El final de Final Fantasy VII Remake fue una declaración contundente: sí, este proyecto de tres partes tomaría tiempo, pero era capaz de entablar una conversación con sus jugadores sobre lo que significa repetir una historia.
Con la ocasión de un año bisiesto, Square Enix ha lanzado, después de mucho tiempo de espera, Final Fantasy VII Rebirth, la segunda parte del proyecto que inició hace tantos años, todo con una premisa sencilla: si Remake recreaba una metrópoli de acero, Rebirth replicaría un mundo entero.
Gracias a segmentos ampliados, los cuales se han convertido en secciones asombrosas, viñetas adicionales que nutren a sus personajes, así como un mundo digno de ser explorado gracias a su belleza, Final Fantasy VII Rebirth es capaz de ser el puente que esta trilogía necesita. Tuve la oportunidad de jugar el título por adelantado y en esta reseña te dejo mis conclusiones.
Aquellos que Siguen Luchando
El final de Final Fantasy VII Remake, sin entrar en spoilers, deja a sus protagonistas a las afueras de Midgar, confrontando la realidad del cielo azul y del mundo extenso frente a ellos. De una manera extremadamente eficaz, a través de un flashback que en el juego original marcaba el inicio de su segundo acto,es que Final Fantasy VII Rebirth nos pone nuevamente en los zapatos del famoso ex-SOLDIER, Cloud Strife: aunque Midgar fue un juego completo, la aventura apenas está iniciando para el grupo.
Esta secuela nos permite controlar, nuevamente, al cuarteto que llegamos a querer gracias al primer remake de 2020. Primero está Cloud, el mercenario capaz de saltar por los aires con una espada del tamaño de su cuerpo. Luego Tifa, la artista marcial y bartender que conoce a Cloud de su pasado. Con un arma por brazo, también está Barret, el eco-terrorista y papá soltero con un corazón de oro. Finalmente Aerith, la florista que sabe más de lo que aparenta, cierra este querido grupo de primeros protagonistas, los cuales pueden florecer como personajes gracias a las bases de su personalidad, establecidas en Final Fantasy VII Remake. Cada personaje puede ser controlado en tiempo real, y afortunadamente el grupo recibe a más miembros con esta nueva aventura
Pocas horas después de iniciar el juego, Red XIII asciende de personaje de soporte a miembro de tiempo completo del grupo, teniendo un estilo de juego similar a, y no puedo creer que esté escribiendo esto, Sora en Kingdom Hearts II cuando se convierte en un cachorro de león: con un comportamiento veloz y enfocado en contraataques, este ser mitad canino, mitad felino es un cambio interesante a los personajes “regulares” del primer juego.
Por otro lado, al terminar (aproximadamente) el primer tercio del juego, la ninja Yuffie llega a unirse al grupo viajero en busca de Sephiroth: habiendo sido la protagonista de su propio DLC, Intermission, cualquier persona que jugó esta aventura secundaria se sentirá en casa controlando a esta hábil artífice de las sombras. Cerrando el grupo de personajes controlables, Cait Sith se une al elenco poco después, con un estilo de juego bastante interesante, enfocándose en monturas y las mecánicas que utilizaba en el juego original, transformadas en formato de tiempo real.
Además de incorporar habilidades y magia a través de la barra ATB, Final Fantasy VII Rebirth complementa el sistema de combate a través de habilidades conjuntas, las cuales permiten a los combatientes participar con maniobras conjuntas, eliminando enemigos con mayor facilidad o reposicionando a los integrantes en el campo de batalla. Por otro lado, el uso de habilidades ATB genera puntos adicionales, los cuales pueden ser utilizados para activar habilidades especiales sinérgicas, las cuales pueden otorgar bonificaciones de niveles de Limit Break, puntos de magia infinitos o incluso aumentar la duración del aturdimiento a enemigos, el cual amplifica todo el daño realizado por determinado porcentaje.
Aunado a todo esto, el sistema de mejora de armas regresa mediante los Folios, una pantalla más condensada y que es bastante reminiscente a la Cuadrícula de Esferas de Final Fantasy X: aunque no se percibe inicialmente como un cambio impresionante, llegué a sentir que las habilidades mejoradas en un personaje llegaban incluso a presentar una nueva perspectiva en otro, gracias a las mecánicas de sinergia antes mencionadas.
Si Final Fantasy VII Remake presentó combate en tiempo real con espacio para pensar movimientos, Rebirth ahora crea una experiencia similar, pero que exige mayor atención a distintos elementos, generando resonancia entre los elementos de jugabilidad y los conceptos narrativos, gracias a la historia que lleva a un grupo de amigos y aliados a través de un mundo extenso.
Viaje desconocido, Mundo amplio
Hay que hablar del elefante en la habitación: sí, Final Fantasy VII Rebirth es un título de mundo abierto. Aunque son secciones de tamaño mediano separadas por segmentos más similares a los vistos en Final Fantasy VII Remake, logran diferenciar enormemente a este segundo juego gracias a la libertad que podemos sentir al explorar.
A través de distintas misiones secundarias, las cuales son en su mayoría historias nuevas que expanden meras ideas del título original, Rebirth da mayor protagonismo a personajes secundarios: esto también mejora las relaciones entre Cloud y sus aliados, lo cual puede tener un efecto en misiones posteriores, justo como se vive en el juego original de PlayStation.
Sin embargo, el mundo no sólo cuenta con misiones secundarias, pues también incluye elementos de exploración y descubrimiento que recuerdan a títulos de Ubisoft. Afortunadamente, estos conceptos no atiborran el mapa, y no son excesivos: entre batallas especiales de investigación, torres que revelan espacios en el mapa, cristales especiales que desbloquean búsquedas del tesoro y hasta búsquedas de moogles en dimensiones desconocidas, Rebirth cuenta con momentos serios y lineales separados por espacios divertidos y abiertos en distintos capítulos.
Dichas secciones abiertas son perfectas para la exploración, y aunque es cierto que necesitas realizar cierto número de actividades para mantener el nivel de experiencia en un nivel aceptable, tampoco es mandatorio: eso sí, puede que quieras hacer las cosas por gusto, ya que los elementos son divertidos e incluso relajantes.
No se Trata del Destino…
La exploración otorga recompensas que hacen que todo el tiempo utilizado valga la pena: con el regreso de Chadley, el para nada escalofriante androide de Shinra que crea retos en su simulador de combate, hay una nueva tienda en la cual se pueden intercambiar los puntos obtenidos al explorar torres y cumplir retos para obtener Materia especial, la cual puede ser un cambio considerable en los acomodos realizados en el armamento de los personajes del grupo.
Por otro lado, esta exploración se ve nutrida por el uso de chocobos especiales en cada región: después de cumplir una misión específica, es posible usar chocobos de distintos colores, los cuales cuentan con diferentes habilidades que facilitarán la exploración en su específico bioma.
Por otro lado, y como seguramente te estarás preguntando si conoces el juego original, debo confirmar un punto muy importante: Final Fantasy VII Rebirth está repleto de minijuegos.
Lo que empieza como un número considerable y aumenta poco a poco hasta convertirse en un hecho simplemente admirable (si es que un poco terrorífico por la densidad de contenido). El original tenía muchos minijuegos, sí, pero esta secuela se lleva el premio por una ventaja descomunal.
Ya sea tocar el piano en un minijuego de ritmo, disparar enemigos de cartón con un rifle, correr con tu chocobo, utilizar motocicletas en una carrera, realizar competencias de ejercicios e incluso jugar fútbol con Red XIII, Rebirth es tal vez 20% minijuegos. Aunque algunos aciertan y otros fallan, creo que otra cosa también es 100% cierta: todos los minijuegos le dan vida al mundo, en especial el fabuloso Queen’s Blood.
Como muchos títulos que integran juegos de carta dentro de sus narrativas, Queen’s Blood es el Gwent de Final Fantasy VII. Como lo fueron en su momento Triple Triad y Tetra Master, este juego de cartas tiene ramificaciones en la narrativa del juego, y puedes dedicar el tiempo que quieras en él: aunque mi cerebro pensaba en seguir avanzando en la narrativa, mi diversión con este juego de cartas dejó atrás cualquier instinto.
Sin embargo, tarde o temprano hay que enfrentarse a la realidad – el viaje desconocido de Cloud y sus amigos.
…Pero Igual Lo Retaremos
–A continuación spoilers de la trama de Final Fantasy VII Remake–
Final Fantasy VII Remake parecía un juego sinsentido, una mera mano de pintura exagerada. Sin embargo, su lanzamiento reveló la mano de Square: el remake es más bien una secuela, una exploración de las implicaciones de un juego tan popular como lo es Final Fantasy VII para el mundo a su alrededor.
Aunque Cloud y sus amigos logran salir de Midgar como sucedió en el juego original, no sucede sin cambios: después de luchar literalmente con fantasmas que buscan mantener el estatus quo, las implicaciones de Rebirth son que el futuro de este juego es incierto a comparación de la narrativa original. Esta declaración en particular me parece extremadamente interesante considerando lo popular que es Final Fantasy VII alrededor del mundo.
Sin embargo, debo marcar un problema que justamente tuve con la forma en la que Rebirth continúa la historia de Remake: la mayor parte de la narrativa aparece hasta el último tercio del juego, habiendo un mayor enfoque en el mundo abierto y la persecución de Sephiroth como hilo conductor de la historia.
Dejando esto a un lado, creo que sí es importante resaltar que la historia, aunque empieza de una forma bastante similar al juego original, tiene múltiples guiños a los fans de hueso colorado de Final Fantasy VII: si era el juego que marcó tu niñez, es posible que te sorprenda de maneras positivas y negativas en poco tiempo.
No diré mucho más sobre la narrativa de Rebirth ya que creo que, llana y sencillamente, será polarizante: siento que es mejor abordarla sin saber muchos detalles. No obstante, ten por seguro que esta secuela será de tu agrado si te gustó Remake: es más, podría argumentarse que se puede entrar a Rebirth sin antes jugar Remake, gracias al excelente resumen disponible al inicio del juego y la forma en la que los personajes poco a poco se integran a la nueva sección de la historia.
Las Dos Torres de los JRPGs
Pasando a hablar sobre el rendimiento de Final Fantasy VII Rebirth, me alegra avalar que el juego funciona bien y se ve bastante bien tanto en los modos de énfasis en gráficos y desempeño. Particularmente prefiero 60 cuadros por segundo para las secuencias de acción, pero el modo gráfico tiene algunos de los modelos de personajes y gráficos más bonitos de Square (y eso es mucho decir).
Como sucede con títulos de Unreal Engine, Rebirth presenta algunos problemas con las texturas del terreno, pero son pocos en general. El juego funciona muy bien, y es un festín visual y auditivo, gracias en este último aspecto a la increíble y bellísima banda sonora compuesta por Mitsuto Suzuki y Masashi Hamauzu, quienes evoluciona la obra original de Nobuo Uematsu hacia una dirección muy interesante, implementando temas originales que también son geniales y dignos de caminar junto a las composiciones originales de Final Fantasy VII.
Después de jugar Final Fantasy VII Rebirth llegué a sentir que Remake era una mera prueba, un experimento. Con este nuevo mundo, el cual permite al jugador explorar como quiera, recompensándolo con poderes atractivos, así como una narrativa capaz de explorar su fuente original con objetividad y pensamiento analítico, Final Fantasy VII Rebirth logra subir la barra que Remake dejó en alto.
Muchas veces los puntos medios de las trilogías sufren por su papel en el gran esquema de las cosas, pero afortunadamente este nuevo título de Square Enix logra ser el mejor puente que habrían creado: con una secuela que expande todo lo bueno de su predecesor, Final Fantasy VII Rebirth es un segundo renacer, y el nuevo estándar que deberá seguir la industria.
Pros:
+Increíble mundo y sistema de combate
+Apantallantes gráficos y banda sonora
+Divertidos minijuegos
+Interesante forma de continuar FF7 Remake
Contras:
-Problemas ocasionales con texturas
-Narrativa cargada hasta el último acto
–Código proporcionado por Square Enix para fines de reseña–