Justo en el mes que celebramos los 20 años de Pokémon, Bandai Namco opta por lanzar al mercado uno de los juegos más fáciles de entender como un resultado del éxito que termino siendo la franquicia de Nintendo. Desde sus inicios los llamados Digital Monsters han tenido que cargar con el peso de ser un “clon” de Pokémon y no es hasta este momento que los personajes creados por Akiyoshi Hongo, tienen un juego que destaca más que su distinguida competencia.
El 15 aniversario de Digimon se ha extendido al punto de poder unirnos al festejo con el lanzamiento en América de Digimon Story: Cyber Sleuth, juego lanzado en 2015 en Japón de manera exclusiva en PS Vita y que ahora podemos jugar en PlayStation 4, con todas las ventajas y desventajas que un port de portátil puede tener en una plataforma casera.
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La trama del juego nos lleva ante un Japón dominado por las interacciones en línea dentro de una plataforma conocida como EDEN. Dicho lugar es el centro de todos los acontecimientos en la historia, desde la localización de la organización malvada hasta como interactuamos con las criaturas digitales.
Con lo anterior en cuenta podemos adentraros en nuestra aventura, pasando de una sala de chat a las entrañas de Internet. Nuestro personaje –hombre o mujer- será el encargado de descubrir el misterio que hay detrás del llamado EDEN Syndrome, enfermedad que afecta a los usuarios de la popular plataforma al grado de dejarlos en coma y con su mente atrapada en el mundo digital. Así y después de haber “superado” la enfermedad, es momento de unirnos a una agencia de investigación con el fin de encontrar al responsable.
Nuestra aventura entre Japón y EDEN nos permitirá hacernos de la ayuda de otros personajes interesados en resolver alguno de los varios conflictos en pro del mundo real y el Digimundo, siendo de apoyo en futuras batallas o en la resolución de misiones secundarias e incluso aportando un poco de humor y sentimentalismo a la vida de nuestro protagonista. Con todo lo anterior tendremos más de 30 horas de juego en la campaña principal, tiempo que puede incrementarse de manera drástica con las diversas actividades secundarias.
El punto que no logra dominar del todo Cyber Sleuth ante la serie de Game Freak es la historia. Si bien el argumento de Digimon es más serio y hasta con tientes realistas, la historia falla en su narrativa; al ser un RPG se entiende el hecho de los largos momentos de interacción entre dos o más personajes, pero abusa de la forma poco dinámica en que interactúan. Se vuelve tediosos y aburrido. Sin embargo, es el tinte dramático lo que permite a Digimon no perder del todo la pelea.
Lo anterior es engañoso. Por un lado, las largas líneas de diálogo en misiones secundarias son tediosas, pero las que pertenecen directamente a la historia principal y sus consecuencias, son bastante interesantes y amplían de buena forma el argumento. Los momentos clave en conjunto con los personajes de apoyo son verdaderamente entretenidos, pues las personalidades manejadas aportan una buena dinámica, a pesar de los estereotipos.
Digimon digivolves to…
Como ya lo mencioné, la historia nos llevara entre nuestro mundo y el digital, siendo en éste último donde tengamos la mejor parte del juego. Durante los primeros minutos recibiremos el Digimon Capture y nuestro “Digimon Inicial” –me suena de algún lado-. El dispositivo mencionado nos permitirá capturar y escanear a los Digimon que encontremos, mientras que nuestro compañero será el principal apoyo en la búsqueda de resolver el gran problema que nos envuelve y seguir con la crianza y captura de criaturas.
El gameplay es parecido a lo que seguro se imaginan: subir de nivel, evolucionar, capturar y seguir capturando. Incluso tenemos el clásico sistema de “piedra, papel o tijera”. Los Digimon pertenecen a tres diferentes tipos: Virus, Datos y Vacuna; como se podrán imaginar el primero vence al segundo, el segundo al tercero y el tercero al primero, además hay un tipo extra llamado: Libre, que no tiene ventaja o desventaja alguna.
En Cyber Sleuth la dinámica para realizar capturas y el entrenamiento se encuentran en un punto medio de dificultad, pues, aunque es un camino largo y cansado, también es mucho más sencilla que en otros juegos. En primer lugar, hay que encontrar por lo menos cuatro veces a un Digimon para poder digitalizarlo y que se vuelva nuestro aliado. Una vez que tengamos a nuestra nueva mascota virtual hay que pasar a su crianza, para lo que deberemos llevarlo en nuestros viajes y usarlo en combate o por lo menos tenerlo en nuestra party. Entre más pelee más ganará experiencia y eso lo llevará a poder digievolucionar.
Es en el proceso de cambio donde tenemos el elemento que más lo diferencia de Pokémon. Tal y como lo hemos visto en el anime, los Digimon pueden cambiar en diferentes líneas evolutivas, lo que nos da posibilidades mucho más amplias. Con las opciones sobre la mesa, podemos meternos al DigiLab (literalmente, es un laboratorio Digimon virtual) y empezar a jugar, mezclar, digivolucionar y de-digivolucionar.
En nuestro laboratorio hay puntos a tomar en cuenta. Después de ver al Digimon deseado cuatro veces, podemos generarlo en su forma bebé, para su evolución hay que subirlo de nivel en combate y así sucesivamente. En ese sentido todo es tan sencillo como siempre, sin embargo, hay evoluciones más complejas (generalmente las que vimos en el anime) que requieren ciertos parámetros como un número determinado de puntos de vida, el ataque subido al máximo, más velocidad o una buena defensa. Todos los anteriores se pueden conseguir mientras peleamos y subimos de nivel.
El segundo punto a tomar en cuenta tiene que ver con un ir y venir en las diversas formas de los Digimon. Si al alcanzar el nivel máximo la criatura no logro los stats necesarios debemos regresarla a su forma anterior y evolucionarla de nuevo para que su nivel máximo se incremente y pueda llegar a su siguiente etapa. En otros casos debes afianzar dos estadísticas más complicadas: el ABI y el CAM; el primero es un número relacionado a los cambios, entre más evoluciones y regreses podrás conseguir ese elemento, como si el Digimon aprendiera sobre la digievolución. El segundo está relacionado con la amistad, por decirlo de alguna manera, ya que se incremente entre más uses al Digimon y combine ataques en combate con sus compañeros.
Por último, hay Digimon que solo pueden obtenerse al fusionarse, encontrar alguno de los digieggs, completar alguna misión específica e incluso teniendo a un Digimon por medio del DLC.
A diferencia de la serie de Nintendo, en Cyber Sleuth no hay complicaciones a la hora de criar o conseguir el Digimon deseado. Durante los primeros 5 capítulos podrás encontrar a todos los monstruos que vimos en la caricatura y empezar a llevarlos a sus formas de campeón e incluso un poco más arriba. Eso sí, el reto no es mismo que al buscar criar un Charizard shiny de 6 IVs; en Digimon basta con criar un par de compañeros cuya habilidad incremente la experiencia obtenida y equiparlos con un objeto que incrementa aún más dicha habilidad, para que en cuestión de horas tengas un Digimon en su etapa máxima como Paildramon. Lo anterior, en conjunto con un pésimo sistema online, hacen del juego competitivo algo inexistente.
Probablemente si el sistema de crianza y entrenamiento fuera más complejo, me sentiría obligado a decir que estamos ante el juego de Pokémon que todos deseamos en consolas caseras. Por otro lado, hay un encanto bastante agradable a la hora de ver tus capturas y encontrar a todos y cada uno de los Digimon que habías deseado tener por el anime.
A la par de la crianza debes realizar tus actividades como investigador, tanto casos de la historia principal como algunas misiones secundarias de tus amigos o los Digimon. La trama, aunque interesante llega a ser aburrida y para nuestra mala suerte los escenarios son muy simples y lineales, lo cual termina siendo desgastante para nuestro ánimo. Probablemente lo más interesante sean las misiones relacionadas a la conspiración detrás del EDEN Syndrome, al resto pícale equis hasta que se termine la conversación. Cabe aclarar que muchas misiones se llevan a cabo en Japón, lo cual nos deja una bonita recreación digital del país nipón pero la nula aparición de los Digimon. Los monstruos digitales solo aparecen en el Digimundo… al menos durante las primeras 20 horas.
El último punto importante del gameplay son los combates, los cuales se llevan a cabo con la mecánica tradicional de los RPG por turnos. En nuestra party podemos llevar hasta 11 Digimon, de los cuales tres salen al combate y el resto quedan de reserva. Lo único que nos impide llevar a toda la caballería desde el inicio es la memoria virtual del juego, la cual debemos aumentar con expansiones escondidas en el mundo real y virtual, como pago por nuestro trabajo o como recompensa de batalla. Para finalizar los combates son en extremo sencillos: un ataque básico para golpear y una serie de habilidades especiales como la Mega Flama o el Golpe de Fe, dependiendo del Digimon en combate. Nada espectacular en cuanto a las batallas, es como Pokémon Stadium o Pokémon X & Y.
Además de lo ya mencionado hay algunas cosas más sencillas que nos ayudan a toda nuestra aventura. Tenemos la DigiFarm, en donde podemos juntar grupos de 10 Digimon para buscar casos en el Digimundo o subir de nivel de manera más sencilla. También hay algunos lugares donde podemos regresar a escenarios virtuales para entrenar, acceder a un coliseo en forma de maquinitas, coleccionar medallas Digimon o entrar a combates en línea poco emocionantes y cero relevantes. En esto último no tiene nada que hacer contra la competencia.
Lost Connection
Como mencione al inicio, el juego sufre en algunos aspectos por ser originario de PS Vita. En primer lugar, la narrativa y la forma de juego está hechas para disfrutarse en sesiones cortas, bloquear la consola y seguir jugando en el camión o antes de dormir. Incluso los gráficos en las conversaciones son estáticos y es cansado estar leyendo en una pantalla de televisión. De la misma forma los escenarios se notan pixelados y con poco detalle, contrastando con el excelente trabajo en el diseño de personajes y la animación de algunas secuencias importantes, que, en conjunto con la banda sonora, brindan al juego de una buena personalidad.
Cabe destacar que el juego viene en su idioma original con subtítulos en inglés. El lenguaje manejado durante toda la historia y los comandos de juego, son en extremo sencillos, por lo que basta con un inglés muy básico y el conocimiento del anime para poder disfrutar sin complicaciones. Y seguramente muchos agradecen las voces en japonés.
Todo lo anterior tiene que ver con la versión de PlayStation 4, en lo que se refiere a PS Vita tenemos básicamente el mismo juego. Lamentablemente, y a pesar de ser originario de la portátil, la versión de bolsillo tiene pantallas de carga más largas y caídas en los cuadros por segundo. A su favor podemos mencionar el cross-save que nos permite viajar entre consolas con todo lo que hemos logrado.
De Cyber Sleuth no hay mucho más que decir. La experiencia que brinda a los fanáticos de los Digital Monster es suficiente como para aferrarse al juego por más de 50 horas (y contando). El título de Bandai Namco es una parada obligada para subirse a los festejos del 15 aniversario de la franquicia y revivir la pasión por una serie que en América no ha mantenido el mismo éxito que logró en su debut.
Digimon Story: Cyber Sleuth hace poco por innovar en el género donde Pokémon es rey, pero esos pequeños destellos serían suficientes para que los seguidores de la serie de Nintendo sientan que la franquicia ha evolucionado. A pesar de lo sencillo que llega a ser y la “limitada” cantidad de criaturas existentes, los monstruos digitales hacen de la parte más tediosa de Pokémon algo divertido, adictivo y con una enorme carga emotiva para los fanáticos.