Destiny 2: Forsaken nos adentra en una emocionante historia de venganza que inyecta de vida al juego de Bungie, así como ponernos sobre la mesa una gran cantidad de contenido nuevo que seguramente nos mantendrá enganchados por varios meses más.
Cuando reseñé Destiny 2, no dudé en alabar el trabajo de los miembros del estudio en tomar nota de todo aquello que disgustó del juego original y corregirlo para esta entrega, lo cual nos regaló uno de los mejores títulos de disparos del año pasado. Aunque ello no lo salvó meses después de ser juzgado y escupido ante la mediocridad que resultaron ser Curse of Osiris y Warmind. Sin embargo, la amarga experiencia bien podría ser perdonada cuando tenemos argumentos como el que nos reúne en esta ocasión.
Al igual como ocurriera con The Taken King un año después del estreno de Destiny, la secuela de la polémica nueva franquicia de Bungie regresa con Forsaken, su nueva expansión que resulta ser la mejor y más grande a la fecha que definitivamente inyecta de frescura y adrenalina a una obra de por sí muy notable.
A la caza de Uldren
Como hemos visto en los avances promocionales de la expansión, esta nos sitúa tiempo después de los acontecimientos de Destiny 2. Nuestro querido y extravagante mentor Exo, Cayde-6, ha sido asesinado a sangre fría por Uldren Sov, El Príncipe del Arrecife. A pesar de las advertencias, nuestro Guardián, cegado por la irá y sed de venganza, emprenderá un viaje hacia las siniestras profundidades del Sistema Solar para darle caza a este misterioso personaje, descubriendo nuevas zonas y enfrentándonos a enemigos mucho más peligrosos como no habíamos visto antes.
Esa es la invitación de Bungie a sus usuarios para adentrarse en esta aventura, la cual sin contar muchos acontecimientos, más que una historia de venganza bien podría decirse que es en realidad una de hermandad y sobre los vínculos que hacemos con aquellos que llamamos «familia.» Haciendo un poco de lado el elemento emocional, aquí hallaremos una alta dosis de acción, misiones tan largas como divertidas y satisfactorias, así como un final de altura que llena de ilusión sobre lo que podría venir para la franquicia. Como con The Taken King, gracias a Forsaken, Destiny 2 ha vuelto a la vida y su universo promete aun más sorpresas de las que hemos recibido al día de hoy.
Como con The Taken King, gracias a Forsaken, Destiny 2 ha vuelto a la vida.
Definitivamente la historia cumple y otro elemento destacado es que, a diferencia de propuestas anteriores, en esta tenemos la opción de completarla al ritmo que nosotros deseemos. ¿A qué me refiero? Tras completar una intensa misión introductorio, quedará a nuestro criterio continuar o no la aventura y hacerlo en el momento que mejor nos parezco, sin comprometer la narrativa general, aunque está claro que se recomienda hacerlo del modo más lineal posible, así como haber terminado las dos primeras sonmíferas expansiones del título.
Naturalmente nada es perfecto, y aunque el elenco principal de héroes brilla en momentos específicos de la campaña, no podemos decir lo mismo de Uldren, nuestro antagonista, quien me parece se ha quedado algunos pasos por detrás de algunos otros villanos de la serie, restándole impacto a sus actos y minimizando el hecho de que él sea en realidad la verdadera amenaza que tanto se pronostica a lo largo de la aventura. Tal vez con una historia previa mejor contada, habríamos tenido a un personaje mucho más memorable. Lástima.
«Esto es lo que Cayde-6 habría hecho…»
Tecnológicamente, la obra nos vuelve a demostrar por qué Bungie es uno de los mejores estudios en este aspecto. Destiny 2. Forsaken hereda el motor gráfico del juego base, dotando su universo con animaciones increíbles y paísajes hermosos, todo aquí está bellamente construido y ensamblado, pero lo que eleva el nivel en esta ocasión es la dirección artística.
Mientras que en la aventura principal teníamos escenarios coloridos, aquí volvemos a la tonalidad que conocimos en el primer Destiny con locaciones tétricas, desgastadas y sombrías, siendo el propio Uldren un fiel reflejo del tono de la expansión: Una mucha más cargada de misterio, oscuridad pero aún así, familiares. Por otro lado, la apuesta musical logra posicionare como un elemento fundamental para hacerte sentir extraviado, solo y en mayor peligro con cada paso que das. Y como ya es constante en la franquicia y como nos acostumbraran en los Halos pre-343 Industries, la inteligencia artificial en sus niveles más altos es desafiante y divertida para enfrentar con tus amigos en modos online.
Volvemos a la tonalidad que conocimos en el primer Destiny.
Será mejor que para este punto hayas alcanzado el nivel recomendado por el programa para que no pases un momento de frustración enfrentándote a las interminables hordas de enemigos, de lo contrario, bueno, ya tendremos una excusa para estar pasando más horas en Destiny 2.
En cuanto a los contenidos de la obra, además de la obvia nueva campaña y un nuevo tope de nivel de fuerza y luz, tenemos a nuestra disposición la nueva zona Ciudad Onírica, más aventuras regadas a lo largo del mapa, eventos públicos y asaltos. Sin embargo, la cereza en el pastel es definitivamente Último Deseo, la nueva incursión y el modo de juego Gambito, cuyo nivel de estrategia, competividad y recompensas muy probablemente mantendrá el interés de los más fieles.
En conclusión, Destiny 2: Forsaken es una expansión sumamente satisfactoria por la cual valdría la pena pagar a pesar del elevado precio de su Expansion Pass. Adquirir el contenido, no sólo te llevas esta fabulosa historia, sino todos ls eventos que han acompañado al juego de Bungie desde su lanzamiento, además de dos extras que engoblados resultan en un juego increíble con un incalculable número de horas de diversión y actividades por realizar.
Tal vez su nivel de impacto y frescura no ha sido tan notable como en su momento con The Taken King, pero Forsaken hace una labor fabulosa en ofrecernos la versión definitiva de Destiny 2, cuya apuesta me parece demasiado atractiva para todos los que no han visitado este universo previamente, y una excusa perfecta para mentenerte activo. Si Destiny no es para ti, dificilmente esta contenido te hará cambiar de opinión.
Sé que muy probablemente el próximo año recibiremos una nueva expansión previo al inminente Destiny 3, sin embargo, estoy convencido que el mejor momento de la segunda parte, su punto máximo de calidad, es ahora y vale la pena adentrarse una vez más, Guardián.
Pros:
+ La historia es atractiva y se lleva con mucho interés.
+ Las nuevas zonas son muy amplias y llenas de cosas por hacer.
+ La expansión se puede culminar al ritmo del jugador sin perder el hilo.
+ Dirección artística sublime.
+ Tecnológicamente notable.
Contras:
– El sistema de progresión es extraño.
– Uldren no es tan convincente.
– Tener que haber jugado las dos expansiones (muy inferiores) previas para estar al día con los acontecimientos.
– El precio del Expansion Pack.