En 2013 Disney nos entregó una película cuyo éxito sorprendió a todo el mundo, pues a pesar de que Frozen parecía ser una cinta más del montón a tan solo unas semanas de su estreno parecía que todo el mundo tenía en la cabeza “y si hacemos un muñeco”.
Texto: Alejandro Ovando
Seis años después de ese fenómeno, y luego de un par de cortos que no estuvieron a la altura, la verdadera secuela de este film aparece en las salas de cine con un espíritu más maduro, pero que logra mantener la esencia de la original agregando cosas muy interesantes para la audiencia que esperaba con ansias la secuela.
Las puertas del castillo de Arendelle están abiertas y Ana y Elsa disfrutan de la vida que tanto anhelaban juntas. Sin embargo, las dos tienen sentimientos diferentes respecto a su nueva vida, pues mientras Ana sigue viendo todo desde una manera alegre y relajada, Elsa trata de encontrar el equilibrio para gobernar tanto a su reino como sus increíbles poderes mutantes.
A las afueras del reino Elsa siente que algo la llama con cada vez más fuerza, situación que despierta su curiosidad, pero que no deja de encontrar como sospechoso y completamente relacionado a sus habilidades. Lamentablemente el tiempo juega en su contra luego de que su reino se sumerge en una terrible crisis que nadie puede comprender.
Esto obliga a que Ana y Elsa se aventures hacia el lejano bosque y con la ayuda de Kristoff, Olaf y Sven descubrirán de dónde vienen las fuerzas oscuras que los amenazan.
La trama, a comparación de la primera película, es un poco más madura pues mientras la primera cinta era un poco más predecible y directa de punto A al punto B esta nueva cambia de buena manera la fórmula que tenía la cinta original.
La historia es un poco más seria, tal como veíamos en los avances si tiene un enfoque centrado en Elsa y esto conlleva una distinción mayor a la primera parte pues no estamos contando un cuento de princesas más bien cuentan una aventura de cómo salvar su hogar y a su gente enfrentando cosas que no conocen.
Afortunadamente Frozen 2 mantiene su esencia musical con canciones muy buenas incluso mejores que las anteriores, aunque claro como pasa en todo saldrás del cine recordando la letra de dos o tres canciones y las demás ni siquiera te acordarás que personaje las cantó; las canciones también tienen más momentos para brillar entre ellas pues, siempre en la situación adecuada suena la canción y no se siente forzado, (a diferencia de la canción de Olaf de la primera película)
Y como no podía ser de otra forma, las canciones de Elsa son las que más destacan en toda la cinta. De entrada, Elsa es un personaje mas interesante pero su desarrollo aquí parece contradecir lo que vimos en la primera película, pues al parecer sigue reprimiendo sus poderes y sigue sin encontrar una forma en que se sienta libre. A pesar de las contradicciones, la película construye sobre estos elementos para mostrar una historia sólida que transcurre poco tiempo después del final de la primera cinta.
Mencionando a los personajes principales aparte de Elsa, como Ana y Olaf ellos mantienen sus mismas características de la primera película ya que todos son más despreocupados y relajados en sus vida y ya más avanzada la cinta todos reciben una actitud muy diferente debido a la situación en que se encuentran. Después los personajes logran mantenerse más cercanos a los eventos relacionados con Elsa, pero algunos chistes mal colocados nos dejan en claro que la onda de Ana es muy distinta a la de su hermana y quizá sea buena idea dividir las historias para el futuro.
Visualmente la película no le debe nada a nadie, el estilo que presenta es asombroso, desde lo azul del océano hasta lo oscuro del bosque con la luna llena dando su brillo. Al mismo tiempo la película tiene un detalle que a mi me encanta y es que no vemos copias de cada personaje pues si existe una diferencia entre una criatura y otra, desde el color de pelo hasta la forma de su cuerpo cada personaje tiene un detalle que lo diferencia del otro y aunque sean personajes que solo vemos al fondo ese nivel de detalle se agradece.
Sí, Frozen 2 llega a nosotros para exprimir a la gallina de los huevos de oro, pero cuando haces un trabajo de buena calidad como lo es esta película no existen quejas. Como todo, la película tiene sus fallas pero se agradece que no sea una copia de la original se nota que quisieron darle un giro y buscar una forma de sorprender a la audiencia y claro que lo logran. La película brilla como una gran secuela que no teme presentar una historia hasta cierto punto más oscura pero aun manteniendo su esencia con los personajes que ya conocemos y canciones que logran cautivar igual que como las anteriores lo hicieron… y sí, vamos a escuchar esta música mucho tiempo.