Sin hacer mucho ruido y llegando a las tiendas con precio reducido, ReCore es una de las exclusivas más importantes para este fin de año en Xbox One y Windows 10. Sin embargo, parece que el potencial de la obra liderada por Keiji Inafune se quedó corto y el poco ruido generado alrededor del título será un factor en contra de una aventura más que a simple vista podría parecer una más del montón, pero que en su núcleo encierra un potencial interesante.
Core
En ReCore tomamos el papel de Joule, una de las pocas sobrevivientes de la humanidad en Edén Lejano, un planeta con condiciones similares a la tierra que debe ser adecuado para que los hombres y mujeres tengan un nuevo lugar para vivir. La misión de Joule, así como la de otros exploradores, es encontrar las condiciones adecuadas para terraformar Edén y con ello dar la bienvenida a todos los supervivientes que vagan en el espacio exterior.
La aventura de Joule en Edén no es sencilla, por lo que debe acompañarse de algunos seres conocidos como Corebots. Estos robots fueron diseñados para ayudar a los exploradores de Edén de una manera bastante distinta a los robots convencionales; los Corebots no buscan ser perfectos sino de complementarse unos a otros y hacer que los humanos superen los diversos obstáculos en su nuevo mundo.
Si bien la historia en turno es interesante y conforme avanzamos podemos descubrir más detalles sobre Joule, su pasado, los Corebots y Edén Lejano, la realidad es que muchos podrían dejar el juego antes de pasar la mitad del mismo por lo repetitivo que llega a ser y la falta de profundidad en lo poco que se va descubriendo alrededor de la obra. En momentos incluso parece más intrigante saber qué ocurrió antes del juego que lo que estamos jugando.
Por suerte, hay un factor que de manera inmediata nos hace sentir parte del juego e interesarnos por su historia. La relación de Joule y Mack (el primer robot con el que interactuamos) es increíble y se siente igual de real que nosotros con una mascota. Aunado a ello tenemos la historia detrás de la creación de estos robots y la relación de dicha historia con la protagonista, haciendo del vínculo algo más especial para los jugadores. Este punto aplica de manera similar, aunque en menor medida, con el resto de Corebots que nos apoyan como Seth y Duncan, así como la intriga por las que las criaturas del Edén nos atacan.
Parte del desarrollo de ReCore ha sido realizado por Armature, estudio conformado por antiguos miembros de Retro Studios. Lo anterior es importante por el tipo de juego ante el que nos encontramos: una aventura protagonizada por una mujer con un alto grado de exploración. Lamentablemente, el resultado final no logra salir con los mismos honores que la historia protagonizada por Samus Aran… eso sí, si logras engancharte hay suficiente fuerza como para mantenerte interesado las más de 10 horas que podrás disfrutar de esta aventur.
Red & Blue & Yellow
La aventura por Edén Lejano nos permite entrar a un shooter en tercera persona bastante clásico y con pocas variantes. Joule carga consigo un rifle con la capacidad de irse adaptando a distintas circunstancias; según el color de los enemigos es como debemos atacar. Lo anterior, aunque dinámico en algunos momentos, termina encerrarse en un tediosos ciclo en el que solamente tenemos un arma a nuestra disposición.
Evidentemente el juego está pensado para que los Corebots de apoyo sean el principal atractivo a la hora de los enfrentamientos, lo cual llega a destacar cuando tenemos un mejor desempeño en la combinación de nuestra arma y los robots aliados. Sin embargo, los robots no son de mucha ayuda, pues sus ataques son limitados y con poca potencia, sirven de apoyo únicamente y todo el trabajo pesado lo debe hacer Joule.
Lo anterior vuelve a recalcar lo repetitivo del juego. Los enemigos solo se hacen más grandes, pero la mecánica de disparar, cambiar de color el disparo y apoyarnos de nuestros Corebots, sigue siendo la misma. Eso sí, podemos tener hasta cinco robots distintos, pero solo tres en juego al mismo tiempo; entre mejor combinemos cambios de robots y ataques, más podremos soportar nuestro viaje por Edén. Dominar el uso del arma ante ciertos enemigos, escapar de los ataques especiales y mezclar nuestra potencia de disparo con ataques de robots, es un punto interesante a la hora de dominar el juego y en momentos alude a una buena dificultad del mismo.
Hablando del viaje, el juego se divide en un formato similar al de The Legend of Zelda con diversos dungeons alrededor del mapa como un punto final al «capítulo» en turno. Los calabozos dan una refrescada a la exploración del Edén, pero entre más de estos acabamos, más nos damos cuenta de lo poco imaginativos que llegan a ser. Aunque la dificultad no es su fuerte, hay momentos que pueden exigir un reto por encima de la media del juego, lo cual revive la emoción por el mismo, pero no logran ser un factor de impacto a la hora de querer regresar por algunos objetos perdidos.
La exploración del Edén simula una especie de mundo abierto con limitaciones obvias para la época del primer PlayStation. Aprovechar la exploración nos ayuda a encontrar planos, material y núcleos, para mejorar a nuestros compañeros y hacerlos más fuertes para el combate, situación que amplía las opciones pero que no refleja cambios importantes en la aventura y solo evidencia un mapa con pocos elementos nuevos entre sus «diferentes» escenarios.
Visualmente aceptable y con un sistema de audio decente, incluyendo su doblaje en inglés y español latino, ReCore es un juego que palidece ante el potencial que un Xbox One lograr. El producto final refuerza la idea de vender el juego a un precio menor del normal y deja en claro la falta de promoción por parte de Xbox, en especial cuando vemos promocionales impactantes de Forza Horizon 3 y los comparamos con el pequeño esfuerzo técnico que hay en ReCore.
El Edén aún no está cerca
ReCore recuerda a las aventuras estilo Jet Force Gemini de Rare, incluso parece un juego de los creadores de Perfect Dark. La obra de Inafune parece lista para colocarse en un Nintendo 64, con ideas y planteamientos que parecen explorar los primeros años de la consola de Nintendo y que en una secuela seguramente veremos su potencial al máximo. Los errores de ReCore no hacen del juego un fastidio -salvo los tiempos de carga- sino que su falta de opciones y limitaciones en su sistema de juego son los causantes de que el título caiga en un limbo de repeticiones y poca innovación.
ReCore está lleno de ideas que quisiéramos ver mejoradas en una secuela donde Xbox y Microsoft Game Studios puedan sacar ventaja del planteamiento que ofrecen los desarrolladores. ReCore responde a esa necesidad de nuevas exclusivas e historias entrañables, pero no responde a los estándares de desarrollo que exigen los jugadores de hoy en día. La calificación final parece muy alta en comparación de los argumentos dados en la reseña, pero estamos ante una gran idea a la que no se debe dejar morir en su primer intento.
Sin ánimos de exagerar, ReCore tiene el potencial de ser un similar de Zelda en Xbox. De colocar a Joule a la altura de una Lara Croft. De llevar algunos de sus de Corebots a Killer Instinct. Y De tener una nueva serie al nivel de Halo, Gears y Forza en la compañía.