Ghost Recon Wildlands es muy difícil de definir, pero si tuviera que hacerlo, diría que es como una mezcla entre Just Cause, Metal Gear Solid V, Call of Duty y la serie de Netflix Narcos. El último juego de Ubisoft es un sandbox masivo (y no lo digo como hipérbole) con muchísima destrucción, disparos, muertes, sigilo, combate táctico y mucha droga. En el papel, esto suena excelente, y aunque el juego sí es divertido, hay muchas pequeñas cosas que merman una experiencia que podía haber sido mucho mejor.
Un sandbox masivo en un narcoestado
Si viste Narcos, la premisa de este juego te parecerá muy familiar: un país sudamericano se convirtió en un narco-estado debido a que los cárteles de droga se volvieron más poderosos que el mismo gobierno. En la serie de Netflix, se trata de Pablo Escobar y su Cártel de Medellín en Colombia, y en Ghost Recon Wildlands se trata de El Sueño y su Cartel de Santa Blanca en Bolivia. Estados Unidos tiene que enviar un grupo de operaciones especiales que tendrá que trabajar con guerrilleros para desmantelar la masiva red de droga que aqueja a la región, pieza por pieza. Hay un poco de trasfondo en esta historia: Karen Bowman, la agente de la CIA que te llevó a Bolivia, tiene sed de venganza contra el cártel por haber asesinado a su compañero. Sin embargo, un tema tan interesante como el narcotráfico podía haber dado para mucho más, y francamente, el elemento narrativo se queda algo corto.
Cuando en el párrafo introductorio mencioné que Ghost Recon Wildlands era un juego masivo, no estaba exagerando. El país de Bolivia está dividido en 21 provincias, cada una de las cuales bien podrían ser un mapa completo de un juego de mediano tamaño. Junta todas las regiones y el resultado es un mapa de proporciones titánicas con ríos, junglas, montañas, desiertos, pantanos y muchos biomas más. Los vehículos en este juego son fundamentales (incluso te los marca el minimapa), porque sin ellos y los puntos de viaje rápido, no llegarías a ningún lado nunca. Tal y como ya nos tiene acostumbrados Ubisoft, el aspecto audiovisual es excelente, aunque no perfecto. A lo largo de todo el mapa encontrarás vistas dignas de fotografía, aunque en escenas más cercanas sí pueden notarse imperfecciones o bordes no suavizados en el modelado.
Cómo acabar con el narco 101
¿Pero de qué sirve un mapa inmenso sin nada que hacer, no? Afortunadamente, Ghost Recon Wildlands no sufre en este aspecto, pues cada provincia está plagada de actividades a realizar, puestos de avanzada que destruir, información que recolectar, testigos que interrogar y objetivos que asesinar. Como te mencioné, el objetivo de este título es ir desarmando al Cártel de Santa Blanca pieza por pieza, y cada misión que realices te ayudará a acercarte a esa meta.
El Cártel de Santa Blanca es liderado por el narcotraficante conocido como El Sueño, y opera fundamentado en 4 departamentos: Seguridad, Producción, Influencia y Contrabando. Cada departamento tiene un líder, y cada uno de ellos tiene varios sublíderes (buchones). El cártel es, efectivamente, una máquina de producción muy bien engrasada con unas línea de comando perfectamente bien definida, y a la que tendrás que ir destruyendo de manera vertical. Así, tendrás que asesinar a cada uno de los sublíderes y después al líder de cada departamento para empezar a causar estragos en esta red; así, finalmente, derrotar a El Sueño.
Lamentablemente, el modus operandi que seguirás se volverá rápidamente repetitivo. Primero, llegas a una nueva región, y tendrás que empezar a reunir información. La información te abrirá misiones, tales como «vuela este cargamento de droga, interroga a este objetivo, salva a este testigo o acaba con cierto puesto de avanzada». Después de cumplir con estas pequeñas misiones podrás acceder a las misiones principales que te permitirán acabar con alguno de los cabecillas de la operación. Al principio todo parecerá muy dinámico, pero después de realizar la misma tarea muchas veces y tomando en cuenta que los modelos de personajes, las líneas de diálogo y hasta los movimientos se repiten, pronto podrás empezar a sentir que estás haciendo lo mismo una y otra vez.
Si hay algo que rescatar de esta parte del juego, definitivamente son los briefings y videos que se presentan a lo largo del juego. Cuando encuentres información o entres a una nueva región, un video te contará un poco del cabecilla o jefe de operación en turno, y sorprendentemente (debido a que juntos son más de 25), la mayoría tienen trasfondos curiosos, chistosos, o interesantes. Aunque ninguno de ellos pasará a la historia como el gran villano del año, definitivamente este aspecto ayuda a darle algo de personalidad a los personajes antagonistas.
Todo en este juego es inmenso
Pero entremos de lleno a lo más importante de Ghost Recon Wildlands, el gameplay. Este juego combina los géneros de third-person shooter táctico y RPG. De este modo, podrás personalizar a fondo casi todas las armas que encuentres u obtengas como recompensa (en total suman 80 armas y 106 partes de personalización). Además, a lo largo de la campaña obtendrás recursos (gasolina, medicina y herramientas de comunicación), los cuales podrás combinar con puntos de experiencia y nivel para desbloquear diferentes habilidades que mejoran tu desempeño, tal como tener más estamina o poder cargar más granadas.
Tanto la cantidad de armas como la cantidad de habilidades son extensas, pero no son realmente necesarias para avanzar en el juego. La inteligencia artificial enemiga no es precisamente brillante, por lo que el juego es suficientemente sencillo como para acabarse sin necesidad de mejorar todo. Esto es al mismo tiempo un pro y un contra, pues Ghost Recon Wildlands es más amigable para los que solo quieren pasar el rato y también ofrece mucho contenido para los amantes del juego de armas y habilidades; pero al mismo tiempo dejará ligeramente decepcionados a los gamers más hardcore.
Peligro: no se juegue si no va a ser con amigos
Hay algo fundamental que tienes que entender: si estás considerando comprar Ghost Recon Wildlands, no lo hagas si pensabas jugar tú solo. El gameplay demanda que toda la operación se lleve con un equipo de 4 personas. Si decides jugar solo, el CPU controlará a tus otros 3 compañeros, que si bien tienen una inteligencia aceptable, tienen muchas actitudes incomprensibles. Por ejemplo, es muy agradable ver cómo tus compañeros pueden marcar objetivos en tu mapa y te lo dicen por el intercom, pero a veces lo hacen incluso con personas que no deberían poder ver. También pueden revivirte si caes en combate, y son intocables cuando te están ayudando. Además, fallan totalmente a la hora del juego táctico, pues a pesar de ser llamados especialistas, no hacen nada de manera excelente. Realmente todo esto afecta mucho la experiencia, pero lo más importante, es que Ghost Recon Wildlands es una experiencia totalmente diferente con un equipo de personas de verdad.
Estoy convencido que Ghost Recon Wildlands fue desde el principio planeado para ser multijugador. Hasta la misión más tonta se puede volver agradable si la realizas con amigos a través de comunicación por voz, y de hecho, la buena coordinación es más que necesaria en varias misiones, ya que la inteligencia del CPU deja que desear. En una ocasión tuve que reiniciar una misión más de 10 veces, simplemente porque mi equipo artificial no me ayudó en absolutamente nada. Con un equipo de verdad, la misión se pasó en un santiamén. Este título ofrece muchas maneras de atacar cada objetivo, ya sea entrando a un campamento enemigo con un chopper y disparando a todos o acabar silenciosamente con cada uno con snipers. Cuando tienes un equipo bien coordinado y cada uno es un experto en su rol, cada misión cumplida se ve recompensada con una gran satisfacción. Y más aún porque cuando algo sale mal, todo se vuelve un caos lleno explosiones, granadazos, ráfagas de disparos, persecuciones y más; que lejos se desesperar, se vuelven todo un deleite. Por otra parte, jugando solo, el juego puede volverse tedioso y repetitivo.
En conclusión, Ghost Recon Wildlands es un buen juego, pero no un excelente juego. La narrativa se queda corta, la inteligencia artificial no es muy hábil y el aspecto audiovisual podría haber sido un poco mejor. Eso sí, el juego es realmente masivo: si estás buscando un juego de disparos y sigilo para jugar con amigos que te vaya a tomar muchas decenas de horas continuar, este título de Ubi es para ti. Es gratificante acabar con un puesto de avanzada sin que nadie se de cuenta debido a que tu equipo se coordino a la perfección, y la gran cantidad de biomas y actividades te aseguran mucho tiempo de juego. Eso sí, si querías jugar tú solo, deberías dejarlo pasar.