PlayStation Vita no ha sido una consola exitosa, al menos no a los niveles que se esperaban, pero en medio de su catálogo destaca un título muy original, divertido y con mecánicas novedosas. Su nombre, Gravity Rush. Por esa costumbre que tenemos de pedir una secuela de aquellas obras que logran conquistarnos, deseábamos una nueva entrega de esta particular aventura. El estado de la portátil, y el abandono casi total por parte de Sony, no invitaban a ser muy optimistas al respecto. Por tal motivo, nos tomó un poco por sorpresa el anuncio de Gravity Rush 2. Más allá de las molestias generadas porque la saga diera el salto a PlayStation 4, lo importante es que una nueva entrega existiría y que un juego con mucho potencial ampliará el extenso catálogo de dicha plataforma. Luego de aquel esperado anuncio, ahora por fin tenemos el título a nuestra disposición y es momento de darle un vistazo para ver si mantiene la calidad del primer juego.
De Japón para el mundo
Gravity Rush 2, y su primera parte también, es un juego muy japonés, tanto a nivel jugable como en diseño e historia. La saga nos cuenta las aventuras de Kat, una chica que destila carisma por todos lados y que tiene la facultad de manipular la gravedad a su antojo. En su travesía va acompañada por un gato llamado Dusty, que, además de ser muy simpático, es la fuente de sus poderes. En esta interacción, nuestra heroína y sus acompañantes se ven atrapados en una especie de tormenta gravitatoria y acaban llegando a una ciudad flotante llamada Banga. Como resultado de este accidente acabamos separados de nuestro felino amigo y por tanto nos encontramos sin la capacidad de usar los poderes de Kat. Esto propone un planteamiento jugable interesante, puesto que nos las vamos a tener que arreglar sin nuestras habilidades gravitatorias.
Banga es un pueblo que tiene la minería como principal fuente de ingreso y resulta interesante ver a la otrora reina de la gravedad haciendo todo tipo de trabajos mundanos, como una persona normal que no puede desplazarse por los aires. Evidentemente, esto es temporal y Banga es una aduana de paso. Los acontecimientos del juego nos vuelven a reunir con Dusty y toca emprender camino a la principal localización del juego: Jinga Para Lhao. Un orbe compuesto por cuatro distritos flotantes. De ahí en adelante nos espera una aventura cargada de todo tipo de misiones por realizar y empieza la parte argumental más fuerte.
Antes de poderle meter mano a esta secuela es recomendable, pero no indispensable, haber jugado a la primera entrega y también ver el anime lanzado por la propia Sony, que se encuentra disponible en YouTube. No hacer estas cosas no afecta a que podamos disfrutar de la historia, pero si ayuda a entender ciertas menciones del pasado de Kat y a conocer a algunos de los personajes que nos encontraremos en nuestra aventura. Este juego es completamente capaz de sostenerse por sí mismo a todos los niveles, pero siempre enriquece la experiencia conocer todos los detalles adicionales provenientes de otras obras de la franquicia.
Nuestra amiga la gravedad
Tal como antes mencionaba, la mecánica central del juego es la manipulación de la gravedad y las posibilidades que esto ofrece. Este control sobre la fuerza gravitatoria le otorga a Kat diversas habilidades, las cuales poco a poco iremos desarrollando y desbloqueando; un sistema de progresión similar al de la anterior entrega, es decir a base de obtener gemas, lo que nos permitirá ir mejorando dichas habilidades, las cuales son: lucha, patada de gravedad, campos estáticos, evasión, deslizamiento de gravedad y ataques especiales. Las mencionadas gemas las conseguimos por ahí, dispersas en el escenario y como recompensa por las misiones principales y secundarias.
Una falla del título es que, en base a esto, si quieres tener las habilidades bien desarrolladas, y ni hablar de llevarlas al máximo, te obliga a hacer misiones secundarias, aunque no quieras, puesto que las recompensas por realizar las misiones principales son muy pocas para lograr un desarrollo ideal. Un detalle significativo es que la facultad de manipular la gravedad no es ilimitada, tenemos una barra que deberemos estar vigilando constantemente cuando estemos cruzando los aires para no caer de golpe. La ventaja es que dicha barra, al igual que la de vida y la de barra especial, van mejorando constantemente mediante vamos avanzando en nuestro trayecto.
Dentro de las novedades que se ofrecen se encuentran los talismanes. Kat podrá ir equipada con tres tipos distintos: La Luna en cuarto menguante, el circular y la flor de tres pétalos. La forma de obtener los mismos es muy variada, además la posibilidad de combinarlos para obtener uno mejor añade un factor interesante a dicho sistema. Podemos toparnos con talismanes normales o premium, evidentemente los efectos de cada uno son distintos y nos da la posibilidad de buscar hasta encontrar los que más favorezcan a nuestro estilo de juego.
De Júpiter a la Luna
El control «normal» de la gravedad es un calco del visto en la anterior entrega, con alguna que otra novedad no muy destacada, pero ahora se añaden dos nuevos tipos de gravedad: la de la Luna y la de Júpiter. Esto pone a nuestra disposición tres estilos diferentes que básicamente se resumen en: el lento pero poderoso (Júpiter), el rápido pero menos fuerte (Luna) y el equilibrado (normal). Estos añadidos buscan darle profundidad, principalmente, al sistema de combate, sin embargo, enfrentan dos problemas. El primero, estos nuevos estilos de gravedad toman demasiado tiempo en conseguirse y nos hacemos con ellos con el juego ya muy avanzado y el segundo, es que aunque se nota y se agradece el esfuerzo por ofrecer variedad en el sistema de combate con la inclusión de estas novedades, el mismo se siente bastante limitado. Siempre terminamos tirando por las mismas opciones a la hora de luchar porque es lo que más eficaz resulta.
Un paseo por la mina
Recordemos que nuestra aventura sucede en un lugar que cuenta con la minería como principal característica. Esto se traduce en que podremos adentrarnos a las minas para recolectar gemas, eso sí, luego de sortear los peligros que ahí aguardan. La dificultad de las mismas es variada y va en aumento conforme las vayamos superando; por otra parte, dichas zonas subterráneas ofrecen un modo multijugador en el cual, mediante los fantasmas de otros jugadores, podremos obtener más gemas. El juego ofrece otras opciones para el multijugador, principalmente asíncrono, las cuales son búsqueda de tesoros y desafiar a los fantasmas de otros jugadores en diferentes pruebas. Dichas modalidades aunque pueden llegar a ser muy divertidas no llegan a ser especialmente destacables.
El diseño sobre la potencia
Gravity Rush 2 es uno de esos juegos que no necesitan potencia bruta, ni gráficos hiperrealistas para conquistarnos, sólo se vale de un diseño visual que es arte puro. Los personajes, los escenarios, los enemigos y todos los demás elementos están diseñados con un estilo que prioriza una estética cel-shading que busca enamorar desde el minuto uno. Aunque no es un portento técnico, este título ha ganado mucho al saltar de PS Vita a PS4. De entrada se nos muestra un mundo bastante más amplio que el visto en la primera entrega y que, dicho sea de paso, está más vivo, siendo los habitantes de las ciudades clave para ello.
En el tema del sonido, la ambientación está está bien lograda y la banda sonora encaja a la perfección con el juego. Cada tema, además de tener una gran calidad, se siente que acompaña a la perfección lo que sucede en pantalla. Cabe mencionar que mi experiencia personal fue únicamente en una PlayStation 4 «normal», es decir no puedo dar constancia de las mejoras que implemente para la PS4 Pro.
Las segundas partes sí pueden ser buenas
Gravity Rush 2 es un título continuista con respecto a la anterior entrega. Las mecánicas básicas se mantienen, pero a la vez añade las cosas justas para sentir ésta como una experiencia diferente. Nos ofrece un mundo mucho más grande que el juego para la portátil de Sony. Una historia mejor trabajada y con mejor desarrollo. Una obra de acción pura y dura, una jugabilidad dinámica y sólida con una duración bastante aceptable. Un apartado artístico que es bonito de ver y una banda sonora de altísima calidad.
Lamentablemente no todo puede ser bueno, al ser un juego tan frenético, la cámara por momentos se puede volver un caos; además de esto, el multijugador no es especialmente memorable y aunque se nota el esfuerzo por ofrecer variedad en el sistema de combate éste por momentos acaba por volverse repetitivo. En resumen, si te gustó la primera parte, ésta secuela te va a encantar porque es básicamente lo mismo con algunas novedades, aunque también es más grande y más ambicioso.