó con la vida como la conocemos y todos tuvieron que refugiarse para poder salvar lo que quedaba… terroríficamente familiar.
Por si lo anterior no fuera suficiente, la llegada del Death Stranding provocó un fenómeno conocido como “la mengua”, una precipitación de quiralio que acelera el tiempo en todo lo que toca. Sin embargo, es el mismo quiralio, proveniente del mundo de los muertos, lo que le ha permitido a la humanidad encontrar esperanza, pues trabajando directamente con él se ha podido crear la red global y la tecnología que ayuda a reconstruir el mundo.
Y esto apenas son unos cuantos datos relacionados con el juego, entre más ponemos atención el contexto se hace más denso y complicado, así como abrumador y enredado. Pero nada que una buena sesión de lectura de correos y hojas de datos no haga más interesante, pues si algo tiene Death Stranding es que se trata de un juego absorbente y que no quieres soltar durante horas.
Con una amenaza altamente peligrosa en el exterior y con uno de los mejores repartidores de la historia es que comenzamos nuestra aventura… y también es aquí donde pueden comenzar los problemas, porque Death Stranding no es un juego complicado, vaya ni siquiera creo que sea difícil, pero sí es lento y contemplativo. Se toma su tiempo no solo para iniciar, sino para explicarnos a detalle todo lo que pasa: desde un simple pedido, hasta el trasfondo de un villano.
Un ritmo complicado para estos días, pero que también es arriesgado en un sentido comercial. Death Stranding requiere paciencia y te recompensa en términos narrativos y de jugabilidad si deseas emprender el viaje. Pero si te niegas a jugar como Hideo Kojima quiere, simplemente te la vas a pasar terrible.
Death Stranding es un simulador de repartidor en el exterior… sí, los chistes de Uber Eats no eran broma. Sam tiene que entregar pedidos de aquí para allá y su mayor enemigo es la naturaleza. Porque una cosa es entregar paquetes en una camioneta de FEDEX o una moto y otra muy diferente es hacerlo a pie por las montañas en camino a una casa que está pasando el río.
Aventarse ese largo viaje es el juego, contrario a un Red Dead Redemption 2 en donde atravesar el camino era solo una parte de la misión. Aquí la misión está en la travesía. Y si bien hay una recompensa al final ésta no es nada comparado con lo que puede pasar en el viaje. Ya sea que pierdas tu carga por la corriente del río o que incluso encuentres más paquetes, la caminata nunca será en vano. Para esto también puedes apoyarte de algún vehículo o herramienta extra, pero eso depende de que tan bien hayas hecho las cosas y de tu solidaridad con el mundo.
PAodrás progresar tanto como repartidor y jugador, pues las tareas serán más sencillas en el futuro gracias a tu conocimiento en el terreno de juego o las habilidades que consigas para cargar más paquetes o poder mantener mejor el equilibrio. Al final de cada misión se llena automáticamente una especie de árbol de habilidades, con mayor sentido que el que generalmente encontramos en juegos actuales. Sam de verdad va creciendo con cada misión.
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Una vez que avanzas lo suficiente puedes encontrarte con más personas en un multijugador que solo se despliega en forma de señales y objetos, por ejemplo, alguien puede poner una escalera para que cruces un río subas una montaña o un letrero que te avisa que hay CV cerca o que solo te desea un buen viaje… hasta orinar en el terreno de juego te deja avisos de que alguien anduvo por ahí. Pero nosotros nunca vemos al jugador que está colocando las señales u orinando.
Esta idea forma parte de la conexión del mundo que hay en el juego, pues siempre estamos conectados con alguien más, aunque no esté físicamente frente a nosotros. En este punto el juego resulta encantador, como si fuera un enorme Facebook interactivo; hasta el like está presente como forma de agradecimiento. Y lo mejor de todo es que se siente natural con la idea que ya llevamos horas escuchando sobre «conectar al mundo».
Cada sesión de juego nos recibe con los avisos de las personas que usaron nuestro puente o que siguieron una ruta que descubrimos; de repente tenemos una moto en el garaje o la carretera que construimos ya tiene un tramo más. Esas pequeñas acciones nos mantienen cercanos a personas reales que siguen la aventura junto a nosotros, pero lo más importante es que forman parte de nuestra red, al menos por unos instantes.
Lamentablemente ninguno de ellos nos puede ayudar, pero sí advertir, contra los peligros del juego: las CV y las Mulas. Los primeros ya los explicamos un poco y son estas almas que quieren llevarse a los repartidores al mundo de los muertos. Y las Mulas son humanos que se volvieron adictos a las entregas… pues porque uno se hace adicto a lo que piden los demás; la verdad es que no entendí mucho esa parte. En fin.
Como para hacer más excéntrico el juego, Sam puede defenderse, pero no puede ser letal con el enemigo. Al inicio nuestra única posibilidad de sobrevivir es huyendo de los malos; luego podemos defendernos con una hebra para inmovilizar a las Mulas y después con pistolas de bolas que solo sirven para enredar a distancia. ¿Algo más excéntrico? Cuando podemos ser letales con una CV solo es a costa nuestra, pues nuestra sangre es la munición y lanzar demasiadas puede ser mortal para Sam.
Vaya, en ocasiones la mejor forma de conseguir armas, además de quitándonos sangre, es al hacer de nuestras necesidades, pues tanto nuestra orina como excremento sirven para crear granadas… debidamente procesadas, por supuesto. Ya dependerá de ti para qué o contra quién usas esas armas.
Al final huir o vencer a una CV no es tan complicado, lo que reduce considerablemente la emoción de estos encuentros cuando le agarras la onda al juego, pero si te las topas en un mal momento y con algo de tensión en el ambiente… bueno, te deseamos mucha suerte.
BB ❤️
Hablando de tensión, ¿ya conoces a tu BB? Muy temprano en el juego nos encontramos con un BB, una unidad creada para detectar CV a gran distancia a través del llanto. Y es que BB es un bebé de verdad, con siete meses de nacido y una cápsula que le permite vivir junto a nosotros. Tan perturbador como encantador, BB es una de esas razones por las que nunca queremos ponernos en peligro.
Jugar con un BB es complicado, pues así como es realista el tema de los paquetes lo es todo lo relacionado al pequeñín. Una caída fuerte y BB llora, demasiada agua y BB se estresa, apenas y salimos vivos de una ataque de CV y BB ha sufrido un ataque emocional… o algo así. Hay una animación de Sam entrando a descansar en donde luce agotado, así nos sentimos cada que terminamos una sesión de Death Stranding.
¿Es necesario el BB dentro del juego? Creo que solo en términos narrativos, porque para todo lo demás lo hace mejor el Odradek. Un Odradek te ayuda a identificar el mejor terreno para continuar escalando o caminando, detecta e indica por dónde andan los CV y hasta se convierte en un pequeño carrusel cuando queremos tranquilizar a BB. Así que supongo que BB es un capricho de Kojima.
Y bueno, eso es básicamente Death Stranding. Un complejo pero sencillo ejercicio narrativo que explota todos los sentimientos de Hideo Kojima. Pensado para estremecernos como jugadores y hacernos conversar de lo bueno y lo malo. Decir que lo amas o lo odias me parece un poco exagerado, pero definitivamente tienes que tener un buen estómago y mucha paciencia para encariñarte con el juego.
¿Y qué pasa con todas las estrellas de Hollywood? Pues están ahí para hacer más emocionantes las cinemáticas y su trabajo es perfecto, pero tampoco creo que sean parte vital de la trama… al menos no en la parte que nos hace comprometernos con el juego. Todo lo que tiene que ver con amarrar por completo nuestra relación con Death Stranding tiene que ver directamente con el personaje de Norman Reedus, o sea Sam Bridges. El resto es totalmente la dirección de Kojima y sus pretensiones.
Disfrutar de todo el cast y la historia, así como de las cinemáticas y otros elementos narrativos es un plus que consigues al quedarte después de unas 10 horas de juego. Si alguien me lo pregunta, ese es mi parámetro. Dale 10 horas de tu vida a Death Stranding y decide si te gusta o no. Con menos tiempo no creo que sea suficiente y con más dudo que quieras despegarte por completo.
(λ)
Esta reseña fue realizada en la versión de PC, lo cual ha sido un agasajo por completo en términos visuales. Y esto es importante en el mundo abierto a la hora de disfrutar de los enormes e imponentes paisajes del juego, el caudal de los ríos, las nubes grises y el estilizado cuidado a las animaciones de los protagonistas.
Death Stranding es de esos juegos que explotan las capacidad de tu computadora y te hacen sentir parte de la evolución visual de la industria. En nuestro caso jugamos a unos muy estables 1080p con una tasa de 60 cuadros por segundo, nada mal para una GTX1660 TI. A diferencia de PS4, en PC el campo de profundidad es más amplio, las texturas no tardan en cargar y el juego se siente más fluido.
Obviamente depende mucho el tipo de PC en la que corras Death Stranding el resultado, pero así como luce impresionante, también es muy noble con la compatibilidad, por lo que podrías explotar el Full HD (cuando menos) en un equipo competitivo. Y si te metes al modo foto seguro quedarás encantado con las posibilidades, sobre todo por el detalle de cada elemento que tienes en el ecosistema del juego.
La versión final del juego de PC guarda algunas sorpresas como el ultrawide support y, por supuesto, una comunidad de jugadores que sacará provecho a todas posibilidades online del juego. Sobre los controles, te recomendamos jugar con un mando de Xbox One o PlayStation 4, pues el mouse y teclado podrían no ser tan cómodos o precisos para todas las tareas que debe enfrentar Sam.
¿Estamos ante la versión definitiva de Death Stranding? Creemos que hasta no ver lo que los jugadores de PC pueden hacer no se puede dar una respuesta concisa, pero no dudaría que en la PC Master Race se puede abordar Death Stranding de formas únicas.
Además, esta versión incluye misiones exclusivas desarrolladas por Kojima Productions y Valve para combinar un poco de sus universos. Dicho contenido es exclusivo de PC y lo que hemos podido encontrar está a la altura de las expectativas y de pasó nos recompensa con increíbles accesorios para que Sam pueda presumir su look en cada entrega.
Bridges
Quiero destacar que yo solo jugué unas 4 horas de la versión de PlayStation 4 y que fue hasta la entrega en PC que quedé maravillado con la experiencia. De hecho, creo que la situación actual de la pandemia y el coronavirus me brindaron una nueva perspectiva para esta historia y su héroe… lo cuál no es raro cuando empatamos la historia del juego con nuestra realidad.
No soy precisamente un fan de Hideo Kojima, pero vaya que es relajante dedicarle varias horas a Death Stranding. Y no es un tarea sencillo, pues independientemente de las mecánicas, Death Stranding resulta abrumador con la cantidad de textos en pantalla, la atención al detalle a la hora de escuchar los ruidos de una CV o la inmensa cantidad de apoyos visuales a la hora activar el Odradek.
Una vez que pasas las 10 horas de juego te quedas por fan o por intriga, pero no creo que alguien llegue a más de esto por puro amor al arte. Death Stranding depende mucho del contexto que tengas fuera del juego, porque le debes permitir obviar la historia y mecánicas, poniendo de antemano el hecho de que es un juego de Hideo Kojima.
¿Así de simple? Sí, Death Stranding es un juego de autor, de esos que ya no se hacen tan fácilmente, de esos que no temen enseñar una marca solo por el lujo de poder hacerlo, de esos que no tienen una canción de moda para adornar el soundtrack y de esos a los que les debes dedicar horas a una misma actividad por capricho del director. Death Stranding le da poder a los creativos (al menos a aquellos con una carrera larga en la industria y con el apoyo de un gigante como Sony) y a la industria que sigue atormentada por su comunidad.
¿Cómo es posible que sea tan inmersivo el desarrollo de esta historia que se va como agua a las 4 de la madrugada? Creo que todo es culpa de lo novedoso que resulta, lo cual es extremadamente opuesto a lo entretenido que puede ser y nada cercano a un concepto de diversión… el cual puede cambiar drásticamente entre muchos jugadores.
Death Stranding es la expresión máxima de un juego independiente. Hideo Kojima tuvo libertad total y un presupuesto exorbitante y hoy podemos contemplar su resultado. ¿Lo entendimos? Creemos que sí, pero de lo que sí estamos cien por ciento seguros es que los hemos disfrutado.
Pros:
+ A Hideo Kojima Game
+ Explota cada centavo de lo que pagaste
+ Un juego complejo, pero que tiene bases solidas en todos sus aspectos jugables
+ Durante la cuarentena puede ser el mejor momento para entenderlo
+ No todos los días te encuentras con algo tan arriesgado
+ En PC luce mejor que en PS4
Contras:
– A Hideo Kojima Game
– Es repetitivo y puede resultar MUY aburrido
– El marketing ha hecho más confusa la idea de que es un juego para todos