Reseña - Ni no Kuni II: Revenant Kingdom PRINCE’S EDITION

Cuando llegó a Occidente por primera vez en 2013, Ni No Kuni sorprendió a sus jugadores al combinar el arte y música de Studio Ghibli con el talento de Level-5, estudio desarrollador de la serie de Professor Layton y del legendario Dragon Quest VIII, creando un RPG de acción en un mundo fantástico.

El relativo éxito de este título llevó a Level-5 a desarrollar una secuela, la cual llegó a PlayStation 4 y PC en 2018. En ese entonces, la pregunta más vista en la industria era “Este juego sería genial en Switch, pero no correría bien”. Aunque tomó más de 3 años, Ni No Kuni II: Revenant Kingdom finalente llegó al sistema híbrido de Nintendo con la PRINCE’S EDITION, una compilación del juego base y contenido adicional que, a pesar de sufrir ciertos problemas de desempeño, es posiblemente la mejor forma de disfrutar esta mágica y entretenida secuela.

Mismo mundo, nuevos reinos

Uno de los atractivos principales de la historia de Ni No Kuni era la conexión entre el mundo de Oliver, protagonista del primer juego, y el mundo mágico al cual se ve transportado. Aunque esta secuela retoma este concepto en dos momentos, Ni No Kuni II enfoca la gran mayoría de su historia en el segundo mundo, con una sociedad en la cual los eventos del primer juego parecen ser simples leyendas.

El protagonista de esta nueva historia es Evan, el próximo rey de Ding Dong Dell, país que conocimos en el primer título. Después del fallecimiento de su padre y un golpe de Estado, Evan es asistido por Aranella, su institutriz, y Roland, un gobernante de otro mundo que literalmente cae en medio del conflicto.

Joven e idealista, Evan evade a los revolucionarios y huye de su reino, decidido a hacer como Bender de Futurama y fundar su propia nación (eso sí, sin juegos de azar). Con el apoyo de Roland y una banda ecléctica de distintos rumbos del mundo, Evan se toma la tarea de fundar Evermore, un reino donde todos pueden vivir felices para siempre y, en el camino, resolver malestares en el mundo. La historia es sencilla, pero contiene momentos poderosos y emotivos similares al primer Ni No Kuni, y te mantendrá entretenido en el transcurso de tu viaje a través de este mundo mágico.

Nuevo protagonista, nueva forma de pelear

El primer título de esta serie tenía un sistema de combate peculiar, el cual combinaba elementos de RPG de acción similares a la serie Tales of con mecánicas de captura de monstruos al más puro estilo de Pokémon.

Sin embargo, Revenant Kingdom decide dejar atrás este segundo elemento para enfocarse en un sistema con más acción en su ADN: el lanzamiento inicial tenía una sola dificultad que fue criticada por ser demasiado fácil, por lo que esta versión completa incluye dos niveles más. Estas nuevas dificultades ofrecen desafíos aceptables y recompensas adicionales que valen la pena para todo jugador que busca un poco más de reto en su vida.

Uno de los factores que se integran en el combate para cambiar la forma en la que se desenvuelve este mismo son los higgledies, adorables criaturas elementales que otorgan bonos de distintos tipos en el fragor de la batalla; por ejemplo, proyectiles poderosos, campos de protección o magia curativa para todo tu grupo. Estos higgledies pueden crearse o encontrarse en el mundo, y muestran restos de ese ADN de colección de monstruos de su predecesor.

Otro elemento adicional que forma parte del DLC incluido en esta versión de Ni No Kuni II es el de los métodos marciales, los cuales modifican la forma en la que es posible lanzar hechizos y habilidades. Estos elementos, los cuales no formaban parte del título original, le dan un nuevo giro al sistema de combate, permitiéndole refrescarse en puntos tardíos del juego en los que puede sentirse monótono.

No obstante, creo que el principal atractivo del juego no está en el combate, sino en uno de los elementos que forma parte de la narrativa y se integra de una forma entretenida y puede atraer a los jugadores a regresar una y otra vez: la creación de nuestro propio reino.

Un reino renacido

Pareciera ser sacado de un juego móvil, pero Revenant Kingdom tiene un modo de construcción del reino que me llevó a regresar una y otra vez en momentos inesperados del día, a la usanza de Animal Crossing. En un principio, Evermore es tan solo una pequeña choza habitada por Evan y sus amigos. Sin embargo, poco a poco empieza a atraer a gente a formar parte del nuevo reino, el cual promete dar felicidad y paz a todas las personas que habiten en él.

Con el paso del tiempo, es posible crear un reino inmenso, con 100 ciudadanos que pueden ser reclutados a través de misiones secundarias o pruebas de reclutamiento y más de 30 edificios que pueden desempeñar múltiples funciones, Funciones como la creación de armas y armaduras, el desarrollo de nuevas tecnologías que aumentan las tasas de adquisición de puntos de experiencia y dinero, así como la cosecha u obtención de frutas, verduras o piedras preciosas para la mejora de dichas armas y armaduras.

Como dije anteriormente, este sistema es cautivador, y nos lleva a regresar una y otra vez gracias a su bucle de recompensas que nos lleva a obtener armas y armaduras superiores que podremos usar en nuestras aventuras fuera de Evermore. De igual manera, ciertas misiones secundarias, así como los edificios construidos, otorgan una moneda diferente, la cual puede ser utilizada para construir más edificios, investigar nueva tecnología e incluso crecer el reino para permitir la construcción de edificios todavía más útiles. Como puedes ver, este ciclo puede dejarte pegado a la pantalla mientras creces tu reino y reclutas nuevos ciudadanos a través de misiones secundarias.

Afortunadamente, una función que toma ventaja de la naturaleza portátil del Switch permite que la recaudación de fondos no sea un proceso monótono: si dejamos el sistema suspendido, el tiempo de juego seguirá corriendo en segundo plano, lo cual permitirá que continúe la recaudación de monedas para crecer nuestros edificios y desarrollará las tecnologías que dejemos en proceso. Esto hace que el tiempo de juego en nuestra pantalla de guardado se extienda tomando en cuenta el tiempo en que el sistema estuvo suspendido, pero es una adición que me hace ver de manera positiva esta conversión a Switch, ya que no es simplemente “el mismo juego, pero portátil”.

Por otro lado, algunos ciudadanos reclutados pueden ser llevados a batalla en un modo de juego de combate táctico sencillo, en el cual lideramos cuatro unidades en campañas que forman parte de misiones primarias y secundarias. Afortunadamente, solo cuatro o cinco peleas de esta naturaleza son obligatorias, lo cual permite que aquellas personas que no estén dispuestas a profundizar en este modo a mantenerse al margen de éste.

Un bello y vibrante mundo

Tomando todos estos elementos, queda claro que hay muchas cosas que hacer en este mundo, y creo que uno de los principales elementos atractivos de Ni No Kuni II es precisamente la variedad de los ambientes explorados y las actividades disponibles.

Ya sean bosques, desiertos, ciudades en el mar, tundras o naciones industrializadas, no hay un momento monótono en el ambiente de este título, el cual logra resaltar a través de su bello estilo artístico, con diseños de personaje ejecutados por Studio Ghibli. Cabe destacar que estos diseños logran verse muy bien a pesar de la falta de potencia gráfica en el Switch.

Por otra parte, la excelente música de este título cuenta nuevamente con la colaboración de Joe Hisaishi, compositor de múltiples filmes de Studio Ghibli, y esto compagina de una forma sinérgica con los vistosos paisajes. Reinterpretado para esta secuela, el tema principal de Ni No Kuni regresa con bombo y platillo, junto con un soundtrack bello y envolvente.

Una versión menor pero a la vez definitiva

Al ser una versión completa del título original, Ni no Kuni II: Revenant Kingdom PRINCE’S EDITION incluye el pase de temporada, así como un paquete complementario de armas y armaduras que puede ser recibido al llegar a la primera tienda del juego.

El DLC consiste de contenido que puede ser abordado en cualquier momento a partir de la fundación de Evermore, pero la mayoría de dicho contenido fue creado pensando en jugadores que han terminado el juego. Aunque un DLC, el Laberinto requiere de ser al menos nivel 99 para disfrutar en su totalidad. El otro, la Historia del Tomo Atemporal, es una historia que hace referencias al primer título y puede ser iniciada en el momento en el que es recibida.

Por otro lado, es importante hablar de uno de los elementos detractores de esta nueva versión, el desempeño. Aunque algunos espacios corren incluso a 60 cuadros por segundo, es claro que este título no fue creado para Switch, teniendo momentos explorando el mapa, en luchas de ejército o en peleas contra jefes o enemigos del juego tardío con desempeños menores a 20 cuadros por segundo.

De igual manera, la calidad gráfica cae en momentos importantes que incluyen múltiples efectos de partícula, teniendo una resolución dinámica para permitir que el juego muestre tantos elementos al mismo tiempo. Este es el sacrificio que un título de PlayStation 4 debe realizar para poder correr en un sistema menos poderoso como el Switch.

A pesar de los elementos detractores antes mencionados, Ni no Kuni II: Revenant Kingdom PRINCE’S EDITION demuestra ser una experiencia que se adapta a como queramos jugar: si queremos disfrutar de solo la historia principal, podemos ignorar todo lo demás y terminar en 25 horas. Sin embargo, también podemos reclutar ciudadanos, crecer nuestro reino, ampliar nuestro ejército y disfrutar del DLC y pasar más de 70 horas obteniendo tesoros y explorando el mundo en su totalidad.

En lo personal, me parece que el estilo artístico permite que la resolución pueda cambiar sin ser demasiado perjudicial, Po otra parte, las mecánicas de juego también se adaptan a la naturaleza portátil del Switch, lo que convierte a la PRINCE’S EDITION en la versión definitiva de este divertido y encantador juego.