Ficción que se convirtió en leyenda
Star Wars: Jedi Knight II – Jedi Outcast es un juego de acción y disparos que formó parte del Universo Expandido de Star Wars (lo que hoy conocemos como Star Wars Legends) y por diferentes razones se convirtió en uno de los títulos predilectos de los fanáticos de la serie. La obra apareció a finales de marzo de 2002 para PC y ese mismo año se adaptó a Mac, Nintendo GameCube y Xbox.
Jedi Outcast narra el recuentro de Kyle Katarn con la Fuerza, luego de que abandonase su vínculo con ella tras estar a punto de ceder al Lado Obscuro. Por razones mortuorias, Katarn, quien ahora es un mercenario al servicio de la Nueva República, deberá retomar el camino del Jedi para hacer frente a una multitud de usuarios del Lado Obscuro conocidos como Reborn, quienes al parecer están coludidos con la milicia remanente del Imperio Galáctico. La tarea es sencilla sólo en apariencia, pues la templanza de nuestro protagonista aún debe prevalecer ante numerosas pruebas.
Siempre quise ser un Jedi
Si hay algo que distinguió a Jedi Knight II – Jedi Outcast de los otros juegos de Star Wars que se lanzaron hasta el comienzo de este siglo, fue su capacidad para hacernos sentir como un Jedi de verdad. Al comienzo, es imposible utilizar un sable de luz, pero tan pronto como lo adquirimos, la mecánica se transforma radicalmente y absorbe al usuario por completo. La historia no es de las más envolventes del Universo Expandido, pero el esquema de juego está tan bien diseñado que es suficiente para sustentar el gusto por Jedi Outcast y la motivación para concluirlo.
A los tres estilos disponibles para utilizar el sable, se suman diferentes habilidades de la fuerza, como empujar y atraer objetos sólidos, correr con celeridad, saltar grandes distancias, asfixiar a nuestros adversarios e incluso, electrocutarlos (recordemos que Katarn probó un poco del Lado Obscuro). Este aparente desequilibrio hacia el jugador se compensa con la aparición de varios enemigos en pantalla y con combates contra los integrantes de Reborn, de manera que Jedi Outcast obliga al usuario a estar alerta, pensar con rapidez y a combinar sus talentos de la mejor manera posible (algo que se simplifica mucho en las versiones para computadora, puesto que los poderes de la Fuerza pueden asignarse a teclas específicas).
Al igual que muchos juegos de la época, los niveles de Jedi Knight II se caracterizan por su longitud casi excesiva. El balance en ese sentido se logró confiriendo linealidad a los escenarios, en los que, además, de vez en vez se demandan habilidades para esquivar obstáculos o para aterrizar en la plataforma correcta. Y la mejor parte aquí es que la música de John Williams se seleccionó cuidadosamente para ambientar cada una de las situaciones del juego. Es importante señalar que toda la acción sucede en primera o en tercera persona (según lo alterne el usuario) y que no hay tal cosa como el control de naves o vehículos distintivos de Star Wars.
Que la Fuerza te acompañe
A pesar de ser un producto estupendamente bien logrado, Jedi Knight II – Jedi Outcast no alcanzó el impacto comercial que LucasArts esperaba. Eso pudo deberse a que surgió como un juego que en aquellos días demandaba muchísimo de una computadora (en 2000, tener un equipo que de menos procera texto ya era un lujo). Por otra parte, se estrenó durante los albores del Xbox y el GameCube, lo que significa que pocas personas lo conocimos justo cuando llegó al mercado. No obstante, si esta entrega de Reset bastó para despertar tu curiosidad, te recomendamos que de te des una vuelta en Steam, donde podrás adquirirlo por menos de $40 MXN (pero apresúrate, que esta oferta es válida hasta el 4 de enero entrante).