Ha pasado casi una década desde que The Last Guardian fue presentado. Me resulta difícil generar una lista de juegos que han tardado tanto en llegar a nuestras manos, algunos se han quedado en el camino por diversos motivos, incluso el proyecto de Fumito Ueda y genDesign (antes Team ICO) estuvo a punto de quedar en el olvido, otros más llegan de forma forzada resultando en una rotunda decepción. Pero ahora, diez años después aquí nos encontramos, con la obra finalizada y siendo distribuida a los cientos de miles de fanáticos que esperaban este día como ningún otro. Sí, es real, The Last Guardian llega con una expectación generada a lo largo de tantos años y puedo decirte con plena seguridad que la espera ha valido totalmente la pena. Nos encontramos ante uno de los mejores juegos de la actual generación, capaz de ser recordado entre generaciones como ya lo hicieron en su momento ICO y Shadow of the Colossus.
Una historia colosal llena de amistad
No quiero entrar en la ola de noticias negativas que acontecieron alrededor del juego durante su interminable desarrollo, olvidemos eso. En su lugar me centraré en explicar cada uno de esos elementos que hacen de The Last Guardian una obra maravillosa. Este título es acerca de la amistad, de las relaciones y emociones, se trata de un videojuego que basa toda su grandeza en la historia que nos cuenta, en la compleja relación entre dos personajes. Podría decir que en términos de Inteligencia Artificial nos encontramos ante el mejor trabajo jamás antes logrado en un videojuego, pero de eso hablaré a mayor profundidad en los siguientes párrafos.
The Last Guardian se olvida de las enredadas introducciones y va directo al grano, en cuestión de minutos estaremos en una cueva acompañados de Trico, la criatura que nos acompañará durante toda nuestra aventura. Estos primeros minutos serán para que el jugador aprenda a dominar los controles del juego y aún más importante, que comience a estrechar una relación con Trico, quien es todo menos amistoso en el primer contacto. Sí, te preguntarás qué hace un niño atrapado en una cueva al lado de un monstruo atado con cadenas, pero no te preocupes, a lo largo de poco menos de 15 horas (varía según la forma de jugar) podrás ir resolviendo esos cuestionamientos que adquiriste al comenzar tu aventura.
Muy ajeno al resto de títulos que se lanzan en la actualidad, The Last Guardian no hace uso exagerado de escenas cinemáticas para contarnos ciertos puntos de la historia, incluso son muy pocas las que observamos durante la aventura. En su lugar el equipo de genDesign apostó por introducir un narrador (te sorprenderá quién es) qué irá contando ciertas situaciones cuando sea necesario, cuando el momento y la historia lo requieran. Estas narraciones han sido seleccionadas perfectamente, pues explican a la perfección lo que está sucediendo en pantalla, el porqué de las reacciones en ambos personajes o las situaciones que están ocurriendo, todo apareciendo en su debido momento, con un ritmo muy controlado que te enganchará de principio a fin.
Como mencioné anteriormente, la relación entre el niño y Trico es lo más importante en The Last Guardian. Ciertamente la mayoría de juegos en la actualidad introducen personajes que a su vez son acompañados por otros, pero lo logrado por Fumito Ueda podría dejar en ridículo a cualquier título que haga uso del mismo formato. Y es que no sólo se trata de estar acompañado de otro personaje que se involucró únicamente en jugabilidad. Con The Last Guardian se comparten sentimientos de amistad, de temor, emociones que aparecen entre los dos protagonistas debido a las situaciones que están enfrentando. No es la primera vez que vemos este nivel de profundidad, precisamente las anteriores obras del creativo japonés brillaron por la forma en que se trataban a los personajes, ICO y Shadow of the Colossus son la base de la gran obra que nos acontece hoy en día.
Si eres de las personas que buscan una historia épica dentro de un videojuego, The Last Guardian es un nuevo rival a vencer en términos narrativos. De principio a fin la historia es muy emocionante, te sentirás enganchado y los personajes te transmiten los sentimientos que están viviendo, desde el miedo hasta la tranquilidad. Si tuviste la oportunidad de jugar los títulos de Team ICO, sabrás que existen momentos en que es casi imposible contener las lágrimas, esos momentos también están presentes en The Last Guardian, así que prepara tu dotación de pañuelos porque los necesitarás. Desgraciadamente y por motivos obvios no puedo entrar en detalles específicos de la historia, los cuales me encantaría contarte para poder sustentar la totalidad de lo anteriormente escrito, pero ten la certeza de que tu experiencia con el título puede ser inolvidable.
Jugabilidad de la vieja escuela
Llegamos a uno de los apartados más controversiales que rodearán a The Last Guardian en las próximas semanas, sus controles. Con esto no quiero decir que sea de calidad regular o mala, todo lo contrario, sus mecánicas jugables son excelentes para todos aquellos que también hayan disfrutado ICO y Shadow of the Colossus, porque el comportamiento de los controles es muy similar, por no decir idéntico, algo que podría resultar tedioso para quienes tienen su primera experiencia con una obra de Fumito Ueda, o para aquellos que están totalmente acostumbrados a las propuestas jugables que nos han entregado los videojuegos en la última década. Personalmente resultó ser una experiencia un poco confusa durante los primeros minutos, pues hace ya algunos años que no experimentaba un control así, pero es cuestión de adaptarse nuevamente y no tendrás ningún tipo de problema durante tu aventura.
Debo señalar que The Last Guardian mantiene los elementos interactivos que premiaron a sus antecesores espirituales. Los puzzles abundan durante toda la aventura y conforme avanzamos se van haciendo más complejos y diferentes entre sí, la variedad de puzzles es muy grande y es algo de agradecer, pues otorga dinamismo a la experiencia. El tamaño de los escenarios nos permite dedicarle tiempo a su exploración, además en algunas ocasiones será necesario buscar entradas o salidas muy pequeñas a las que Trico no puede acceder. El juego no señala en dónde se encuentran en un principio, por lo que la observación del entorno será muy importante para encontrar lugares u objetos específicos. Si te atoras en un determinado nivel, el narrador del juego dirá algo que te servirá como pista para cumplir tu objetivo, así evitarás llegar a un callejón sin salida. Estas pistas están tan bien implementadas que parecieran ser parte de la misma narración que acompaña la historia del título.
Recuerda que The Last Guardian no deja de ser un juego de plataformas, así que en gran parte del título te encontrarás escalando diversas superficies y claro, a Trico, quien en más de una ocasión será tu soporte para alcanzar lugares que por tus propios pies y manos serían imposibles de alcanzar. En otros momentos no podrás contar con la ayuda de la criatura, tu habilidad con los movimientos y los saltos será crucial para llegar al objetivo, para ello debes saber muy bien en dónde te encuentras y qué puede utilizar a tu favor. Al presionar R1 el niño llamará a Trico para que llegue hasta donde se encuentra o realice algún movimiento que nos ayude, pero la criatura no siempre responderá al primer llamado. ¿Es esto un error en el juego? No, en lo absoluto. Trico es un animal y es normal que no obedezca todos nuestros llamados. Algunas veces será por el simple hecho de no hacernos caso, otras por el miedo que tiene ante determinadas situaciones. De nosotros depende hacer lo necesario para que finalmente acceda a nuestras peticiones, ya sea llamándolo en reiteradas ocasiones o incluso consiguiendo su particular alimento. Paciencia, recuerda que no deja de ser un animal. Todo esto no sería posible sin la gran Inteligencia Artificial que dispone el título, seguramente la mejor en cuanto a su implementación en personajes de acompañamiento.
Esta interacción jugable entre ambos personajes nos ofrecerá momentos verdaderamente épicos, pues las plataformas no están limitadas sólo a edificaciones estáticas sin peligro alguno. Algunas veces las estructuras estarán a punto de derrumbarse y las escenas de Trico rescatando al niño son impresionantes. Este tipo de momentos abundan en The Last Guardian y nos dan esa dósis de adrenalina necesaria para continuar nuestro camino. Cabe resaltar que en este tipo de mecánicas la cámara juega un papel sumamente importante, y como ya se mencionó anteriormente conservamos la jugabilidad de aquellos títulos que llegaron al PlayStation 2. El funcionamiento de la cámara no es la excepción y si no dominas su movimiento seguramente tendrás algunos problemas de caídas o de superficies que se volverán difíciles de alcanzar. Nuevamente, es cuestión de acostumbrarse a controlar una cámara que es muy diferente al resto de juegos en el mercado.
No serán muchas las ocasiones en que se harán presentes los enemigos, pero más de alguna será un difícil reto por superar. Trico no tendrá problemas en eliminarnos cuando se encuentra a nuestro lado, pero cuando el niño se encuentra solo deberá realizar los movimientos necesarios para librarse de ellos. Toma en cuenta que es un niño y no un héroe atlético capaz de superar cualquier reto de forma individual, así que no esperes una respuesta física al nivel de Nathan Drake, no pasará.
Un mundo lleno de belleza artística
Nunca sabremos cuáles fueron los verdaderos motivos que alejaron a The Last Guardian de su lanzamiento en el PlayStation 3, pero probablemente su apartado técnico haya sido la principal causa. Es técnicamente imposible que el apartado visual del título actual se hubiera desplegado de forma óptima en la anterior generación, The Last Guardian luce impresionante en cada uno de sus rincones, en el modelado de personajes, entornos y objetos, en la iluminación, en la mayoría de texturas y partículas. Poco hay que reprocharle al apartado visual, pero sí debemos señalar algo es que en algunas ocasiones el framerate de 30fps cae de forma notable, pero no es algo que experimentes constantemente. Al decir «la mayoría de texturas» es porque se nota que algunas de ellas vienen desde su desarrollo en el PS3 y no tuvieron ningún tipo de mejora para la actual generación. No es algo que arruine el despliegue visual del título, pero hubiera sido mejor aprovechar totalmente el potencial del PlayStation 4.
El apartado artístico de The Last Guardian es de lo mejor que podrás ver en el año y en la actual generación, el diseño de los personajes es excelente, pero particularmente el de Trico es algo impresionante. La belleza de los escenarios, de las estructuras y la vegetación que nos rodea, de las secciones con agua donde la luz hace acto de presencia para lograr reflejos muy llamativos. Es de destacarse cada una de las animaciones de la criatura, la cual realiza movimientos imponentes durante toda la campaña.
En cuanto al apartado sonoro también tenemos un gran trabajo por parte de genDesign, los sonidos que emite la criatura son imponentes y estremecedores, por mencionar un ejemplo. En general todo el apartado sonoro del juego está muy bien logrado, incluso el soundtrack de The Last Guardian sigue la línea épica del juego y hace acto de presencia en los momentos idóneos, donde la música acompañará las situaciones inolvidables que viven los dos personajes. Seguramente el apartado técnico no era la prioridad principal para Fumito Ueda, pero eso no significa que no destaque, todo lo contrario.
Aventura inolvidable
Aún me resulta difícil creer que The Last Guardian ya se encuentra entre nosotros, quizá 10 años hayan sido una espera exagerada, pero el resultado logrado por Sony, genDesign y Fumito Ueda han valido toda la pena. La obra es acerca de una amistad verdadera, de cómo los videojuegos también son capaces de presentar un argumento narrativo al nivel de una obra artística en la literatura, cine o teatro. Pasará mucho tiempo para ver un juego que nos ofrece una experiencia tan rica en su historia, con tantos momentos épicos y con mucho qué contar. The Last Guardian es una aventura que para muchos, incluyéndome, será inolvidable.