Tuvieron que pasar varios años para que la gente de Blizzard lanzará al mercado la tan esperada tercera entrega de una de sus series más famosas. Diablo III llegó hace un par de años a los ordenadores de todo el mundo y afortunadamente su éxito lo llevo a aterrizar en consolas de séptima y octava generación, teniendo este año la versión definitiva del título. ¿Listo para enfrentarte al mal encarnado?
Diablo
Manteniendo el ritmo de las historias presentadas por la compañía la campaña de Diablo III se mantiene como una épica de acción y misticismo en el que los elementos mágicos son parte fundamental del argumento.
Esta nueva entrega de la serie nos cuenta los sucesos que ocurren una vez que el mal regresa al mundo de Santuario y comienza a causar estragos en los diferentes pueblos alrededor de una estrella caída que ha iniciado con el caos en Nueva Tristán. Nuestro deber, sea cual sea la clase a la que pertenezca, es detener al señor del mal y restaurar todo lo que ha causado este nuevo ataque por parte del mundo de los muertos.
La historia a lo largo del juego se ve enriquecida por una serie de cinemáticas que nos muestran acontecimientos importantes con un nivel de detalle bastante atractivo y que además nos deja una sensación de estar viviendo la aventura de una manera más allá de los gráficos que se presentan en el gameplay.
En lo que respecta a la primera expansión que incluye este juego, la llamada Reaper Of Souls, cumple muy bien con su nombre y nos expande de gran manera la historia del juego, solo que debes tener en cuenta que para jugarla debes haber completado la historia principal, no solo como requisito para acceder a la expansión, sino para que no pierdas detalle alguna de la historia presentada por Blizzard y así podrás tener unas 20 horas más de juego.
Explorar cada rincón del juego, leer todos los diálogos, buscar todos los secretos y cumplir con todas las misiones secundarias serán elementos que le den más vida al juego, claro que tampoco podemos dejar de lado que tenemos una gran variedad de dificultadas que a pesar de no ser tan exigentes como en la PC, si son una buena manera de darle una segunda y hasta tercera oportunidad al juego.
Del teclado al botonazo
Lo primero que debes de elegir al iniciar tu aventura por Diablo III es una de las seis clases disponibles para que puedas crear a tu personaje, nombrarlo y llevarlo a la acción. Bárbaro, Cruzado, Cazador de Demonios, Monje, Medico Brujo y Mago, son las opciones a elegir, todos con sus ventajas y desventajas, pero todos igual de productivos para la batalla.
Quizá para los jugadores que se encuentran frente a su primera entrega de Diablo lo mejor sea escoger a la clase más nueva, Cruzado, ya que se encuentra en un punto medio y es bastante sencillo controlarlo a largo de todo el juego. Su combinación entre ataques y la manera en que usa la magia es una verdadera genialidad, lo que lo vuelve un personaje bastante entrañable en cuanto a los modos de juego. Además de que en caso de haber jugado a Diablo III en otra plataforma, es bueno saber que podemos enfrentarnos al título de una manera novedosa.
Una vez que hayamos elegido nuestra clase es momento de enfrentarnos a los peligros que el señor del mal nos pone enfrente. Para esta versión de consolas tenemos un sistema de control muy bien diseñado que nos permite, con los “limitados” botones de un mando de PS4 o Xbox One, tener todas las opciones que su contraparte de PC. La oportunidad de elegir de manera rápida y sencilla los elementos clásicos de la serie como son la elección de ítems, armas, armaduras y así poder realizar mejoras entorno nuestro personaje y según vayamos avanzando lograremos una mejor adquisición de ítems que de manera casi instantánea podremos alternar en nuestro personaje.
El mapeado de los botones es bastante intuitivo, un botón de ataque, defensa, un stick para movernos y otro para esquivar, un gatillo para un ataque fuerte y la incorporación de un bumper para tomar una poción son algunos de los elementos que podremos encontrar. Además de eso se ha implementado un menú bastante accesible para los jugadores que no poseen una idea del extenso inventario que esta clase de juegos poseen. Incluso para hacer las cosas más sencillas se ha implementado un menú rápido que aparece para comparar y seleccionar un nuevo ítem que encontremos a lo largo del juego. Si bien todos estos detalles no dejan para nada de lado a un mouse y teclado, la realidad es que para los usuarios de consola las cosas jamás fueron tan sencillas.
Como ya mencione más arriba el juego tiene una gran variedad de dificultades, estas aportaran nuevos detalles de gameplay al juego, tanto por la cantidad de enemigos como la resistencia de estos, aumentarán de gran manera según la dificultad. Como inconveniente el juego te pedirá que termines el juego en la dificultad previa para abrir la siguiente, con esto podrás estar más experimentado para el momento en el que juegues con una sola vida en el modo Infierno. Además el nivel máximo ha aumentado a 70 en esta versión, por lo que tendrás que levelear y jugar muy seguido para alcanzar dicho nivel.
La historia nos ha enseñado que los juegos de Blizzard deben jugarse acompañados y que mejor que usar las opciones online para disfrutar de Diablo III. En este juego podrás interactuar con tres personas más, amigos o desconocidos, podrán unirse a tu partida y ayudarte a librar las fuerzas oscuras, claro que la dificultad y los enemigos aumentaran según el número de jugadores que estén en una misma partida.
El mal en consolas
Diablo III es un juego que luce de manera extraordinaria en una buena PC, lamentablemente todos los detalles de los escenarios y la calidad gráfica no han llegado de gran manera a las consolas de nueva generación, en especial en pantallas de menor tamaño debido a la manera en que se nos presenta el juego de manera casi cenital. A pesar de lo anterior el juego posee una buena definición que le permite alcanzar los 1080p y los 60 FPS en Xbox One y PS4, y aunque los detalles no son 100% fieles a la PC, la realidad es que no tardaras nada en sentirte inmerso en el juego debido a la manera en que se nos presenta.
El aspecto sonoro por otro lado fue trasladado de gran manera a la séptima y octava generación, las melodías de cada escenario, los sonidos ambientales, las cinemáticas y los diálogos entre personajes están muy bien logradas. El doblaje en español latino también es algo extraordinario y se nota el empeño que Blizzard le está dando a este mercado.
Con todas las ventajas de la versión de PC, Diablo III y su primera expansión Reaper Of Souls han llegado de gran manera a las consolas de pasada y nueva generación. Con la promesa de que las próximas actualizaciones llegarán a la par en ordenadores y consolas tenemos un gran juego que ha apasionado por años a los usuarios de PC y que ahora busca dominar a los jugadores de consolas. Diablo III: Ultimate Evil Edition es un compendio muy bueno, lleno de aventuras que no puedes dejar pasar, sea cual sea tu clase o plataforma, la realidad es que la historia de Santuario deberá ser jugada por todos los que tengan una oportunidad, misma que nunca ha estado tan abierta a los jugadores.
