Dontnod Entertainment es un estudio relativamente nuevo. SI bien es cierto que su fundación se dio durante el año 2008, fue hasta 2013 cuando pudieron lanzar su primer videojuego propio: Remember Me, con el apoyo de Capcom. El título protagonizado por Nilin bajo un concepto muy original pero cuyo irregular jugabilidad terminó por hacer que su ópera primera pasar desapercibida. En términos generales, una propiedad intelectual muy destacable pero que desafortunadamente no recibió la atención que merecía.
Pero la desarrolladora con sede en Paris decidieron permanecer en el camino de las nuevas experiencias y ése mismo año comenzaron a trabajar en lo que sería su nuevo proyecto, el cual nos reúne en ésta ocasión: Life is Strange.
Ésta vez contando con Square-Enix como soporte y llegando en formato episódico entre enero y octubre del año en curso, Life is Strange se convierte en la primer gran y notable obra del estudio; Una aventura dotada de envidiable personalidad con personajes creíbles, y cuyo relato nos sumerge en un mundo donde nada es lo que parece y cualquier cosa puede suceder. En definitiva, una experiencia imperdible que será recordada como una de las más cautivadoras de 2015.
Maxine Caulfield, viajera del tiempo
En Life is Strange tomamos el control de Maxine Caulfield, mejor conocida simplemente como “Max”, una chica ordinaria que asiste a la Academia Blackwell, la cual se encuentra ubicada en el poblado de Arcadia Bay, Oregon, un sitio rodeado por hectáreas de naturaleza y que incluso posee una playa. La historia comienza cuando Max tiene una pesadilla “muy real” en la que visualiza la destrucción del pueblo debido a un poderoso tornado. Tras despertar, se dirige al baño de su academia, cabe señalar que Max recibe ésta revelación durante una de sus clases en Blackwell. Una vez allí, se encuentra con una intensa pelea entre un chico del mismo curso de Max y una enigmática chica de cabello azul. Nuestra protagonista se oculta, mientras el dúo forcejea hasta que el joven saca un arma y dispara a la chica. Impactada ante lo ocurrido y en un acto reflejo por tratar de detener lo ocurrido, Max descubre que es capaz de regresar minutos atrás en el tiempo.
Tras realizar varios experimentos e incluso prevenir el asesinato de la chica en el baño, quien resulta ser nada más y nada menos que la mejor amiga de la infancia de Max, nuestra protagonista aprende a controlar su poder dando así comienzo a una aventura donde nos toparemos con temas como el bullying, suicidio, asesinatos… y, por supuesto, “el fin del mundo”, donde nuestras decisiones serán fundamentales para definir el destino de los habitantes de Arcadia Bay y descubrir los secretos que alberga éste sitio en sus más oscuros rincones.
Al igual como ocurriera recientemente con el notable Until Dawn, en Life is Strange se retoma el concepto de “Efecto Mariposa”, el cual se basa en la creencia de que, la más pequeña acción, podría suponer gigantescas consecuencias. Propuestas como ésta ya hemos visto anteriormente, el ya anteriormente mencionado título de Supermassive Games y, sobre todo, en las obras de Telltale Games, donde nuestras decisiones e interacción con los personajes de sus juegos definirán sus personalidades, y por ende, los acontecimientos del título en turno.
Sin embargo, a diferencia de los ejemplos anteriores, en Life is Strange prevalece una mayor sensación de libertad al verte sumergido en un mundo donde si bien es cierto que será crucial interactuar con el resto de personajes, la individualidad de nuestra protagonista nos permitirá influenciar en simples aspectos como regar una planta, o más complejos como decidir de qué modo afrontarás una situación en específico.
Tal como se esperaría de un título de éstas características, la historia podrá sufrir un altísimo número de alteraciones en donde deberemos rebobinar si deseamos conocer todas las sorpresas y subtramas que alberga Life is Strange en su interior, multiplicando así, el número de horas que podríamos invertirle a la obra de Dontnod.
El estudio francés ha conseguido crear un título con personajes muy bien construidos, en donde los veremos crecer a lo largo de los capítulos. Son creíbles y coherentes en comparación a su yo pasado y actual, todo mientras vemos el mundo que nos rodea desde los ojos de Max, quien a su vez la acompañamos a lo largo de un extraño viaje en el que deberá resistir la fuerza de un destino que cada vez más la asfixia y pone en riesgo a sus seres queridos y a sí misma.
Desde Chrysallis y hasta Polarized, cada capítulo es mágico, transmitiendo un sentimiento de tranquilidad el cual es inevitablemente roto en gran medida por la crudeza de los temas abordados durante el relato y lo adulto de su tono. De igual forma, cada episodio nos sumerge en contextos increíbles que obligan al jugador a tomar decisiones francamente complicadas que indudablemente te harán pensar si tomaste o no el mejor camino posible.
En Life is Strange poseemos el poder de un Dios pero las inseguridades de un humano común, cada acción tiene su consecuencia de una u otra forma, aunque por supuesto, el mismo programa te hará ver cuando estés frente a una decisión crucial que podría afectar el desarrollo de los siguientes capítulos, situación que le resta impacto a las demás elecciones pero que te alerta en un momento donde deberás concentrar todos tus sentidos al máximo.
Difícilmente puedo encontrarle puntos malos a una propuesta argumental tan cautivadora como arriesgada. Dontnod Entertainment entrega una historia fascinante de principio a fin que se nutre de sus encantadores protagonistas y magníficos escenarios. Quizá el único punto a considerar es que, debido a su tan compleja, profunda y madura historia, Life is Strange no sea para todo el público. Pero a pesar de ello, adentrarse en Arcadia Bay y vivir junto a Max y Chloe de los terribles acontecimientos que les esperan, debe ser una de tus citas obligadas de éste año.
La vida es increíble… y extraña
No sólo un inolvidable argumento posee lo más reciente del estudio con sede en París. Anteriormente resaltaba los grandiosos escenarios con los que cuenta el título, y ahora me enfocaré a detallar sus bondades.
Primero que nada, el programa utiliza una versión modificada del Unreal Engine 3, lo cual nos permite disfrutar de paisajes sorprendentes dotados de detalles y de una aún mejor iluminación, el ambiente logrado por Dontnod nos regala tomas maravillosas sobre todo cuando la acción se desarrolla en el exterior, ya sea de día, al atardecer o de noche.
Otro punto sobresaliente y que indudablemente se convierte en el punto más llamativo de la obra, es el propio diseño de los personajes, los cuales se han moldeado a mano. Si bien es cierto que los individuos carecen de un nivel de detalle de alguna entrega de alto presupuesto, los protagonistas de Life is Strange están lo suficientemente bien cuidados como para lucir atractivos a los ojos del espectador, además de que, inesperadamente para mí, reflejan un gran número de emociones, desde felicidad, tristeza, furia, melancolía… soledad. La verdad no me imagino a Life is Strange con otro estilo gráfico que no sea el que el estudio francés la ha impreso. Todo un acierto.
Los escenarios por sí mismos tienen una pinta maravillosa, generando de gran manera una atmósfera encantadora de gran belleza visual. De igual forma, los diversos lugares que podemos encontrar a lo largo y ancho de Arcadia Bay muestran una gran cantidad de elementos para convencernos de que estamos pisando un poblado “verdadero.” En Blackwell, tenemos a nuestra disposición un amplio campus donde podremos encontrar toda clase de instalaciones pertenecientes a una institución educativa como la que aquí nos presentan: Salones de clase, laboratorios, dormitorios, áreas verdes, estacionamientos… El mundo está lleno de detalles y objetos que lo vuelven una experiencia que te atrapa desde los primeros minutos que empiezas a recorrer los amplios pasillos.
Ello sobre la escuela, pero no por eso se quedan atrás otros ambientes como el hogar de nuestra amiga Chloe, la cafetería donde labora la madre de ésta, la playa, y muchos otros más… Hay una gran variedad de escenarios, todos con su propia aura y elementos característicos, rara vez notarás objetos reciclados de otras áreas. Life is Strange nos plantea un mundo, no de las proporciones ni capacidad de movimiento que podríamos hallar en un Grand Theft Auto, pero al igual que la serie de Rockstar, que está vivo.
Para quien se lo pregunte, el programa luce igual de bien en todas las plataformas en las que está disponible salvo algunas pequeñas diferencias. Naturalmente las versiones que mejor hacen brillar el apartado artístico de la obra son las de PlayStation 4, Xbox One y PC, las cuales presentan, tal como mencionaba anteriormente, una gran cantidad de detalles en los escenarios y moldeado de personajes, así como en los efectos y colores que podemos disfrutar durante la aventura. En el caso de las consolas de actual generación de Sony y Microsoft, Life is Strange se ejecuta a una resolución de 1080p y 30 cuadros por segundo a un nivel muy estable, lo cual aporta una gran fluidez a la experiencia una vez que tomamos el control sobre Max.
Por otro lado, en PlayStation 3 y Xbox 360, el resultado general sigue siendo igual de sobresaliente, aunque en su lugar se sacrifican detalles en donde se hacen muy evidentes texturas de baja resolución o se borra la presencia de elementos en el escenario que sí están presentes en sus contrapartes más avanzadas. Aún a pesar de ello, la inmersión que puede sufrir el jugador permanece intacta. Cualquier versión del título está muy bien cuidada, y la experiencia poco o nada varía sin importar el sistema.
Syd Matters – «Obstacles«
Pasando a la parte jugable del título, quizá éste sea el aspecto que menos novedades encontremos. Evidentemente la parte más importante y uno de los pilares del título es la posibilidad de volver atrás en el tiempo. Dicho apartado funciona de forma muy simple, basta con mantener alguna conversación con un personaje o llevar a cabo una actividad y tras culminar o fallar en ella, bastará con presionar uno de los gatillos del control para rebobinar varios minutos antes. Una vez hecho esto, podremos realizar la acción en la que fallamos o cambiar el rumbo de la conversación, permitiéndonos conocer más detalles sobre un tema en específico o para abordar al sujeto en cuestión de diferentes maneras hasta alcanzar nuestro objetivo. Está a nuestro alance utilizar ésta función infinidad de veces siempre y cuando no salgamos de la zona en la que nos encontremos, ya que una vez hecho esto, nuestro destino habrá quedado sellado y la única forma de “volver en el tiempo” será cargando de nuevo el episodio desde el comienzo.
El resto es muy parecido a lo que hayamos visto en otras aventuras gráficas o en los recientes títulos de la popular Telltale Games. Podremos navegar a través del extenso mundo de Life is Strange, interactuar con objetos y personas, con las cuales es posible realizar pequeñas actividades o mantener meras conversaciones. Siempre en éstas últimas llegará el momento donde el programa nos solicitará intervenir para tomar alguna decisión para encarrilar de la mejor forma que creamos la plática que estemos sosteniendo. Regularmente siempre tendremos cuatro opciones a elegir, aunque en las decisiones cruciales únicamente nos será posible seleccionar una de dos alternativas.
En cuanto a la exploración y propio desplazamiento por el escenario, éste último se realiza con Max ya sea caminando o trotando mientras dejamos presionado un botón. No hace falta más, pues las zonas que componen el juego no son tan amplias por lo que llegar de un punto a otro es un ejercicio en realidad disfrutable y no tedioso. De igual forma, la historia nos introducirá en momentos en los que nuestro principal objetivo será encontrar una serie de objetos, recrear hechos o incluso nos desafía con interesantes puzzles en donde deberemos combinar el análisis del escenario en el que nos encontremos y nuestra habilidad para rebobinar el tiempo. Los retos no están cerca de ser sumamente complicados, pero sí son lo suficientemente elaborados como para invitarnos a reflexionar correctamente sobre la resolución del acertijo.
Sumado a su historia y apartado gráfico, el tercer pilar que hace de Life is Strange una experiencia sensacional pese sería sin duda su inolvidable banda sonora. En las partituras contamos con el trabajo de Jonathan Morali, cuyas composiciones musicales sirven como perfecto acompañamiento al magnífico universo ideado por Dontnod Entertainment. Las melodías son tranquilas y llegan a transmitir cierta tristeza, haciendo inevitable conmoverse con la obra de Morali. Ya sea disfrutando del juego o por separado, escuchar la música creada tomando el juego como principal fuente de inspiración es un ejercicio absorbente y placentero para el oído.
SI esto no fuera suficiente, el estudio francés hizo una gran selección de canciones con bandas indies, las cuales van muy acorde a la atmosfera del juego y que reflejan inmejorablemente los sentimientos que albergan nuestros protagonistas en sus corazones. Temas como “Obstacles” de Syd Matters, “Santa Monica Dream” de Angus and Julia Stone y “Mt. Washington” de Local Natives son buenos ejemplos para entender qué clase de ambiente nos espera en Life is Strange: Uno melancólico, lleno de sentimientos y emociones donde la felicidad busca florecer. Puedes o no estar acostumbrado a éste estilo de música, pero estoy convencido que no dejará indiferente a nadie. La música es universal, al igual que el dolor.
Tras varios años en el anonimato, finalmente Dontnod Entertainment pone su nombre en el mapa como uno de los estudios más destacados del año. Life is Strange es una aventura única, como muy pocas actualmente. Llena de momentos inolvidables, personajes increíbles y una historia bien contada, adulta y majestuosamente desarrollada a lo largo de sus cinco capítulos hasta su dramático y oscuro final.
Life is Strange es uno de los mejores juegos descargables que hemos recibido en años, quizá al final le ha faltado alguna innovación en su apartado jugable para hacerlo una experiencia aún más memorable de lo que ya es, sin embargo, la obra del estudio francés se posiciona como un producto de altísima calidad, lleno de posibilidades y gran rejugabilidad donde elementos como su estilo gráfico, banda sonora y propia actuación de sus protagonistas sirven como un perfecto ejemplo sobre cómo una nueva propiedad intelectual puede cautivar al público y convertirla en todo un éxito.
Felicidades a Dontnod, su Life is Strange ha hecho que de hoy en adelante esté muy al pendiente de sus próximos proyectos, pues deseo volver a experimentar lo que la aventura de la heroína Max me ha ofrecido durante mi tiempo viviendo en Arcadia Bay.
