La franquicia Valkyria está de vuelta con Revolution, un título con grandes intenciones pero que desafortunadamente falla en su ejecución

Sí, yo fui, o más bien, soy fan de las dos primeras entregas de la franquicia Vakyria. Recuerdo cuando fui a cierto mercado de mi ciudad donde terminé comprando Valkyria Chronicles para mi PlayStation 3. En aquellos días me había invadido la fiebre de la animación japonesa, por lo que cuando la caja del juego apareció frente a mí, con tan bello arte, no pude evitarme hacerme con tan curioso título del que entonces no sabía nada. Tras varias horas de juego había quedado maravillado con esta alternativa Segunda Guerra Mundial.

Algunos años después, ya con un PlayStation Portable en mi poder, la aventura continuaba con Valkyria Chronicles II el cual, a pesar de las limitaciones de la portátil y de ofrecer una historia y personajes inéditos, conservaba la esencia del título previo: un guion apasionante, una dirección sobresaliente, protagonistas entrañables y, claro que sí, una experiencia de juego con combates desafiantes y robusta en cuanto a contenido.

Definitivamente Sony había encontrado en la nueva IP de SEGA una marca con el suficiente potencial para destacar de entre todos los JRPGs que se lanzan año tras año. Claro que hubo una tercera entrega, pero inexplicablemente ésta jamás salió de tierras niponas. Y allí quedaron en suspensión mis deseos de volver a este colorido y satisfactorio campo de batalla.

Pasaron los años y, nuevamente tomando a todos por sorpresa, la compañía japonesa anunciaba el regreso de la franquicia, esta vez, para PlayStation 4… ¡con todo y lanzamiento en occidente! Sin contar la inédita tercera parte, previo a Revolution, nombre de la nueva entrega, se encontraba un par de obras sobresalientes y el mismo equipo que había firmado dichas entregas, y con ellos, todo el potencial de la nueva consola de Sony. Y el título se estrenó. “nada puede salir mal”, fue mi pensamiento al iniciar el programa por primera vez. Y ahora, después de casi 30 horas de juego, me entristece decir que Valkyria Revolution no ha resultado el viaje tan memorable que se prometía, debido a una serie de errores clave que terminan comprometiendo la experiencia general del juego.


Los cinco traidores

Vayamos por partes. Valkyria Revolution nos sitúa en un universo alterno en donde hace varios años hubo una larga guerra entre dos naciones; Jutland y el Imperio de Ruzi, quienes buscaban el control de todo el mundo. Ahora nos encontramos en tiempos de paz y podemos conocer a dos personajes importantes: un estudiante de Jutland y su profesora Richelle. El primero, alimentado por la curiosidad,  buscará respuestas acerca de lo que realmente llevo al fin de la guerra, siendo su mentora la narradora de los acontecimientos del videojuego.

Las conversaciones de ambos nos llevarán a revivir los acontecimientos del conflicto, protagonizados por un grupo de soldados liderados por el joven Amleth Grønkjær, quien parece ser impulsado por una misteriosa venganza, y en donde también participa la propia princesa Ophela de Jutland, quien hará todo lo posible por descubrir las verdaderas motivaciones de Amleth y rescatarlo de un camino que solo parece conducirlo a la violencia y oscuridad.

Una vez dado esta breve descripción de la historia, bien podemos darnos una idea sobre qué esperar: una aventura larga, con suficientes giros argumentales para mantener enganchado al espectador y personajes interesantes como para no soltar el control durante toda la aventura. Y en cuanto al relato, poco podemos recriminarle a Revolution, ya que su argumento, tal como menciona uno de los personajes, es uno “digno de compartir con el mundo”.

Sin embargo, aquí nos encontramos al que quizá es el mayor problema del título: su ritmo. Mientras que en obras como, por ejemplo, Metal Gear Solid 4, las cinemáticas te invitaban a ponerte cómodo en el sillón, sacar las palomitas y disfrutas de la “película”, aquí estas escenas son demasiado largas, aburridas y pesadas, sobre todo en la primera mitad de la obra, donde nos limitamos a observar secuencias cuya finalidad es conocer la personalidad de nuestros héroes y pinceladas de sus respectivos pasados. Resulta francamente excesiva la duración de ciertas escenas, con una enorme cantidad de diálogos en donde el único propósito es darte en más de una ocasión información poco trascendente… o un mal chiste.

Afortunadamente, para combatir estos somníferos eventos, tras completar una misión, podremos acceder a una especia de minijuego en el que nos será posible repasar antecedentes históricos de la obra, detalles de los personajes, y los resúmenes al momento de nuestra travesía. Lo cual se agradece enormemente, ya que inesperadamente resultan mucho más entretenidos de leer que de ver en movimiento.

Detesto hacer comparaciones, pero al igual que en sus entregas previas,Valkyria Revolution nos ofrece una historia satisfactoria y muy disfrutable a pesar de los clichés, pero por su mal lograda dirección es muy probable que ocasione que más de uno suelte el control antes de llegar al final y, desgraciadamente, no es el único problema.


Escuadrón Anti-Valkyria

Uno de los pilares por los cuales ha brillado la franquicia, además de su historia, es sin duda su jugabilidad, la cual siempre introdujo un perfecto equilibrio entre la acción y la estrategia a la hora de controlar a este pequeño grupo de héroes, el escuadrón Anti-Valkyria.

Anteriormente mencionaba que uno de los lastres de la obra era su fallido ritmo al momento de contar su historia, pues ello se extiende al apartado jugable. Cuando el equipo es desplegado a una nueva misión, el programa nos invita a, por ejemplo, utilizar coberturas y habilidades especiales para despachar a nuestros enemigos, sin embargo, basta con ir directamente al objetivo y eliminarlo con ataques básicos. El programa, herido por una inteligencia artificial poco desafiante (incluyendo a aliados), no incentiva al jugador a hacer “algo más” en combate, lo cual tras unas horas se vuelve aburrido y repetitivo. Ahora imaginen hacerlo por unas diez veces más de tiempo. ¿Recuerdan que les comenté que muy pocos lograrían terminar esta obra?

Por otro lado, mientras avancemos en la historia, iremos obteniendo orbes con lo que podremos mejorar las destrezas de nuestros personajes en combate, además de sus propias armas. Cabe señalar que Valkyria Reovlution se asemeja a títulos como Final Fantasy Type-0 en donde tendrás poco más de una decena de personajes para desplegar en combate, y quienes superen la misión, obtendrán la experiencia. Será fundamental mantener un equilibrio entre todos ellos, ya que cada individuo posee sus propias habilidades especiales, por lo que es recomendable mantener a todo el equipo en un nivel similar, sobre todo si deseas explotar las habilidades de alguno en un combate más avanzado contra un jefe. Aunque tampoco es algo que deba quitarte el sueño, en gran medida por la apenas desafiante IA.

Tecnológicamente, el título de SEGA brilla principalmente por su majestuosa banda sonora a cargo de Yasunori Mitsuda, imprimiendo de gran identidad al juego con composiciones preciosas que servirán de gran acompañamiento para transmitir las sensaciones de nuestros héroes y su controversial destino, y por una bien cuidada dirección artística que inyecta vida a la historia con escenarios imponentes, y un diseño de personajes y armas muy atractivo para el ojo humano que captura la atención al instante.

Dejando estos dos puntos de lado, gráficamente el juego presenta un estilo colorido y bello pero que debido a la gran cantidad de texturas de baja calidad presentes y un desempeño incluso por debajo de la media tanto en paisajes como en personajes y efectos ambientales, impidiendo aunque sea una pequeña inmersión dentro de sus protagonistas, sumado este elemento a la excesiva presencia de cinemáticas, tenemos una experiencia demasiado fría y que difícilmente transmite al jugador.

Y finalmente, en cuanto al apartado sonoro del título, tenemos un trabajo, el cual definitivamente no es malo pero que del mismo modo se encuentra lejos de ser considerado sobresaliente. La mezcla de sonido hace correctamente su trabajo dando fiereza a las armas y toques de naturaleza al ambiente cuando nos encontramos yendo de un punto a otro a lo largo del escenario. Caso contrario al desempeño de los actores de doblaje. En japonés, los seiyuus dotan de gran personalidad a sus personajes y logran emocionarnos en los momentos cumbres del juego. Por otro lado, si decidimos iniciar la aventura con las voces en inglés, el resultado es un poco más irregular, sobre todo en personajes secundarios, sonando estos un tanto exagerados en más de una ocasión, pero para los protagonistas, el resultado final está mucho mejor concebido.

Valkyria Revolution es un título de contrastes. No estamos ante una mala propuesta, al contrario, tenemos una experiencia suficientemente satisfactoria y entretenida como para haber invertido decenas de horas en él. Pero que desafortunadamente, en cada rincón de éste se respira que era una entrega que podía dar mucho más de sí, quedándose a medias en la mayoría de los apartados que lo componen.

Lo nuevo del estudio Media Vision, a pesar de sus numerosos defectos, logra alzarse como un buen título que seguramente complacerá a los amantes del JRPG en busca de una experiencia un poco más simplista y sin mayores complejidades.

Es francamente complicado recomendar la compra de Revolution, teniendo allá afuera títulos tanto orientales como occidentales poseedores de una mayor refinada fórmula jugable y tecnológicamente mucho más virtuosos. Desde mi punto de vista sería mucho más inteligente iniciar sesión en Steam y adentrarte en el todavía grandioso Valkyria Chronicles para darte una idea de los altos estándares que esta franquicia puede llegar a ofrecer… Y esperar a que SEGA logre enmendar el camino para hacernos llegar esa soñada entrega maximizando lo visto en sus primeros lanzamientos.