En un año donde las películas de espías fueron más que sobresalientes, la llegada del 007 pintaba para ser algo sumamente asombroso, y aunque el resultado final no es una de las mayores obras del súper espía, sí es lo suficientemente buena como para dar un paso importante en la mitología del personaje y un gran cierre para lo hecho por Daniel Craig.
Spectre es una cinta de altibajos. Por un lado tenemos una secuencia inicial increíble en la ciudad de México, donde parece que se establece el tono oscuro de la cinta. Después tenemos algo más clásico, que rinde homenaje a la historia de James Bond pero que no termina por consolidar la idea de la súper organización criminal a la que se enfrenta nuestro protagonista.
La trama de la película junta todos los acontecimientos ocurridos en las tres cintas anteriores bajo el mando de Spectre, por lo que hay motivos de sobra para que el 007 se sienta con la responsabilidad de poner fin a dicha situación. Por otro lado, las acciones del espía han llevado a su agencia a una nueva dirección que busca desaparecer el programa “00” y unificar a las fuerzas de seguridad de los países más importantes bajo una misma directriz.
Pareciera que la cinta busca que nos involucremos en un escenario con mucha intriga que podría desembocar en secuencias de acción impactantes o una serie de discusiones aguerridas sobre el espionaje y su necesidad dentro de nuestro mundo. Sin embargo, el resultado final se da de manera poco coherente a lo que se ha planteado, no se siente un peligro importante y no se le da importancia suficientemente a las sub tramas generadas.
Spectre deja el tono oscuro de Skyfall por algo más realista, pero no termina por establecer el mismo y queda a la deriva de la seriedad y los elementos clásicos, y al final ambos desentonan y causan que el filme no tenga una personalidad propia. Se agradece que los villanos en turno hayan tenido que ver con las películas previas, pero no se concreto la idea con los momentos clave de dichas cintas, sino con la menos interesante de las tres y de manera apenas anecdótica.
Entre los altibajos también tenemos las actuaciones. Daniel Craig hace un buen trabajo como James Bond, probablemente el mejor de sus cuatro películas, mientras que Christoph Waltz está muy lejos de su mejor actuación y de volverse un villano icónico de la serie, a pesar de representar al más representativo.
Sería difícil decir que Spectre es una mala película. La mencionada secuencia inicial, la relación de Bond con la nueva «chica Bond» – que dista de ser el estereotipo del mencionado termino -, las secuencias de acción y la intriga que llega a generar son muy bien llevadas. El problema es que no termina por consolidar los planteamientos que presenta y nos deja con ganas de saber más sobre Spectre o su líder.
La importancia de Spectre dentro de la mitología de James Bond es uno de los puntos centrales de los libros y de muchas cintas previas, por lo que tener a dicha organización en una cinta actual del personaje daba pie a que nos encontraríamos con una versión definitiva de los mencionados conceptos. Por desgracia lo clásico termino ganando y de cierto modo vimos una «parodia» serie de lo que es Spectre y su líder.
Como lo mencione al principio, Spectre deja las cosas muy claras sobre lo que podríamos ver en el futuro de la serie. El final es algo completamente nuevo para todo el concepto del 007 y eso es algo que se agradece. ¿La mejor película de espías del año? No. ¿La mejor cinta de Daniel Craig como 007? No. ¿Vale la pena verla? Sí, definitivamente, en especial sí eres un seguidor del espía.
[youtube id=»qeV6C3mGd-k» width=»620″ height=»360″]
