Ubisoft sabe muy bien que tiene en con Watch Dogs una gran oportunidad de negocio con los videojugadores, el título antes mencionado recibió buenas críticas y se ha mantenido de buena manera en las listas de ventas alrededor del mundo. Claro que aún estamos lejos de la secuela, pero eso no quita que la compañía francesa busque la manera de expandir el nuevo mundo que ha creado y con base en ese pensamiento llega a nosotros: Bad Blood, un pequeño DLC que busca refrescar nuestras aventuras por Chicago y regresarnos a la piel de un hacker experimentado que se vuelca contra el sistema y sus enemigos.
T-Bone
Muy parecido a lo que vimos con los DLC de Grand Theft Auto IV, este nuevo contenido nos permitirá jugar con un nuevo personaje que ya habíamos visto en la historia principal del juego. Raymond «T-Bone» Kenney, es el protagonista de Bad Blood, una historia que nos regresa a Chicago justo después de la aventura principal de Aiden Pierce.
T-Bone se verá involucrado en una pelea a muerte con los creadores del poderosos sistema ctOS, la herramienta principal que la ciudad usa para proteger y mantener vigilados a los ciudadanos, que se encuentran persiguiendo y acosando a un viejo compañero de Kenney, Tobias Frewer, a quien también pudimos conocer en la campaña principal.
Básicamente durante las 10 misiones principales que el juego nos propone estaremos al pendiente de la seguridad de Tobias, mientras que una serie de sucesos se van desencadenando y terminamos en la mano de hackers que conocen el pasado oscuro de nuestro protagonista, un pasado que no lo ha dejado ser el mismo desde hace ya varios años.
Si bien la campaña no es muy larga, la realidad es que se disfruta mucho y tiene momentos muy interesantes que aprovechan el sigilo, nuestra habilidad para hackear e incluso nuestra destreza con las armas, lo que vuelve a estas misiones en una experiencia entretenida, aunque algo corta. Además hay que destacar que T-Bone se siente como un personaje con mejor personalidad que Aiden y se disfruta más al controlarlo.
ctOS
Podríamos decir que el sistema de juego es un punto en contra, pero al ser un contenido descargable la realidad es que no hay mucho que exigir en cuanto al gameplay de Bad Blood. Básicamente nos encontramos con las mismas mecánicas que la historia de Aiden nos presentaba y que puedes leer aquí para una versión más detallada.
Watch Dogs y Bad Blood, buscan que el jugador aproveche la llamada red ctOS para realizar sus misiones, esta nos permite interactuar con casi cualquier dispositivo electrónico que existe en el mundo del juego y usarlo a nuestro a favor. Raymond tiene las mismas posibilidades con su celular que Aiden, así que no debes preocuparte por alguna limitante, podrás hackear, activar bombas, explotar tuberías y cambiar los semáforos a tu antojo, entre otras cosas.
En lo que se refiere al sistema de combate tenemos exactamente lo mismo, seguimos sin poder usar armas mientras manejamos o encubierto, pero me parece haber sentido una mejora notable en el sistema de disparos que es un poco más preciso que el juego principal, lo cual se vuelve muy útil al enfrentar una buena cantidad de enemigos. En cuanto al combate cuerpo a cuerpo estamos ayudados ahora por una llave bastante grande y un dispositivo de choques eléctricos, resultan muy eficientes al momento de querer avanzar en silencio. Por último el DLC incorpora de manera obligatoria en algunas misiones el uso de un vehículo a control remoto llamado Eugene, que a pesar de ser un tanto torpe e inútil al principio podría ser de ayuda después de mejorarlo en nuestro árbol de habilidades.
Bad Blood al igual que Watch Dogs tiene una buena cantidad de misiones secundarias, que lamentablemente no son muy diferentes a las del juego principal. Evitar un crimen, conseguir un documento o vehículo, detener una banda de criminales, encontrar paquetes a lo largo del mapa o disfrutar de un juego de azar o mental, son las posibilidades que T-Bone tiene para divertirse en el mundo abierto.
Uno de los principales atractivos de este DLC es la posibilidad de jugar con un amigo de manera cooperativa en una sesión pública o privada, lo que hace que el juego tome un segundo aire y permite a los jugadores realizar nuevas misiones y actividades, además del siempre agradable placer de divertirse en un mundo abierto sin limitaciones.
Eugene
Bad Blood no tiene mejoras importantes en sus aspectos técnicos, usa los mismos elementos sonoros y gráficos para presentarnos esta nueva historia. Lo que nos lleva a recordar que gráficamente el juego luce muy bien, pero no llega a ser lo más asombroso, pero funciona muy bien cuando sus diversos elementos multimedia se conjuntan y brindan una experiencia muy agradable en consolas de nueva generación como Xbox One, que es donde se reseñó.
Watch Dogs: Bad Blood, es una buena idea para dar continuidad a uno de los juegos más esperados del año, sin embargo se queda muy lejos de los estándares que juegos como GTA IV e incluso inFAMOUS: Second Son han propuesto. Afortunadamente y al igual que como lo mencioné en la reseña de la aventura de Aiden, parece ser que será la secuela de esta nueva serie de Ubisoft la que nos ofrezca una aventura digna de lo que se prometió en 2012, por ahora, los primeros ensayos lucen prometedores.